Opinión
Problemas con los pasaportes de vacunación
Ignacio Vasallo
Cuando vienen mal dadas miramos a las Administraciones para ver si sacan un conejo de sus profundos bolsillos y y nos resuelven el problema. De repente todos somos un poco más socialdemócratas. Los hosteleros, las agencias de viajes y otras empresas dependientes del turismo piden cheques directos amparándose en el texto del Decreto de 1981 que regula los estados de alarma y que obligaría al Estado a indemnizar por sus consecuencias económicas negativas. El Gobierno ofrece ayudas pero, hasta ahora, no directas a fondo perdido. Ya veremos qué pasa con los once mil millones, mientras el PP exige 50.000 millones para el turismo, mas de un tercio del presupuesto disponible de este año.
Pero además también confiamos en que los Estados o la UE emitan unos milagrosos pasaportes de vacunación que permitirían que el turismo arrancara este verano. Y en esto, ¡milagro!,se han puesto todos de acuerdo, Gobierno y oposición, la Union Europea e incluso El Mundo y El País , que pone como ejemplo que los mayores que se vacunen antes, podrán pronto viajar con el Imserso, provistos de su pasaporte sanitario.
Pero en cuanto entramos al detalle el acuerdo desaparece. Merkel asegura que harán falta unos tres meses para que funcione correctamente y Von der Leyen que hacen falta muchos ajustes. El Secretario de Estado de Turismo asegura al Independent que no sera obligatorio, y que los que no lo tengan podrán igualmente viajar a España.
La obligación es acelerar el ritmo de vacunación y no liarse con certificados inútiles
Los partidarios ponen de ejemplo a Israel, que ya ha llegado a acuerdos con Chipre y Grecia para viajar con el pasaporte sanitario- mejor llamarle certificado-. También están avanzados Estonia y Letonia y Suecia y Dinamarca, que ya han anunciado sus propios certificados.
Parece que aquí cada uno habla de lo suyo sin escuchar a los otros. Israel es geográficamente un pequeño Estado militarizado en el que es fácil vacunar a toda la población (excepto a los ultraortodoxos que no se dejan) y Estonia y Letonia, además de pequeños, están plenamente digitalizados. Suecia y Dinamarca son prácticos y seguro que lo harán bien.
Pero vayamos a lo nuestro. Lo que se pretende es un certificado europeo con veinte especificaciones que se integraría en un QR en el teléfono.
Pero resulta que no toda la población tiene teléfonos inteligentes y sabe usar un QR, pongamos que hablamos de los clientes del Imserso. Como nunca va a estar vacunada toda la población- no esta prevista la inyección para los menores de 16 años- y hay países y regiones que van mas deprisa que otros.
Y si no es obligatorio ¿se seguirían imponiendo cuarentenas a los que no lo posean? ¿ No podrán viajar los que se niegan a vacunarse? ¿Quién asegura que los vacunados no contagian? ¿Es un pasaporte que se exige solo en viajes internacionales como los clásicos, o también en viajes nacionales e incluso locales?
Hay una importante demanda contenida y una parte de ella explotará este verano
Todo eso desde el punto de vista legal- una mina para los abogados-. Luego vienen las cuestiones éticas, la discriminación y otros problemas derivados.
En mi opinión la obligación de las Administraciones es proceder a la vacunación de la población de la manera mas rápida y segura y no liarse en certificados inútiles. Esa ya es una tarea suficientemente complicada. Un tercio del personal militar estadounidense se niega a vacunarse y en Alemania hay cierto rechazo a la vacuna de AstraZeneca, provocado oficialmente al dudar de su eficacia en ciertos segmentos de la población.
Vamos ya por el tercer intento intervencionista desde el inicio de la pandemia. Primero vinieron los certificados de covid free emitidos por la Administración del Estado, algunas autonomías e incluso patronales. Pasaron al olvido antes de terminar su implantación. Luego vino el covid radar, tanto en su versión estatal como en alguna autonómica. Muchos lo instalamos pero nunca funcionó. Y vuelven a intentarlo a ver si a la tercera va la vencida .
De cara al turismo de este verano lo que de verdad importa el el nivel de vacunación en los países emisores y el de nuestros destinos turísticos. El ritmo en nuestro principal mercado emisor, Gran Bretaña, nos hace confiar en que en el verano habrá una buena cantidad de viajes entre algunos aeropuertos del Reino Unido y otros de España. También los habrá desde Alemania pero en menor medida.
Hay una importante demanda contenida y una parte de ella explotará este verano.
Dentro de tres meses la situación, inevitablemente mejorará y gran parte de la población estará vacunada . En todos los países a cada vacunado se le da ya un certificado. Debería bastar con ese papel para viajar sin trabas. ¿Si parece sencillo porque complicarlo?