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El precio del azúcar, el menor rendimiento y las importaciones amenazan la remolacha española


Javier Calvo, Javier Romera, Remo Vicario
Madrid,

La remolacha es un pilar estratégico para el campo español, especialmente en algunas regiones. Pero su importancia no impide que sea un sector acorralado, en el que cada vez más agricultores se plantean el futuro de este cultivo. Son muchas las amenazas a las que se enfrenta, desde la caída de los precios del azúcar, los bajos rendimientos o la competencia internacional.

De momento, los agricultores españoles prevén reducir la siembra de remolacha en 2025, y revertirán el crecimiento de cultivo de la campaña anterior. En este caso, el principal problema ha sido el desplome del rendimiento y de los precios del azúcar, que en un año han caído hasta un 50% en los mercados.

La cotización del azúcar está tocando fondo a escala internacional, lo que desanima a los productores de remolacha. En Londres, el precio de referencia del azúcar blanco tocó fondo en enero, al caer hasta los 481 euros por tonelada. Por ello, se percibe que este año se va a frenar la subida de la superficie de siembra registrada en la pasada campaña.

La producción remolachera en España está concentrada en Castilla y León, donde hay fábricas azucareras en Olmedo, La Bañeza, Toro y Miranda de Ebro, que también reciben remolacha de La Rioja y País Vasco. En Andalucía, en Jerez de la Frontera, está la única azucarera europea que moltura toda la remolacha de verano, cultivada en la región.

Evolución de la superficie

España produjo 3,71 millones de toneladas de remolacha en 2024, con un incremento que superó el 30%. Sin embargo, desde la cooperativa ACOR, en declaraciones a EFE, tras el final de la campaña del norte, señalan que los rendimientos han sido bajos, con menos de 90 toneladas por hectárea. Si se suma la caída de los precios azucareros, la sensación del sector es que la temporada que empieza va a disminuir su cultivo.

Campo de remolacha azucarera. | Imagen: Dreamstime

Además, tanto ACOR como la empresa AB Azucarera han constatado que es una tendencia que se repite también en los campos remolacheros de otros países de la Unión Europea. En la campaña que termina, por ejemplo, ACOR contrató 12.150 hectáreas, y ahora podría reducirla en más de un 5%. Una caída contenida porque la cooperativa ha lanzado una oferta con contratos garantizando ingresos mínimos y adelantos a los agricultores.

Por su parte, desde Azucarera señalan que la previsión es mantener un nivel razonable de retención de superficie, centrada en las explotaciones con mayor potencial productivo cercano a las fábricas. "Las ofertas se ajustarán a las condiciones del mercado y a las características de cada explotación, con una seguridad de ingreso mínimo que minimice la incertidumbre agronómica, con el objetivo de que los agricultores sigan optando por la remolacha como opción estable en la rotación de cultivos".

Competencia internacional

El precio no es el único factor que incomoda a los productores. También está la preocupación por la prohibición constante de materias activas de fitosanitarios para el cultivo, como denuncian desde ACOR.

Desde el sector también advierten sobre la influencia que puede tener el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosor, así como las negociaciones para la hipotética adhesión de Ucrania. Dos amenazas para los remolacheros, porque facilitaría la entrada de grandes cantidades de azúcar a la Unión Europea y a España, que se beneficia de las ventajas arancelarias y de la producción de alimento en origen.

Un camión recogiendo una carga de remolacha azucarera. | Imagen: Dreamstime

Mezclando estas preocupaciones, destacan que para la industria productora el contexto es asfixiante, por la regulación europea y nacional, que tiene vetados fitosanitarios permitidos para sus competidores fuera de las fronteras comunitarias.