Sánchez S.L. y la segunda transición
José María Triper
Mientras Pedro Sánchez peregrinaba por Europa recibiendo negativas y portazos a sus aspiraciones de dinero a fondo perdido y sin condiciones, la prestigiosa Universidad de Cambridge otorgaba a la España del gobierno socialpopulista el vergonzoso título de país que peor gestionó la crisis de la Covid-19 entre los meses de marzo y mayo.
La institución editaba su informe Anual sobre Desarrollo Sostenible que incluye una clasificación con cinco indicadores que miden el comportamiento de los países al inicio de la pandemia y que está encabezada por Corea del Sur con una calificación de 0,9 sobre 1, mientras que España figura en el último lugar con una nota de solo 0,39 puntos.
Para el tándem Sánchez-Iglesias la gestión de gobierno, la salud y la economía de los españoles no son prioridades sino asuntos colaterales
Algo que ya intuíamos porque el gobierno de Sánchez e Iglesias se ha dedicado durante estos meses a utilizar el Estado de Alarma para gobernar por decreto y sin controles al más puro estilo del franquismo, y a gestionar la propaganda, más que a gestionar la crisis sanitaria.
Los hechos están ahí. España no sólo es el país con mayor número de fallecidos en relación con el número de habitantes, incluyendo los más de 15.000 que no cuenta el Gobierno, sino que el esfuerzo de gasto público para combatir la pandemia y sus consecuencias económicas ha sido de sólo el 1,3 por ciento del PIB, frente al 4,4 por ciento, por ejemplo, de Alemania. Y eso, además de sus errores y despilfarro económico en la compra de material sanitario, su retraso en adoptar las medidas de confinamiento o sus múltiples improvisaciones con las mascarillas o los test. Algo que continúa ahora cuando están creciendo los rebrotes y seguimos sin ese marco legislativo al que se comprometieron con Ciudadanos y PNV para que las autonomías puedan combatir el virus o sin ese necesario Pacto por la Sanidad.
Pero es que para el tándem Sánchez-Iglesias la gestión de gobierno, la salud y la economía de los españoles no son prioridades sino asuntos colaterales, porque, como apuntaba la ex dirigente socialista y fundadora de UPyD Rosa Díez, para ellos el objetivo esencial y casi único es "acabar con el sistema del 78 y consumar esa segunda transición que inicio, y de la que hablaba, Rodríguez Zapatero".
Como denuncia Rosa Díez, "el PSOE ha muerto y se ha convertido en Sánchez S.L, una sociedad limitada al servicio de los intereses de Pedro Sánchez"
Durante su participación en los desayunos de The Experience Club en Click Radio y TV, Rosa Díez resaltaba que "el más radical del Gobierno no es Pablo Iglesias, es Pedro Sánchez, un impostor que no tiene ideología ni líneas rojas", y coincidía con quienes denuncian que desde el Gobierno del Estado se está impulsando un proceso de destrucción del Estado de Derecho y las instituciones. "Por eso ha buscado los socios que tiene y para ello está devaluando todas las instituciones como la Monarquía, la Justicia, la Guardia Civil o los medios de comunicación libre e independientes".
Un proceso de cesarismo autoritario que ya ha culminado en el PSOE que en palabras de la ex dirigente de UPyD "ha muerto. Lo ha matado Pedro Sánchez y se ha convertido en Sánchez S.L, una sociedad limitada al servicio de los intereses de Pedro Sánchez".
Recuerdo, al hilo de este comentario, las palabras que en los pasillos del Congreso nos manifestaba un ex barón regional y ex diputado del PSOE, hoy depurado por el sanchismo imperante, a un compañero en este oficio de informar y a quien esto escribe, justo después de que Sánchez derrotara a Susana Díaz en las primarias: "No tiene programa, no tiene proyecto, sólo tiene ambición y es capaz de vender a su padre, de vender al partido y vender a España para conseguir sus objetivos".
Y todo esto con la complicidad, por pasiva, de una sociedad civil anestesiada y sin vertebrar. Y como puntualizaba también Rosa Díez "una sociedad que no está vertebrada es una sociedad débil".