La falta de acuerdo entre Goodman y el 'hub' sega de nuevo el concurso de Nissan
- Es la única muestra de interés firme por los terrenos que existe ahora mismo
- El problema viene con los inversores del 'hub', cuyos nombres no se han querido revelar
Carles Huguet
Barcelona,
De haberse cumplido las previsiones iniciales, la antigua fábrica de Nissan en Barcelona ya tendría un nuevo inquilino desde hace meses. La mesa de reindustrialización se enredó con la oferta y posterior retirada de la china Great Wall Motors y cuando por fin se seleccionó al hub de descarbonización como candidato idóneo fue la redacción del concurso el que volvió a retrasar el proceso. Una vez despejadas la mayoría de dudas, ahora son las dificultades para llegar a un acuerdo entre el propio hub y su socio Goodman los que demoran de nuevo el procedimiento.
El lunes por la noche, la comisión de reindustrialización pidió al Consorci de la Zona Franca de Barcelona, el propietario de los terrenos, que aplazase de nuevo la fecha límite para presentar las ofertas. Si el plazo vencía el 13 de octubre, ahora termina el 31 de octubre. Se hizo a petición de la alianza Goodman-hub, la única propuesta sólida que existe a día de hoy sobre la mesa.
Todas las fuentes consultadas por elEconomista.es coinciden en señalar que los problemas llegan desde el hub y los inversores que tiene detrás. La financiación del conglomerado de empresas que lideran QEV y B-Tech despertó suspicacias durante todo el procedimiento y nunca se hizo pública. A apenas tres días para que venciera el plazo de presentación de ofertas, no existía un acuerdo entre los fondos que pondrían el dinero y Goodman para repartirse la instalación.
La alianza entre Goodman y el 'hub' es la única muestra de interés sólida que existe a día de hoy
Por ello, pidieron una nueva prórroga para ver si se lograba llega al pacto definitivo. Otras voces, sin embargo, no dudan en asegurar que el contratiempo real es que el hub no consiguió ligar ningún tipo de financiación privada en los últimos meses, por lo que pidió dos semanas extra para buscar un inversor sobre la campana. Sí tendría algunas cartas de interés, pero nada firme.
El conglomerado sí tiene asegurados 105 millones de euros procedentes del Perte del automóvil que le permitirían arrancar con el proyecto, pero más lento de lo esperado.
El Consorci tampoco tenía muchas más opciones. La propuesta de Goodman y el hub es la única muestra de interés firme que encaja con las bases del concurso, pues incluye una parte dedicada al negocio de la automoción. Del resto, no hay noticias. Existe el interés de un consorcio entre Cilsa –formada por el puerto de Barcelona y Merlin Properties- y Mecalux, pero no está claro que su propuesta se adecue a las reglas actuales de la licitación. Para empezar, porque su vertiente industrial está centrada en el negocio de la robotización de almacenes.
La tercera prórroga del contrato de Nissan Zona Franca
Se trata así de la tercera prórroga de una licitación que debía estar lista el 15 de agosto. Sin embargo, las dificultades para encajar dentro de la legalidad los pliegos del documento y los problemas de la candidatura favorita han provocado ya tres retrasos. Y nadie en la mesa se atreve a asegurar que será el último.
Para empezar porque la redacción de Roca Junyent dejó más dudas que certezas en varios apartados. Un ejemplo: el permiso para erigir una segunda altura sobre la nave industrial para hacer logística, algo que está en los planes de Goodman y que no está claro que sea posible hacer.
Otro punto que despertó dudas fue la descontaminación del suelo, algo que en principio debía hacer Nissan. La automovilística nipona además jugará su papel en la negociación una vez el Consorci haya seleccionado la propuesta ganadora. El candidato deberá llegar a un acuerdo con la compañía para adquirirle los activos que quedan en la instalación.
Silence sí pudo firmar en julio su entrada en los terrenos de la Zona Franca
Mientras, los más de 1.000 extrabajadores de Nissan esperan un nuevo empleo. Así llevan prácticamente un año, desde que el 31 de diciembre de 2021 la automovilística japonesa bajó la persiana de su fábrica y culminó el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado meses atrás.
Aunque todavía no hay un operador para la totalidad de los terrenos, el fabricante de motos eléctricas Silence sí firmó a finales de julio el contrato para alquilar 61.078 metros y contrató a los primeros nueve empleados de la marca japonesa. Representa eso sí una pequeña porción de los más de 510.000 metros cuadrados que tiene la parcela en total. De la mano de la compañía dirigida por Carlos Sotelo, la propia Nissan selló el mantenimiento del Centro Técnico que seguirá en su ubicación actual.