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¿Espera el mercado una intervención del BCE? El euro cae tras el IPC de España

  • Draghi podría repetir el patrón de 2012 con el que estabilizó la crisis de deuda
Mario Draghi, presidente del BCE. <i>Foto: Reuters</i>


Gráfico EURUSD

Los mercados de divisas quieren creer que el BCE actuará si se confirma que la deflación se impone en la Eurozona. Al menos eso se puede deducir del movimiento brusco a la baja que ha realizado hoy el euro tras conocerse que el IPC de España volvió a terreno negativo en marzo al situar su tasa en el -0,2%. La moneda única ha llegado a caer hasta las inmediaciones de los 1,370 dólares cuando a primera hora se movía en un 1,3745.

El debate, al menos está sobre la mesa, y los miembros del Banco Central Europeo (BCE) no lo rehúyen. La institución monetaria se reúne el próximo jueves y la rueda de prensa posterior de Mario Draghi, su presidente, acaparará la atención.

De momento parece que en el BCE no hay miedo a la deflación, una caída de precios prolongada que pueda frenar la recuperación y convertir a la Eurozona (o a algunos de sus miembros) en un nuevo Japón. Sin embargo, varios miembros han advertido públicamente de que el riesgo existe, y que no dudarán en actuar si ese riesgo se concreta. No hay que olvidar que el objetivo de inflación del BCE es del 2% para el conjunto de la Eurozona, y actualmente se sitúa en el 0,7%.

Además, parece que el principal opositor a las medidas extraordinarias de las que se viene hablando en el último año, Alemania, podría haber abierto la mano y flexibilizado su postura. El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, se mostraba partidario esta semana de establecer un tipo negativo en los depósitos del BCE y no descartaba un programa de estímulos en forma de compra de activos bancarios.

Cualquiera de estas medidas tendría, desde luego, un impacto inmediato en el euro, que se vería debilitado. De hecho, tanto Weidmann como Draghi han apuntado al fuerte tipo de cambio como uno de los riesgos a los que se enfrenta la Eurozona. Aunque puntualizando que no es objetivo de su política, la mera mención del cambio hace bastante posible que el BCE actúe de una manera u otra. Y el mercado de divisas también parece creerlo.

"Unos datos de inflación decepcionantes elevarán las expectativas del mercado para una rebaja de tipos", explicó a la agencia Bloomberg el analista Masato Yanagiya, de Sumitomo Mitsui. "Los miembros del BCE no están contentos viendo al euro acercarse a los 1,40 dólares, por lo que probablemente intentarán mantenerlo más bajo controlando las expectativas de una mayor intervención".

Un nuevo "momento Draghi"

Precisamente el pasado 13 de marzo el euro tocó su máximo anual intradía en 1,3967 dólares. Ese mismo día, Draghi salió a la palestra, apuntando directamente contra el euro en un discurso y reconociendo que el BCE tiene preparadas medidas adicionales. Y su intervención verbal se ha empezado a notar. Desde aquel día el euro ha caído cerca de un 2%.

Sus palabras recuerdan a 2012, cuando en plena crisis de deuda pronunció su famoso discurso ante inversores en Londres en el que anunció que haría todo lo que fuera necesario para salvar el euro y asumiendo que las primas de riesgo eran un problema del BCE. Desde entonces, las primas de riesgo cayeron con fuerza, se estabilizó la crisis de deuda y desaparecieron del mercado las expectativas de una ruptura de la moneda única. Draghi tuvo su momento.

Bien es cierto que entonces sus palabras fueron refrendadas con la puesta en marcha en septiembre de ese año de un programa de compra de deuda soberana, poniendo sobre la mesa un arma nueva que todavía no ha tenido que utilizar. Ahora, Draghi también ha asumido que el tipo de cambio del euro (y su influencia en los precios) es un problema del BCE.

Si repite el patrón, el primer paso ya lo habría dado. Solo queda por ver si sus palabras, al igual que en 2012, se ven respaldadas por nuevas actuaciones del BCE que alejen el fantasma de la deflación del mismo modo que alejaron el fantasma de la desaparición del euro.