Bolsa, mercados y cotizaciones
Cinco años de los máximos del oro... y el riesgo mundial es un 30% menor
Víctor Blanco Moro
El 22 de agosto de 2011, hace exactamente 5 años, el oro, metal precioso por excelencia, cerraba la jornada en un precio histórico: 1.888,7 dólares por onza, un nivel que nunca se ha vuelto a alcanzar a un cierre de sesión -en septiembre llegó a tocar máximos en el intradía, en los 1.920 dólares-. Un lustro después, el metal, considerado un termómetro del riesgo mundial, cotiza en los 1.344 dólares, casi un tercio más barato que entonces.
En aquel momento, entre 2010 y 2012, Europa tenía que lidiar con la crisis de deuda soberana y grandes problemas en el sector bancario, después de la recesión que provocó la quiebra de Lehman Brothers. El atractivo del oro como activo refugio por excelencia -los inversores suelen acudir a él en momentos complicados, como alternativa a otros activos de más riesgo-, llevó al mercado a comprar hasta que su precio alcanzó niveles nunca vistos.
Sin embargo, desde entonces, gracias a una mayor estabilidad en la situación económica global -Draghi y el BCE fueron una pieza clave en la solución de la crisis de 2011 en Europa-, el precio del oro fue estabilizándose, hasta caer por debajo de los 1.100 dólares a finales del año 2015, un nivel que no se veía desde el año 2010.
Remontada en 2016
El inicio del año llegó con buenas noticias para los alcistas en oro: después de que la Fed subiese los tipos de interés por primera vez en años, China optó por volver a devaluar el yuan -ya lo había hecho en agosto-, una decisión que generó un torbellino en las bolsas mundiales... y un avance del 5,3% para el precio del metal dorado en el primer mes del año.
Además, la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía global era importante: Draghi anunció nuevas medidas de estímulo en marzo -compras de deuda corporativa y un aumento en la cantidad de bonos soberanos que adquiere-, para intentar apuntalar el aumento de la inflación y el crecimiento en la eurozona.
Mientras Janet Yellen, presidenta de la Fed estadounidense, no se decidía por subir los tipos de interés, una situación que continúa todavía hoy, y está dando alas al metal -los periodos de bajos tipos benefician a los alcistas en oro-. El restultado ha sido una subida de casi el 25% para el precio del metal en lo que va de año. Hernán Sánchez, analista de CMC Markets, explica sobre el metal que "en momentos de incertidumbre siempre veremos como se revaloriza. El último ejemplo ha sido el Brexit, en el que hemos visto cómo se ha revalorizado".
No volverá a 1.900 dólares
El buen momento que está viviendo el oro este año podría haber terminado: según la opinión de los expertos que maneja Bloomberg, el metal caerá hasta el entorno de los 1.300 dólares -caídas del 3%-, y no alcanzará los 1.400 dólares de aquí a 2018. Hernán Sánchez destaca que "aunque actualmente existen incertidumbres en el horizonte que afectan a los mercados y economías globales, a día de hoy estas no serán suficientes para que veamos al oro en los máximos de 2011, en plena crisis financiera europea".
Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, coincide con Sánchez al destacar que "en principio no volverá a los niveles de 2011. Su cotización estuvo muy ligada al pánico de aquel año, cuando teníamos un montón de problemas, como el rescate de la banca. Ahora, yo descartaría una fuerte subida de metal; confío en que haya estabilidad".
Y es que la situación es ahora más estable que hace unos meses, a pesar de que Europa y su sector bancario siguen siendo motivo de preocupación: el miedo al Brexit parece haber sido superado por los mercados, mientras la devaluación China es un problema del pasado. Además, las encuestas dan a Hillary Clinton la victoria frente a Trump.