Bolsa, mercados y cotizaciones

Cinco factores que romperán la mala racha económica de Latinoamérica


    José Luis de Haro

    En estos momentos las economías de Latinoamérica están viviendo el que podría ser su peor periodo macroeconómico desde la década de los ochenta: según el FMI, la expectativa es de una contracción del 0,2% en 2015 y de un exiguo crecimiento del 0,8% en 2016. Sin duda, esta no es la primera vez que Latinoamérica atraviesa un periodo lo bastante complicado como para ver sacudida la estructura de su base económica.

    1.- El petróleo y las materias primas rompen la prolongada tendencia bajista

    Tan pronto como las materias primas dejen de estar aquejadas del exceso de oferta, las divisas de la región empezarán a estabilizarse junto a los mercados de valores, especialmente los de las tres grandes economías: Brasil, Chile y Colombia.

    Este indicador puede complementarse observando las acciones de las empresas más sensibles a las fluctuaciones de los productos y materias primas industriales relacionados con la energía: Vale, Petrobras y Ecopetrol.

    2.- El USD rompe su tendencia alcista

    Un USD fuerte supone reducción de liquidez en todo el mundo, lo que genera un menor apetito por los activos de riesgo.

    Así como el exceso de dólares hizo subir los activos de mercados emergentes en el periodo de bonanza de 2009-2012, el ciclo podría repetirse una vez que la divisa de reservas globales invierta su persistente tendencia alcista.

    3.- Una atrevida política monetaria en la región

    Las divisas latinoamericanas siguieron debilitándose a pesar de las subidas de los tipos de interés reales. Ahora, los bancos centrales de la región deberían adoptar una postura más agresiva de recortes de tipos, al tiempo que gestionan la inflación.

    Esa medida enviará una señal clara a los mercados de que las autoridades de Latinoamérica están colocando el crecimiento como prioridad de sus agendas, una elección que sería adecuada en la coyuntura actual.

    4.- Las curvas de rendimientos empiezan a positivizarse

    Como las curvas de rendimientos ayudan a interpretar las expectativas de los mercados sobre la dirección de la economía, es importante seguir atentos a si el diferencial entre el extremo largo y el corto adquiere una forma positiva.

    Esa forma estaría apuntando a la recuperación, ya que reflejaría una mejora de la liquidez a corto plazo, que es muy necesaria para engrasar las ruedas del crecimiento de esas economías.

    5.- Los diferenciales del crédito empiezan a contraerse

    La indigestión de los títulos latinoamericanos se ha reflejado claramente en el aumento acelerado de los diferenciales del crédito en los dos últimos años. Según el índice BofA Merrill Lynch, la burbuja del crédito llegó a su máximo en junio de 2014, cuando los diferenciales tocaron fondo en 330 puntos básicos, un nivel comparable al registrado en octubre de 2007 (unos meses antes de la crisis de 2008).

    Sin embargo, en los últimos dos años los diferenciales del crédito han alcanzado niveles casi de estrés en torno a 900 puntos básicos, acercándose incluso a los extremos observados en la crisis de 2008.