Bolsa, mercados y cotizaciones
La bolsa alemana afronta un verano incierto pendiente del conflicto comercial
Europa Press
La bolsa alemana se enfrenta a un verano incierto, pendiente de cómo evolucione el conflicto comercial desatado por Estados Unidos, aunque la mayoría de los analistas esperan que la sangre no llegue al río y el Dax pueda acabar el año bastante por encima de su nivel actual.
La amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles de hasta el 25 por ciento a la importación de automóviles europeos planea como una nube negra sobre el principal indicador alemán, en el que tienen un considerable peso las grandes y eminentemente exportadoras firmas automovilísticas germanas.
El Dax cayó hace diez días por debajo de la barrera psicológica de los 12.400 puntos, considerado un importante punto de resistencia a la hora de frenar mayores descensos. Sin embargo, ya el pasado marzo había traspasado ese tope y llegado a caer hasta los 11.787,96 puntos, lo que no impidió que apenas mes y medio después superase los 13.000, no lejos de su máximo histórico de 13.591 puntos que alcanzó en enero de este año.
El jefe de estrategia de mercado de la división de gestión de activos del banco Santander Deutschland, Klaus Schrüfer, considera que a finales de año el principal indicador bursátil alemán se situará en 13.700 puntos y a mediados de 2019 en 14.200.
Schrüfer cree que el mercado ya "ha descontado lo fundamental del conflicto comercial" al igual que la crisis del gobierno alemán por la cuestión migratoria o las tensiones en la eurozona a causa del nuevo gobierno italiano.
Los inversores cuentan con los últimos coletazos de la fiesta de liquidez
Respecto a la política monetaria, el analista considera que una vez que el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que los tipos de interés no subirán al menos hasta el verano del próximo año, los inversores cuentan con que la política monetaria continuará siendo expansiva por el momento.
Christoph Ohme, gestor de acciones alemanas en DWS, la división de fondos de inversión del Deutsche Bank, augura que la Bolsa de Fráncfort sufrirá en verano una fase de volatilidad hasta que los temores en relación con el conflicto comercial comiencen a estabilizarse.
Este experto pone el énfasis en el golpe que supondría para el sector del motor alemán y los fabricantes de componentes si Estados Unidos acaba imponiendo aranceles a los automóviles europeos, así como en las consecuencias indirectas derivadas de la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Varias firmas alemanas como Daimler y BMW cuentan con grandes plantas de producción en EE.UU. desde las que fabrican vehículos para el mercado chino que se verían afectadas por la amenaza china de imponer aranceles a sus importaciones norteamericanas.
Aunque en las últimas semanas los factores de inseguridad han aumentado, Ohme espera que las amenazas de EE.UU. no acaben por concretarse o que lo hagan a un nivel bastante menor del anunciado, al igual que ha ocurrido anteriormente con otras advertencias de Trump.
En este sentido, también estima que, tras la volatilidad del verano -y siempre que remita la tensión comercial-, el mercado alemán se estabilizará y comenzará a recuperarse en otoño por lo que a mediados del próximo año el Dax se situaría en torno a los 13.500 puntos.
Respecto a la situación italiana, cree que se encontrarán "salidas razonables" y, en relación con la política monetaria, opina que el fin de las compras de deuda del BCE -anunciado para el final de este año y que han beneficiado notablemente a la bolsa alemana- no tendrá tanta importancia para el mercado como el alejamiento de la subida de tipos hasta el otoño de 2019.
"La evolución del Dax depende en gran medida de cómo evolucione el conflicto comercial, que si sigue escalando tendrá serias consecuencias", advierte.
El pasado jueves el tono más conciliador de Trump respecto a la amenaza de imposición de aranceles a los automóviles europeos y la mera posibilidad de que ambas partes pudiesen alcanzar un acuerdo llevaron a que subieran como la espuma las acciones de los fabricantes del sector en Fráncfort.
En el conjunto de la semana el propio Dax consiguió recuperarse casi un 2,5 por ciento y volver a auparse ligeramente por encima de la barrera de los 12.400 puntos.
Pero los analistas destacan que la inseguridad sigue latente y la volatilidad continuará todavía varias semanas con los inversores pendientes de la próxima sorpresa de Trump.