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España ya paga el interés más bajo de Europa por los depósitos: 0,15%
- En 2008 llegó a dar un 5%, récord histórico solo superada por Grecia
- Solo Italia, Francia y Grecia ofrecen un interés superior al 1%
Cristina García
Hubo un tiempo en el que España ofrecía los depósitos más rentables de prácticamente toda Europa. Fue en 2008, cuando los bancos españoles se vieron obligados, ante la imposibilidad de financiarse en los mercados tras el estallido de la crisis de las hipotecas 'subprime', a lanzar depósitos 'extratipados' que rentaban, de media, un 5%. Entonces solo Grecia pagaba más: un 5,3%. Ocho años después el escenario ha cambiado por completo. Ahora las entidades españolas son las que menos pagan a los hogares por este producto en Europa, junto a Irlanda: un 0,15%, según datos del Banco Central Europeo (BCE).
Da igual dónde se busque: Italia, Portugal, Francia o incluso Alemania... El tipo de interés aplicado a los nuevos depósitos concedidos a las familias es más elevado que en España. Dos avisos por parte de los reguladores para aminorar la lucha por el pasivo a golpe de elevadas rentabilidades -el Real Decreto de 2011, conocido como la Ley Salgado y la advertencia del Banco de España de 2013- y una reestructuración del sector no son los únicos factores que explican que la situación se haya revertido.
Para Rose Marie Boudeguer, directora del servicio de estudios de Banca March, la clave de que hoy los bancos españoles ofrezcan un rendimiento menor que sus homólogos europeos por las imposiciones se encuentra, fundamentalmente, en "la bajada de los créditos concedidos, que provoca que las entidades tampoco estén interesadas en captar demasiado dinero porque no tienen cómo rentabilizarlo".
Su opinión coincide con la de Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, que incide, además, en que a la reducción del saldo total de crédito se une el cambio de estrategia de la banca que "es la que dirige el mercado de ahorro e inversión" en nuestro país. "Las entidades se han lanzado a vender fondos y otros productos cuyo margen sobre la cuenta de resultados les deja más dinero y, además, tampoco consumen recursos propios", argumenta.
Atrás quedan ya los extratipos de 2008, cuando Bankinter llegó a ofrecer de forma promocional un 11% el primer mes en su depósito bienvenida, o los de 2012, cuando se vivió un nuevo pico de tensión en la guerra del pasivo liderado por Popular y su depósito Gasol al 3,75%. Y pese a ello, las familias españolas aún destinan un 40% de su ahorro financiero al depósito, lo que se traduce en más de 761.000 millones de euros. Una cifra superior incluso a la vista en sus años gloriosos. Solo los hogares de Alemania, Francia e Italia dedican importes superiores a invertir en depósitos.
Aunque todos estos países se benefician de la barra libre de liquidez ofrecida por el BCE, que les permite obtener financiación barata en los mercados de capitales, en algunos de ellos aún se pueden conseguir retornos del 1%. Es el caso de Grecia o Italia, donde ambos sectores financieros atraviesan una situación comprometida o Francia, "donde los bancos se dedican más al negocio retail que al de banca de inversión", explica Boudeguer. Otro de los argumentos que pueden justificar lo que ocurre en el mercado bancario galo es que sus entidades han conseguido sacar un diferencial atractivo al crédito concedido y a otros productos de inversión, así como mantener bajas tasas de morosidad, explican fuentes de mercado.
El escenario que está por venir
A pesar de que el rendimiento de las imposiciones en España ha tocado un mínimo histórico, en el 0,15%, algunos expertos no descartan nuevas bajadas a corto plazo. "En los años posteriores a la crisis financiera, el sector se deshizo de sus NPL (activos tóxicos o morosos) e implementó medidas para fortalecer el capital. Fue un éxito. Hoy en día, la prioridad es aumentar la rentabilidad. Para ello, no me sorprendería que la media de los tipos de interés de los depósitos fueran un poco más bajos en los próximos trimestres, hasta el 0,10%. Es una medida muy poco amigable de cara al cliente, pero un paso necesario para el sector", opina Christopher Dembik, economista de Saxo Bank.
Sin embargo, a más largo plazo, el rendimiento futuro del que un día fue el producto de ahorro estrella está ligado a la política de tipos de interés que aplica el BCE. Cuando el precio oficial del dinero sube, la banca se ve obligada a revisar al alza la remuneración que ofrece por su pasivo (y al revés). En base a este mismo argumento, en opinión de Boudeguer, "el interés de los depósitos en España ha tocado fondo, a menos que hubiera imprevistos, como que la Fed no subiera tipos en diciembre. Pero si todo sigue la lógica y la eurozona sigue mejorando, el BCE no aumentará los estímulos mucho más por lo que la rentabilidad de los plazos fijos debería repuntar un poco".