Opinión
Necesario debate sobre el 'modelo Glovo'
elEconomista.es
El fallo del Supremo que certifica que los repartidores de la plataforma Glovo son falsos autónomos plantea un reto al negocio del reparto a domicilio.
Sin duda, la sentencia debe acatarse pero esa obligación no impide que se entable un debate sobre hasta qué punto su actividad es compatible con una relación laboral a tiempo completo. Ante un problema complejo no valen soluciones rápidas como cargar a los bares y restaurantes con los costes laborales de esas personas. Esa externalización podría ser ilegal. El Gobierno sí podría buscar nuevas fórmulas que doten a esas empresas de mayor flexibilidad laboral si, tras el debate abierto en la sociedad e incluso en el propio Ejecutivo (donde hay una clara discrepancia), se considera necesario para preservar este servicio ahora tan demandado.