Bolsa, mercados y cotizaciones

El euro visita mínimos frente a un dólar aupado por la Fed y la guerra comercial

  • La moneda europea toca niveles no vistos a un cierre en casi 13 meses

Víctor Blanco Moro

Los inversores alcistas en el euro parecen haber hecho las maletas en el arranque de la semana: la divisa europea llegó a caer ayer un 0,33% en la sesión, tocando los 1,153 dólares por euro, un nivel inferior al cierre de sesión más bajo que se ha visto en 13 meses. La divisa europea no está pasando por un verano alcista frente al billete verde, moviéndose desde mediados de mayo por debajo de los 1,18 dólares.

Los expertos señalan a la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y a la condición de refugio del dólar estadounidense en plena guerra comercial como las dos causas principales que están detrás de la fortaleza del dólar. Esto, combinado con un euro que todavía tiene que lidiar con las turbulencias italianas, parece ser el cóctel que está dando combustible a la moneda de EEUU durante los últimos meses.

Hay que resaltar que, tomando los 10 cruces más cotizados del mercado, el dólar en 2018 sólo cae frente al yen japonés, otra moneda que habitualmente se revaloriza cuando llegan problemas. "El dólar está actuando como cobertura contra el riesgo de una guerra comercial abierta", explica Víctor Alvargonzález, fundador de Nextep Finance. El experto destaca cómo "cada vez que va a más la guerra comercial, va a más la cotización del dólar". Eso sí, "el principal motor de la divisa estadounidense son las subidas de tipos de interés en Estados Unidos, que genera un diferencial de tipos favorable a colocar dinero en dólares. Donde se pague mejor el dinero, va el dinero", explica Alvargonzález.

La política italiana, un lastre

Por la parte del dólar la situación no parece ahora halagüeña para los alcistas en el euro. Sin embargo, la situación en Europa tampoco es para tirar cohetes: mientras el Banco Central Europeo todavía no da pistas claras sobre la primera subida de tipos en la región desde la crisis -el organismo ha señalado que habrá que esperar al menos hasta después de verano de 2019-, el panorama político no es demasiado alentador para la divisa. De hecho, los mínimos del euro en 2018, a finales de mayo, coincidieron con el momento de más tensión en la deuda italiana. Ahora, con la divisa visitando de nuevo los mínimos anuales, el repunte en la rentabilidad de la deuda transalpina ha sido destacable.

Desde MSCI examinan dos escenarios hipotéticos de problemas para Italia por las políticas populistas: el primero de estos supuestos, considerado "el suave" por MSCI, valora la posibilidad de que el país sufra una crisis de deuda. "Las expectativas de los mercados se basan, en parte, en la idea de que un aumento en el gasto del Gobierno en programas sociales contribuirán en un déficit fiscal más elevado, y que derogar la reforma laboral de gobiernos anteriores puede llevar a una caída de la competitividad y a un frenazo económico". Esto podría "aumentar los costes de financiación y meter en problemas a un sector bancario que ya de por sí está en problemas", explican desde MSCI, donde creen que, de ocurrir, esto haría que la economía italiana se contrajese hasta un 3% y la inflación repuntase ese mismo porcentaje. La firma avisa de posibles caídas del 26% en la bolsa italiana si ocurriese.

El segundo escenario valora directamente la posibilidad de que Italia abandone la eurozona, el llamado Quitaly. Segú MSCI, las tensiones de la deuda podrían hacer que Italia abandone la Unión, lo que, según su modelo, generaría una caída del 50% en la bolsa italiana, y del 30% en la europea. El bono italiano podría subir casi 500 puntos básicos en rentabilidad, explica MSCI.