División en el bloque europeo para entrar en una guerra comercial con China tras la subida de aranceles a los coches eléctricos
- España apoya la decisión de la Comisión Europea del alza de las tasas a China
- El plan chino para aliviar los aranceles que impondrá la UE a sus coches eléctricos
- ¿Quién gana y quién pierde con el alza arancelaria a las importaciones de vehículos eléctricos chinos?
Cristian Gallegos, elEconomista.es
Mientras la Unión Europea finalmente golpea a varios fabricantes de coches eléctricos chinos con aranceles de importación prohibitivos que llegan hasta el 38,1%, algunas de las economías más grandes de la región, como la alemana y sueca, están asimilando una posible "guerra comercial" con China. Una situación en la que España se pone del lado de la decisión de la Comisión Europea (CE) por "respaldar a la industria del automóvil europeo".
Con la intención europea de imponer las tasas a partir del próximo 4 de julio, se concluye una larga batalla de lobby que ha dividido a la región entre los países a favor de castigar a China y aquellos nerviosos por la reacción que las represalias chinas podrían tener en sus industrias exportadoras.
Entre los que temen por las represalias, está Alemania y Suecia. Y es que existe nerviosismo por las consecuencias de una posible "guerra comercial" con el gigante asiático, considerando que en estas zonas es donde parten muchos coches hacia Asia y se teme que la réplica sea la misma.
Postura alemana
Al respecto, varios ministros del Gobierno de Alemania se han posicionado en contra de la decisión y piden entablar conversaciones con el Gobierno de Xi Jinping para evitar una "guerra comercial" con el gigante asiático. En esta línea, el vicecanciller, Robert Habeck, ha respaldado poner en marcha paneles de negociación con China para resolver lo que ha calificado como un "estancamiento comercial" y ha advertido de que la Unión Europea se enfrenta a una escalada de tensiones entre los bloques.
"Es crucial que hablemos y lo hagamos ahora", ha asegurado Habeck, al tiempo que ha enfatizado la necesidad de actuar con mesura, ya que insiste en que "los aranceles son siempre el último recurso como medida política y, a menudo, el peor camino que se puede seguir".
Al mismo tiempo, el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, miembro del partido liberal, también ha advertido de las posibles consecuencias de los aranceles punitivos.
"Los aranceles de la Comisión Europea afectarán a las empresas alemanas y a sus productos estrella. Los vehículos deben abaratarse a través de una mayor competencia, mercados abiertos y condiciones de producción significativamente mejores en la UE, no a través de guerras comerciales y la exclusión del mercado", ha dicho en X.
Los coches alemanes que podrían verse afectados
Según informa AP News, la Cámara de Comercio de China ante la UE advirtió que Beijing podría aumentar los aranceles sobre los coches con motores de más de 2,5 litros, una medida que podría afectar a los fabricantes alemanes de vehículos de lujo como Porsche.
Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen fabrican ahora la mayoría de los coches que venden en China en fábricas del país asiático. Sólo el 2% de las ventas de Volkswagen en China son importaciones y, por tanto, vulnerables a aranceles más altos; es el 15% para BMW y el 19% para Mercedes-Benz.
Renault, que exporta vehículos eléctricos fabricados en China pagará el 21%, mientras que Tesla "podrá recibir un tipo de derecho calculado individualmente", aunque la exportación de sus coches fabricados en Shanghai tendrán que pagar la misma tasa que la francesa antes señalada, puntualizó la Comisión Europea y recoge FT.
La empresa de Elon Musk, asimismo, ha pedido a la Unión Europea que someta sus vehículos eléctricos a una tasa arancelaria más baja que la de otros fabricantes que envían automóviles a la UE desde China, argumentando que se ha beneficiado de un apoyo estatal menos sustancial.
Los automóviles europeos que corren el riesgo de verse afectados por los aranceles chinos tienden a ser vehículos de lujo que generan jugosas ganancias, como los vehículos Clase S de Mercedes y los X6 y X7 de BMW. Sin embargo, estos automóviles están dirigidos a clientes ricos que podrían estar dispuestos a pagar precios más altos "siempre que su comportamiento de compra no se considere antipatriótico", según analistas de la firma de investigación Sanford C. Bernstein.
El canciller alemán Olaf Scholz, junto con los legisladores de Suecia y Hungría, también se suma a la preocupación por los aranceles de represalia que podría imponer China.
España y Francia defienden al coche europeo
Tanto España como Francia y España han apoyado la medida de Bruselas. En el caso de nuestro país, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha manifestado que "debemos respaldar la propuesta de la Comisión, como también debemos respaldar nuestra industria europea del automóvil y la española, para que sea una industria moderna y actualizada con peso en los mercados internacionales".
Ribera ha subrayado la importancia del seguimiento y el análisis que están haciendo las instituciones comunitarias de esas ayudas y subvenciones del Gobierno chino, que hacen que el precio de sus coches "pueda estar compitiendo de manera desigual y rompiendo las reglas internacionales de comercio".
"Eso es lo que está analizando la Comisión Europea", ha insistido Ribera, tras resaltar también la "enorme" importancia de la industria del automóvil europea y la necesidad de que se recupere del "retraso en la transformación de las propuestas de movilidad y se decante por la eléctrica".
El favor chino a España
Previamente, el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, pidió al Gobierno de España y, concretamente, a su homólogo en el Ejecutivo central, Carlos Cuerpo, que presione en la Unión Europea (UE) y al resto de socios para facilitar la inversión y el comercio entre el gigante asiático y el bloque comunitario.
Pekín recordó que Francia, Alemania y la UE en su conjunto se han comprometido en "repetidas ocasiones" a evitar una guerra comercial expresando su apoyo al sistema de comercio multilateral basado en reglas y a un entorno equitativo para la competencia.
A modo de conclusión, Fortune explica que los aranceles dejan a la UE en un punto intermedio. "La región depende demasiado de la economía de China para seguir a Estados Unidos al imponer aranceles del 100% a las importaciones de vehículos eléctricos, pero tampoco puede darse el lujo de adoptar un enfoque de laissez-faire en una guerra de precios que sus cruciales fabricantes de automóviles nativos están destinados a perder", sentencia el medio económico.