El mal de los Osage: el descubrimiento de petróleo que trajo una maldición al pueblo más rico del mundo
- Esta tribu nativa americana se convirtió en la más próspera del mundo en PIB per cápita
- Su fortuna atrajo a sinvergüenzas y maleantes que perpetraron un sanguinario saqueo
- La historia ha sido recogida en la última película de Martin Scorsese, 'Los asesinos de la luna'
Vicente Nieves, Ángela Poves, Remo Vicario
Madrid,
En los albores de la década de 1920, hubo una comunidad que, casi de la noche a la mañana, se convirtió en la nación más prospera del mundo en términos de PIB per cápita. Detrás de este cambio radical solo podía haber un 'milagro'. En este caso, como en tantos otros, fue el hallazgo de grandes cantidades de petróleo. Así comienza la historia de los Osage, una tribu nativa americana, que vio como su gran fortuna petrolera se transformaba en una cruel maldición, convirtiéndose en víctimas de uno de los saqueos más sanguinarios registrados en la historia de los Estados Unidos. Este ominoso honor les catapultó hacia una trágica narrativa, la cual ha permanecido en la oscuridad hasta tiempos relativamente recientes. Fue el periodista David Grann quien, en su obra 'Los asesinos de la luna', arrojó luz sobre esta historia, y ahora, gracias a la película homónima dirigida por Martin Scorsese, la trama adquiere una nueva dimensión de notoriedad.
Los descubrimientos de petróleo a lo largo de la historia han transformado las vidas y economías de numerosas sociedades. Estos hallazgos no sólo han generado beneficios sustanciales para la industria petrolera, sino que también han ejercido una influencia en la vida económica y social de las comunidades que habitan estos territorios geológicamente afortunados.
El caso de los Osage fue muy destacado. El descubrimiento de grandes recursos de petróleo y gas a principios del siglo XX en la Reserva India de la Nación Osage en Oklahoma supuso una bendición para los nativos americanos, que recibieron una enorme riqueza, prácticamente llovida del cielo, que moldearía significativamente su historia, tanto para bien como para mal. Sin embargo, hasta el hallazgo de petróleo, la historia de esta tribu había pasado un tanto inadvertida.
Los Osage antes del petróleo
Los Osage, antes del petróleo, eran un pueblo indígena dedicado a las labores agrícolas, al comercio y especializado en la caza de bisontes. A principios del siglo XIX, el gobierno estadounidense les obligó a abandonar sus tierras en Kansas y fueron reubicados a la fuerza al pueblo Osage en un área más pequeña en el sureste de Kansas, confiscando su vasto dominio ancestral.
Bajo la intensa presión de los colonos blancos invasores, los Osage acordaron en 1870 vender sus tierras de Kansas y compraron una extensión sustancial de aproximadamente 1,5 millones de acres a la Nación Cherokee en lo que entonces era territorio indio, situado en lo que hoy es el noreste de Oklahoma. Unos 3.000 Osage cruzaron a pie la frontera entre Kansas y Oklahoma hacia su nueva patria en 1871. El nuevo territorio Osage estaba formado por unas tierras sin valor y que no eran aptas para el cultivo. De este modo, en 1872, el Congreso de los Estados Unidos estableció una nueva reserva para la Nación Osage en las tierras que poseían, marcando el hogar final y permanente del pueblo Osage, ahora comprendido dentro del Condado de Osage, Oklahoma.
Esta nueva tierra, considerada inapropiada para el cultivo, era utilizada por los Osage para el pastoreo y la caza de bisontes. Lo que no sabían los Osage es que bajo esta tierra se encontraba oculto un tesoro. Desde el siglo XVII se sabía que existían filtraciones de petróleo y gas en algunas vaguadas en la parte oriental de la reserva. Pero no fue hasta 1896 cuando se concedió el primero contrato de arrendamiento de petróleo y gas en tierras de Osage.
El banquero Henry Foster consiguió el arrendamiento por 10 años de toda la reserva Osage para explorar, perforar y producir petróleo. En el contrato se reconocía su derecho a subarrendar cualquier parte de esta. El acuerdo preveía unas regalías del 10% para la Nación Osage sobre todo el petróleo producido, además de un pago anual de 50 dólares por cada pozo que produjera gas. Tras el fallecimiento de Henry Foster, su hermano Edwin, un contratista ferroviario en Kansas, fundó la Phoenix Oil Company en 1896, y todos los intereses de Foster se transfirieron a esta empresa. El primer pozo de exploración petrolera, perforado cerca del límite norte de la reserva, apenas tuvo unos pequeños indicios de petróleo y gas después de alcanzar una profundidad de unos 300 metros. Todo hacía indicar que el sueño de la nación Osage se iba a quedar en eso, un sueño.
