Motor

¿Pagarías cinco millones de euros por este coche? Parece que lo vale

  • Esta unidad que ahora se subasta por entre 4,5 y 6 millones dólares, fue construida en enero de 1956 por Mercedes-Benz.
  • Rudi Klein tiene en su jungla del automóvil de Los Angeles una colección de coches que son verdadera "chatarra premium".
Así es como se presentará en la subasta esta unidad del Mercedes 300 SL "Alloy Gullwing" que se prevé supere los 5 millones de euros.

Carlos Cancela

RM Sotheby`s subastará a finales de octubre un coche en una estado de conservación muy malo, pero un vehículo muy importante en la historia de Mercedes. Se trata de un 300 SL Gullwing "Alloy", un coche del que solo se hicieron 29 unidades y por el que se podrían pagar más de cinco millones de euros.

La pregunta que cabe hacerse es si merece la pena gastar 5 o 6 millones de euros en adquirir un vehículo como este en un estado de conservación muy malo. Un coche en el que habrá que gastar al menos otro millón de euros para devolverlo a su estado original. Pero está claro que sí, es un coche muy importante en la historia de Mercedes, y pese a su estado, lo merece.

Este 300 SL Gullwing "Alloy" es una verdadera joya de la automoción, una evolución del mítico 300 SL "alas de gaviota" pero que gracias a su ligereza era un coche de competición. Todo ello pese a que su propietario lo ha tenido casi 50 años sin tocarlo en su particular jungla de coches exclusivos, algo parecido a una "chatarrería premium". Todo parece indicar que al final si se podrán pagar esos millones por ese coche. Al menos eso es lo que piensan los responsables de R.M. Sotheby`s.

Su interior de color rojo es el original del vehículo mientras que la pintura exterior cambió de negro a plata.

Esta compañía de subastas prepara una reunión a finales del próximo mes de octubre para vender algunas de las piezas más interesantes de la colección de Rudy Klein. Se trata de un extraño coleccionista de coches y de otros objetos que desde 1967 ha ido "guardando" en un terreno al sur de Los Angeles, sin excesivo cuidado, la verdad, algunas piezas casi únicas. Y ahora, por primera vez en la historia, esta colección, con piezas muy interesantes, sale a subasta.

Todo tipo de coches

En esta colección hay de todo, pero sin duda la pieza más importante es esta, el Mercedes 300 SL Gullwing de 1956. Pese a su estado, es un vehículo muy especial del que solo se hicieron 29 unidades y de las que esta hace el número 26. Lo más importante es que pese a su estado lamentable, todo en él es original. Motor, carrocería, chasis, caja de cambios, ejes, todo es lo que se montó en el modelo original por Mercedes antes de salir de la fábrica en 1956. tan solo su color ha cambiado.

Han sido casi 50 años los que este coche se ha mantenido guardado en un almacén de una chatarrería.

El 300 SL Gullwing era algo parecido a los hypercar actuales, los Mercedes AMG One o Aston Martin Walkiria. Tras el éxito logrado por el W194 en las 24 Horas de Le Mans y en la Carrera Panamericana, Mercedes-Benz decidió crear una versión ligeramente domesticada que los clientes pudieran conducir en la carretera. El importador de Mercedes en Nueva York, Max Hoffman insistió en la producción del modelo para su clientela de élite, el W198, reconocido como 300 SL pero más conocido como "Gullwing" (alas de gaviota). Debutó en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York en 1954.

Una versión de carreras

Un año después del inicio de la producción, el jefe de ingeniería de Mercedes-Benz, propuso que se construyera una variante especial de "competición" del W198, dirigida a los corredores privados. Y así nació esta variante aún más exclusiva del 300 SL, conocida como "alloy", "light version" o versión aligerada por el empleo de una carrocería de aluminio.

Este Gullwing "Alloy", del que solo se hicieron 29 unidades, era un verdadero coche de carreras por su carrocería ligera. También por su motor más potente, la suspensión deportiva o sus ruedas ligeras. También las pantallas laterales o la luneta trasera eran de plexiglas, para reducir el peso al máximo. Todos estos extras le añadían un sobreprecio al 300 SL normal de 1.307 dólares.

Lleva el motor de 6 cilindros del SL pero modificado para ofrecer más potencia necesaria en un coche de carrereas como este.

La unidad que ahora se subasta corresponde al número 26 de esta serie limitada. Se terminó de construir el 12 de enero de 1956 y como detalle curioso, fue el único de los 29 fabricados que se pintó en color negro. Un color que contrastaba a la perfección con el color rojo de la tapicería, que se mantiene original, aunque con notables desperfectos.

Comprado por Luigi Chinetti

Muy curioso resulta que el coche fue pedido a fábrica por Luigi Chinetti, el reconocido importador y piloto de competición de Ferrari. Se dice que decidió adquirir esta vehículo para poder compararlo con la oferta de Ferrari de la época. Pero Chinetti quedó realmente impresionado con el resultado del vehículo alemán. De hecho, lo conservó durante unos 20 años y en este periodo decidió cambiar el color de su pintura, negro, por el tradicional plata de Mercedes.

Rudi Klein, su actual propietario, conoció a Luigi Chinetti mientras asistía a las 500 Millas de Daytona de 1976, y allí acordó comprar el "Alloy Gullwing" por la suma de 30.000 dólares. En el expediente histórico figura una factura de Luigi Chinetti Motors, de fecha 30 de agosto de 1976, que indica que debía realizarse el pago final antes de la entrega el 11 de septiembre. Entonces, hace 48 años, el coche estaba en un perfecto estado de conservación.

El interior está mejor conservado que su exterior pero faltan cosas como el pomo de la palanca de cambios.

Los hijos de Klein creen que el "Alloy Gullwing" fue el único coche entre la colección de varios vehículos importantes de Rudi que nunca condujo ni exhibió. Una vez recibido de Chinetti, el automóvil fue escondido dentro del edificio central del depósito de chatarra, y permaneció allí hasta su exhibición en la reciente subasta de RM Sotheby's Monterey en 2024.

Algunas piezas vendidas

Con el tiempo, como era costumbre de su propietario, se fueron vendiendo algunas piezas, entre ellas los paragolpes delanteros, la palanca de cambios, el juego de herramientas, el gato y la rueda de repuesto. Sin embargo, con 73,387 kilómetros registrados, el automóvil sigue siendo espectacularmente genuino: conserva su motor, caja de cambios, eje trasero, caja de dirección y ejes delanteros originales.

Muy pocos de estos coches de competición que a menudo corrieron y sufrieron accidentes llevaron una vida aparentemente tan benigna y han sobrevivido tan bien. Ahora se lanza en esta subasta como el último Gullwing "Alloy" sin restaurar, que fue propiedad de Luigi Chinetti. Y también el único ejemplar entregado en color negro: un automóvil con lo que con seguridad se puede hablar de una historia irrepetible.