Opinión

Las ayudas directas que pymes y autónomos merecen

    Los pequeños negocios al límite

    Luis Pacheco

    Se dice con frecuencia que las pymes y los autónomos son el corazón económico de España. Sin embargo, a la hora de la verdad, son muy pocos los comprometidos con el pequeño y mediano empresario, con esos hombres y mujeres que dedican su vida a un negocio y que hoy, más que nunca, necesitan un rescate, necesitan realidades en lugar de promesas.

    No voy a repetir el enorme daño que el COVID-19 ha hecho a sectores como el comercio, la restauración y los servicios, porque este es palmario tras ocho meses consecutivos de pérdidas millonarias. Por si fuera poco, la borrasca Filomena paralizó las rebajas de enero durante los días clave tras una campaña de Navidad donde la facturación cayó hasta un 40%, según los datos oficiales.

    Nuestras empresas han llegado al límite de sus fuerzas. La excepcionalidad de esta situación inédita requiere soluciones excepcionales que sean eficaces, porque la mayoría de los negocios ya no admiten más endeudamiento al cargar a sus espaldas con los créditos ICO y las obligaciones que imponen los ERTE. La única salida son las ayudas directas. Y es ahí donde se requiere una Administración comprometida, que crea en la capacidad de su tejido productivo para rearmarse y estar listo al 100% para cuando la economía se cure.

    Buen ejemplo de este compromiso es el Plan de Rescate Ciudadano que el vicepresidente Ignacio Aguado quiere poner en marcha en la Comunidad de Madrid. De los 1.000 millones que contendría el plan, 400 irían destinados a las familias a través de tarjetas monedero, el nuevo Abono 30x30 para jóvenes de 26 a 30 años o el refuerzo de las residencias de mayores. Otros 600 millones recaerían directamente en empresas, pymes, autónomos y trabajadores gracias a inyecciones directas para abonar cuotas y sufragar gastos, además de en proyectos para crear 12.000 empleos directos, garantizar 14.000 puestos en los Centros Especiales de Empleo y brindar formación de calidad a cerca de 30.000 trabajadores.

    Este plan, que se ejecutaría a lo largo de 2021, es la continuación de otras medidas sensatas que Ciudadanos ha logrado poner en marcha en la Comunidad de Madrid, como son el abono de las cuotas de autónomos de los meses de marzo y abril -una medida que el Gobierno central se negó a implantar en toda España- o el Plan Refuerza, que puso sobre la mesa más de 200 millones de euros para fortalecer el sector económico.

    Como pequeño comerciante, es de esperar que este plan salga adelante. Las empresas no admiten más demoras. Las soluciones, como ha ocurrido con la declaración de zona catastrófica de Madrid tras la nevada, deben llegar ya o nuestras pymes y autónomos cerrarán definitivamente.

    No podemos dar la espalda a los servicios, al comercio, a la hostelería, al turismo o a los sectores agrícola y ganadero -doblemente golpeados por el COVID y el temporal-. Tampoco, a los sectores de la formación, la salud, la limpieza, la automoción, la cultura y el ocio y a tantos negocios de todas las clases que han hecho un esfuerzo sobrehumano para adaptarse a la nueva situación y salir adelante.

    Que cunda el ejemplo en otros lugares de España. El momento del Plan de Rescate Ciudadano es ahora.