Auge de la producción
Sin embargo, el sueño se terminó haciendo realidad. El gran avance se produjo en octubre de 1897 con la finalización del tercer pozo de exploración, que logró una producción inicial de 20 barriles por día de petróleo de alta calidad. Así comenzó un sueño que terminó siendo una auténtica pesadilla. Siguiendo un poco más con la historia del petróleo, el año 1905 fue testigo de un gran auge de la producción de crudo en el condado de Osage, con más de 300 pozos de petróleo puestos en funcionamiento.
En 1906, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley que otorgaba los derechos mineros del subsuelo del territorio a la Nación Osage. Esta ley establecía que, independientemente del terreno donde se encontrara petróleo, las regalías por la producción de petróleo fueran destinadas a la Nación Osage, para que las distribuyera equitativamente entre cada miembro de la tribu. Los derechos mineros de cada individuo Osage eran conocidos como 'headrights' o derechos por cabeza, y no se podían vender; únicamente podían ser transferidos por herencia. Sin embargo, la propiedad de los terrenos, sí que podía venderse o transferirse, lo que permitiría a los miembros de la tribu beneficiarse directamente de la venta o el alquiler de sus propiedades para la exploración y producción de petróleo.
En 1907, los campos petrolíferos de Osage habían producido más de 5 millones de barriles de petróleo, mientras que el número de pozos productores había superado los 1.000 en 1910. Los Osage decidieron vender parte sus tierras a empresas dedicadas al petróleo. Estas subastas, celebradas bajo la sombra de un olmo gigante ubicado en la cima de una colina en Pawhuska, conocida como el "olmo del millón de dólares", fueron legendarias por sus asombrosas ofertas. Esta práctica continuó durante la década de 1920, con un total de 18 acuerdos que superaban el millón de dólares. La oferta récord se produjo en 1924, cuando un solo terreno de 160 acres se vendió por 1,99 millones de dólares. Para entonces, los Osage ya eran el pueblo más rico del mundo por renta per cápita. Este territorio producía más de 30.000 barriles de crudo diarios. Pero el sueño se tornó en pesadilla.
El reinado del terror
La riqueza de la nación Osage trajo consigo un capítulo oscuro en su historia, un período conocido como el 'Reinado del Terror' que se desarrolló durante la década de 1920, que es el período de la película de Scorsese. El repentino ascenso de la riqueza en un pueblo que era considerado como inferior por parte de los colonos, atrajo a un enjambre de buscadores de fortuna, individuos sin escrúpulos e incluso asesinos que buscaban explotar al pueblo Osage y apoderarse de sus riquezas minerales por cualquier medio.
Las noticias sobre las nuevas riquezas de los Osage se extendieron como el fuego en una pradera, atrayendo a decenas de miles de nuevos colonos a sus tierras. Los descubrimientos de petróleo convocaron no sólo a empresarios, perforadores y petroleros honestos, sino también a una galería sinvergüenza de estafadores, contrabandistas, forajidos y otros indeseables. En 1921, el Congreso de los Estados Unidos, con el pretexto de proteger al pueblo Osage, aprobó una ley que exigía que cada adulto Osage pasara una prueba de competencia para demostrar su capacidad para gestionar sus derechos individuales de manera responsable. A los considerados incapaces se les asignó un tutor que no era Osage para supervisar su patrimonio.
Esta ley abrió la puerta a empresarios sin escrúpulos, abogados deshonestos y banqueros corruptos que explotaron su papel y se apropiaron de fondos de miembros de la tribu Osage. Los matrimonios mixtos entre personas blancas y Osage aumentaron de forma espectacular, impulsados por la perspectiva de obtener acceso a la riqueza de los Osage. Algunos blancos incluso se casaron con mujeres Osage ricas, únicamente para obtener la tutela y controlar sus derechos mineros. Sin embargo, el aspecto más aterrador de este período fueron los asesinatos despiadados de mujeres Osage y sus familiares, cometidos u ordenados por sus maridos blancos para heredar sus derechos mineros y tierras.
Buscando justicia
Durante el pico del auge petrolero a principios de la década de 1920, al menos 60 miembros de Osage fueron brutalmente asesinados. Otros desaparecieron misteriosamente o enfermaron en circunstancias sospechosas. Las autoridades locales, a menudo cómplices de estos crímenes, descartaron muchas de estas muertes como suicidios, intoxicación por alcohol o causas naturales, y no llevaron a cabo investigaciones exhaustivas.
En medio de esta horrible atmósfera, el pueblo Osage buscó desesperadamente justicia. Sus súplicas llegaron al gobierno federal y la recién formada Oficina de Investigación se hizo cargo del caso. Esta se convirtió en una de las primeras investigaciones importantes de homicidio realizadas por la agencia, que luego pasó a llamarse Oficina Federal de Investigaciones. La Oficina esclareció algunos casos de asesinato y los culpables fueron juzgados y condenados, pero muchos de estos terribles crímenes siguen sin resolverse hasta la fecha.