Opinión

La inflación retrasa la recuperación

    Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España

    elEconomista.es

    El Banco de España duplica el incremento de la inflación respecto a su anterior previsión de diciembre. En concreto, estima que el IPC medio de 2022 será del 7,5% frente al 3,7% pronosticado anteriormente. El organismo avala este cambio por el impacto de la guerra de Ucrania en los precios.

    El dato deja patente que España se encuentra entre las economías que sufren una mayor tasa de inflación, sobre todo si se compara con el resto de la Unión Europea. De hecho, el diferencial del IPC entre nuestro país y la eurozona se amplía al 2,4% en 2022. La causa de esta brecha proviene casi en su totalidad del componente energético. Así lo demuestra el hecho de que la factura eléctrica haya subido un 80% frente al 33% en Europa. Queda así patente que el impacto de los precios en España es mayor que en otros países, lo que supone una muy mala noticia para el consumo, ya que lastra los presupuestos familiares. También constituye un freno para la competitividad de las empresas frente al exterior. Esto afecta a las exportaciones, que fueron claves para que España superara la crisis financiera y la generada por la pandemia del Covid.

    El Banco de España prevé un IPC para España un 50% superior a Europa, lo que lastrará la competitividad empresarial

    La pérdida de estos motores lleva al Banco de España a rebajar las perspectivas de crecimiento para la economía en 2022 en casi un punto, hasta el 4,5% frente al 5,4% de diciembre, lo que augura un estancamiento del nivel del paro que, según el regulador, aún rondará el 13% en 2024. Ante este escenario, el plan de choque que propone el Gobierno solo servirá para reducir en menos del 1% la escalada de los precios. Esta falta de soluciones seguirá frenando el consumo, la actividad empresarial y retrasará la recuperación de los niveles de PIB previos a la pandemia hasta al menos principios de 2024.