Opinión

Mayores costes para las empresas

    La Seguridad Social reclamará mayores aportaciones a los salarios más altos.

    elEconomista.es

    El Ministerio de Seguridad Social confirma su intención de volver a subir las cotizaciones máximas a la Seguridad Social, esto es, los pagos que hacen los sueldos superiores a los 50.000 euros anuales. Se trata de un paso esperado. Las bases máximas y mínimas suelen modificarse a la vez y el tope más bajo está abocado a cambiarse, después de que se haya producido otra alza en el SMI.

    Además, un análisis superficial podría concluir que, dada la difícil situación en la que se encuentra la Seguridad Social, es razonable reclamar mayores aportaciones a los salarios más altos. La realidad es que estos contribuyentes han visto cómo se elevaban sus aportaciones, de forma ininterrumpida, desde 2013. Desde hecho, sólo en los apenas dos años transcurridos desde la llegada a Moncloa de Pedro Sánchez las cotizaciones máximas han crecido casi un 12% (incluyendo el avance en torno al 3% que se espera para 2020). Debe señalarse que todos estos incrementos se han producido sin que hayan existido contrapartidas en cuanto a la cuantía de las pensiones a las que estas mayores bases deberían dar derecho. Este hecho crea un serio conflicto con el principio de contributividad sobre el que se cimenta la Seguridad Social. Pero, sobre todo, debe tenerse en cuenta el perjuicio que se va a crear a las empresas. Éstas afrontaron un avance continuado de los costes laborales mensuales a lo largo de todo 2019. Al inicio de este ejercicio se ha sumado un nuevo avance del SMI (que ya sitúa su alza por encima del 25% en dos años) y ahora se va a sumar un nuevo incremento en las cotizaciones máximas. Una presión de esta índole pone en serios apuros la capacidad de las firmas de crear empleo.