Motor
Phantom de Rolls-Royce celebra 100 años como icono del arte y la creatividad
Sylvia Longás
Desde Dalí hasta Warhol, el Phantom ha acompañado a los artistas más influyentes del siglo XX y XXI, convirtiéndose en objeto de colección y obra de arte en sí mismo.
En 2025, el Rolls-Royce Phantom cumple 100 años de historia como el máximo exponente de lujo, innovación y creatividad en el mundo del automóvil. Desde su lanzamiento, este modelo ha compartido círculos con algunos de los artistas más relevantes del arte contemporáneo, convirtiéndose no solo en un medio de transporte, sino también en un vehículo de expresión artística y en objeto de colección y exposición.
Entre los nombres más destacados que se relacionaron con Rolls-Royce figuran Salvador Dalí, Andy Warhol, Henri Matisse, Pablo Picasso y Cecil Beaton, así como coleccionistas icónicos como Peggy Guggenheim, Nelson Rockefeller y Jacquelyn de Rothschild.
Dalí, por ejemplo, protagonizó en 1955 un episodio legendario: llenó un Phantom de coliflores y recorrió París antes de una conferencia en la Sorbona, una performance surrealista que hoy inspira una obra de arte contemporánea encargada por la marca.
Más adelante, inmortalizó al Phantom en su grabado Maldoror: Frozen Landscape with a Rolls-Royce (1975), combinando opulencia y absurdo en un paisaje gélido y desolado.
Andy Warhol, considerado sucesor natural de Dalí, también tuvo un Phantom, modelo de 1937 transformado en shooting brake, adquirido en 1972.
Esta relación entre el automóvil y el Pop Art se celebra actualmente mediante reinterpretaciones artísticas que honran su legado cultural.
El espíritu del Éxtasis
La conexión entre Phantom y el arte se extiende a la propia identidad de Rolls-Royce. Desde 1911, cada automóvil ha lucido el icónico Spirit of Ecstasy (el espíritu del Éxtasis), creado por Charles Robinson Sykes, quien combinó inspiración clásica y sensibilidad moderna para reflejar la elegancia y suavidad del vehículo. Sykes supervisó personalmente la producción de cada pieza, y hasta 1948, cada propietario de Phantom adquiría, sin saberlo, una obra de arte original.
Con exposiciones en instituciones como la Saatchi Gallery de Londres o el Smithsonian Design Museum de Nueva York, y en múltiples galerías independientes, el Phantom se ha consolidado como un testigo de un siglo de creatividad. Su legado artístico continúa hoy, reafirmando la alianza entre innovación, lujo y expresión cultural que define a Rolls-Royce.