Motor

Carlos Tavares advierte del riesgo de la automoción española en la transición energética

  • Reconoce que la electrificación es la tecnología elegida por los políticos, no por la industria

elEconomista.es

El consejero delegado del consorcio automovilístico Stellantis ha advertido del riesgo que corren las fábricas españolas en la carrera por la electrificación.

Así lo ha dado a conocer el mandamás portugués en una entrevista con Les Echos y otros tres medios europeos.

Preguntado por si España seguirá siendo un importante centro industrial para el consorcio, Tavares ha reconocido que "en las últimas décadas, España ha buscado y conseguido tener un fuerte desarrollo industrial, se ha convertido en el segundo productor de automoción de Europa, por detrás de Alemania, pero por delante de Italia y Francia. El Estado, las empresas y los sindicatos han logrado trabajar juntos".

"La pregunta a la que se enfrenta España es: ¿quiere perder lo que ha conseguido en los últimos veinte o treinta años? ¿O quiere que sea fructífero? Esto obviamente depende mucho de la velocidad y la dinámica que el gobierno español quiera estimular. Si las cosas no van rápido, el trabajo de los últimos veinte o treinta años corre el riesgo de perderse porque las cosas van muy, muy, muy rápido", ha reconocido el directivo, cuyo grupo tiene fábricas en Vigo, Zaragoza y Madrid.

Por otra parte, el consejero delegado de Stellantis, grupo que celebra su primer año tras la fusión, ha reconocido que el Gobierno español no ha contactado con el consorcio automovilístico francoitaloamericano para que se establezca una fábrica de baterías en España.

Así, Tavares no ha descartado que España pueda contar con una fábrica de baterías, pero sí ha reconocido que "España no es uno de los estados europeos que se han movido rápido. También vemos que en España la proporción de ventas de vehículos eléctricos es menor que en otros lugares. Puede haber más aprensión pública. El plan de recuperación europeo está ayudando a España y Stellantis está bastante abierto a discutirlo con el gobierno español. Pero por el momento, no hemos sido solicitados por el gobierno".

Hasta la fecha, Stellantis ha anunciado una fábrica de baterías en Douvrin (Francia), en Kaiserslautern (Alemania) y la última será la de Termoli (Italia), una fábrica de Fiat dedicada a la producción de motores, aunque ha asegurado que las negociaciones con el Gobierno italiano aún no han terminado. Asimismo, el consorcio también contará con dos gigafactorías en Norteamérica, una que irá de la mano de LG Energy Solutions y otra que se desarrollará junto a Samsung SDI.

Además, ha apuntado que "la electrificación es la tecnología elegida por los políticos, no por la industria". Y es que, en su opinión, "había métodos más baratos y rápidos para reducir las emisiones que este. El método elegido no permite que los fabricantes de automóviles sean creativos al traer diferentes ideas de electrificación. Pero es una elección política".

Ante esta situación, el objetivo que se ha marcado Tavares para su grupo, que aglutina a 14 marcas distintas, es "limitar al máximo el 50% del coste adicional de la electricidad, en cinco años, lo que se traduce en un 10% de ganancias de productividad de media al año, mientras que la industria del automóvil, especialmente en Europa, consigue entre un 2% y un 3% ganancias por año! ¡Se trata pues de pasar del 2% o 3% al 10% anual!".

Precio de los coches eléctricos

Por otra parte, el directivo ha reconocido que la estrategia de decantarse por el valor frente a los volúmenes ha sido la acertada. Así, Tavares asegura que "cuando analizábamos, en 2013-2014, qué había que hacer para darle la vuelta a PSA, entendimos que no era normal vender nuestros productos más baratos que la competencia".

No obstante, el máximo directivo surgido tras la fusión de los grupos PSA y FCA ha señalado que existe el riesgo de que la clase media quede excluida. Así, Tavares ha asegurado que "este riesgo existe si no reducimos nuestros costes. Pero también son las nuevas tecnologías las que hacen subir los precios, especialmente las tecnologías eléctricas, un 50% más caras que las tecnologías térmicas".

El cambio crea el riesgo social

Ante la acelerada electrificación, Tavares ha mantenido la postura que defendió en la presentación de Stellantis y ha reiterado que "normalmente cumplo mis promesas, pero también tenemos que seguir siendo competitivos". Además, ha recordado que el futuro de las plantas también dependerá de las restricciones políticas sobre la descarbonización en Europa y sus consecuencias en el mercado automotriz.

"Es evidente que si prohibimos, como se ha decidido, la venta de vehículos térmicos a partir de 2035 en Europa, tendremos que empezar a transformar muy rápidamente todas las fábricas", ha comentado. Por ello, el consejero delegado de Stellantis también ha afirmado que cuentan con todo un ecosistema de subcontratistas a su alrededor, los cuales se tendrán que mover tan rápido como ellos. Así, reconoce que "la brutalidad del cambio en lo qu ecrea el riesgo social".