Opinión

La inflación amenaza la recuperación

    Luis de Guindos, vicepresidente del BCE

    elEconomista.es

    El Banco Central Europeo cambia su mensaje respecto a la inflación, que en diciembre alcanzó el 5% en la eurozona, y elimina el calificativo de "temporal" al referirse al alza de los precios.

    El encargado de efectuar este giro de enorme calado en la entidad europea ha sido su vicepresidente Luis de Guindos al afirmar que "quizás la alta inflación no sea tan transitoria como preveíamos hace unos meses". El BCE replica así el mismo mensaje que el presidente de la Fed, Jerome Powell, transmitió en noviembre. El cambio de criterio del BCE está plenamente justificado ante evidencias tan claras como la persistencia de los cuellos de botella o el alza de las materias primas. En la misma línea están las previsiones que indican que los precios de la energía seguirán creciendo en 2022, impulsados por el efecto que la crisis del gas, debida al conflicto geopolítico entre Europa y Rusia a cuenta de Ucrania, tendrá en los costes de este hidrocarburo. Ante este escenario resulta acertado que De Guindos advierta de la necesidad de evitar efectos de segunda ronda, que transformarán las subidas de precios en un fenómeno más persistente aún. Unos efectos que en España ya se sienten con medidas tan erróneas como indexar las pensiones al IPC. Evitarlos será fundamental para que la inflación se mantenga por debajo del objetivo del BCE en 2023 y 2024, es decir inferior al 2%. Un porcentaje en el que aún confía De Guindos.

    El BCE deja de considerar transitoria la inflación, lo que puede abocar al supervisor a actuar más rápido de lo previsto

    Con todo, el mero hecho de que el BCE deje de considerar transitorio el aumento de los precios, ya supone una amenaza para el regreso paulatino y ordenado a la ortodoxia en su política monetaria. Si el supervisor europeo se ve finalmente abocado a actuar más rápido de lo previsto, la recuperación económica podría descarrilar.