Bolsa, mercados y cotizaciones

...pese a que el bono supere la barrera del 3% y aparezcan peligros en el horizonte

  • Entre los principales figura el aumento de los rendimientos de la renta fija
  • También la jubilación de 75 millones de 'baby boomers'

José Luis de Haro

Con el S&P 500 y el Dow Jones acumulando una rentabilidad negativa desde el inicio de año, solo el Nasdaq aguanta el chaparrón que desborda a los inversores de la bolsa americana. Un bastión cuyo aguante también pende del acecho regulatorio que enfrentan algunos de sus titanes, véanse Facebook, Alphabet o Amazon, por mencionar algunos, en un momento en que navegar las aguas bursátiles es cada vez más crispado.

Sobre el parqué neoyorquino, Ken Polcari, director de operaciones de O'Neil Securities, menciona "un dólar más fuerte, la inflación en ciernes o las subidas de tipos" como "factores de preocupación" que, eso sí, cualquier cartera bien posicionada debería capear sin sobresaltos. Al fin y al cabo, como apunta Ben Snider, estratega de Goldman Sachs, las recompras de acciones crecerán este año un 23%, hasta los 650.000 millones de dólares, las compras y fusiones en el primer trimestre del año han alcanzado los 473.000 millones de dólares (un aumento internanual del 66 por ciento) y el mercado favorece "a las compañías que estén invirtiendo en el crecimiento futuro".

Luces y sombras que no disipan los temores que pueden perturbar a la renta variable estadounidense. Al fin y al cabo, tras nueve años de escalada continua, los sustos pueden llegar tanto de las tendencias cíclicas, eventos geopolíticos y achaques estructurales en ciernes.

Quizás, uno de los eventos al que los inversores prestan una mayor atención es el hecho de que la rentabilidad del bono americano a 10 años sobrepasó esta semana la cota psicológica del 3%. Una meta que para Paul Donovan, economista jefe de UBS, "es tan solo un número redondo que gusta a los operadores de renta fija, por su simplismo", argumenta. "Económicamente hablando, no supone una diferencia significativa del 2,98%", añade.

Para los expertos de Legg Mason, esta situación, como señala Donovan, no indica en absoluto una recesión inminente en Estados Unidos, ni que el mercado de renta fija esté reflejando su opinión sobre la duración de los estímulos previstos durante la era Trump. Sin embargo, sí que sugiere que, detrás de la subida de los tipos a diez años, podría esconderse algo más que solo simbolismo: "Podría reflejar que una parte del mercado está mirando más allá de la economía actual y descontando uno de los futuros escenarios posibles", indicaban en un informe a sus clientes.

Polcari reconoce que el rendimiento en el 3%, junto a las proyecciones mixtas de algunas compañías, "agitan" a los inversores. "El mercado se ha vuelto más sensible a los informes trimestrales y económicos", asegura, recordando que con las tasas cercanas a cero durante la última década, no había realmente otro lugar que la bolsa para buscar rentabilidad.

Más allá de los datos macro, la inflación y el diagrama de puntos de la Fed, las elecciones legislativas del próximo noviembre también pueden jugar en contra de la tendencia alcista. Desde 1946, el S&P 500 ha caído la mitad de las veces durante los seis meses previos que los miembros del Capitolio se han enfrentado a las urnas. En dichos episodios, la caída media ha sido del 1,1% pero en cinco de nueve ocasiones, los recortes del índice por excelencia en Wall Street llegaron a alcanzar el doble dígito.

Esta dinámica puede aventurar aún más preocupaciones entre los inversores si tenemos en cuenta que cuando las legislativas coinciden con la primera legislatura de un presidente, en este caso el republicano Donald Trump, la volatilidad y las posibles ventas suelen ser más acusadas durante los meses previos a la jornada electoral. "El S&P 500 perdió una media del 3% en los seis meses previos a las elecciones legislativas durante el primer término de un presidente, registrando rendimientos negativos en el 60% de las ocasiones", apunta Sam Stovall, director de inversiones de CFRA.

De hecho, las próximas elecciones pueden ser perjudiciales para el dominio republicano en el Capitolio, lo que puede verse reflejado en la rentabilidad del precio del S&P 500 en los próximos meses. A ojos de Stovall, los inversores ya anticipan esta incertidumbre virando sus posiciones hacia sectores defensivos.

La bolsa americana también enfrenta un problema demográfico de fondo. Cerca de 75 millones de baby boomers, aquellos nacidos entre 1946 y 1964 y una generación clave para la bolsa americana, comienzan ya a soplar las 70 velas. Es a partir de esta edad cuando empieza a ser obligatorio comenzar a retirar fondos de planes de pensiones, como los IRA, que benefician el ahorro para la jubilación con ventajas fiscales.