Bolsa, mercados y cotizaciones
El indicador que predijo la inflación post-covid en EEUU vuelve a acelerar por los aranceles de Trump
- El índice de coches usados toca máximos de 2023 y el nivel de 2020 previo a la ola inflacionista
- Los aranceles de Trump al sector del automóvil se contagia al mercado de segunda mano
- Un repunte inflacionista impedirá que la Fed pueda bajar tipos como exige Trump
Víctor Ventura, Víctor Blanco Moro
Madrid,
En EEUU, tener un coche es prácticamente una obligación para todos sus habitantes, y eso hace que los indicadores económicos relacionados con ellos sean una señal muy clara de qué está pasando en el país. Y las cifras de este miércoles han vuelto a disparar las alertas: el índice de precios de los coches usados, que ya predijo la crisis inflacionaria tras la pandemia, ha vuelto a repuntar con fuerza por culpa de los aranceles de Donald Trump.
Según los datos del Índice de Precios de Vehículos Usados de Mahneim, el principal de este sector en EEUU, el precio de los coches de segunda mano ha crecido en junio de este año un 6,3% interanual, su mayor alza desde agosto de 2023. Esta cifra, casualmente, es la misma que la subida registrada en junio de 2020, cuando se empezó a notar un alza inflacionaria por las interrupciones a la cadena de suministro provocadas por el covid.
Esta vez, sin embargo, la culpa tiene nombre y apellidos: Donald Trump. Los aranceles del presidente al sector del automóvil han hecho caer las ventas de vehículos nuevos, según los datos de la Fed, mientras que los inventarios siguen en mínimos históricos. La incertidumbre y el aumento de precios de las piezas tiene dudando a las fábricas, tras varios años de fuertes subidas de precios. Y el mercado de coches de segunda mano, donde se refugian los muchos compradores que no pueden permitirse pagar un vehículo nuevo, está empezando a notar la presión.
Según Jeremy Robb, director sénior de información económica e industrial de Cox Automotive, la firma que elabora este índice, "las tendencias de apreciación de los precios mayoristas han sido más volátiles durante el segundo trimestre, ya que los aranceles afectaron significativamente las nuevas ventas y el suministro, lo que también afectó al mercado de vehículos usados".
En concreto, el índice se disparó de forma brutal (de 154 en enero de 2020 a 257 en enero de 2022) durante la pandemia. A continuación, entre septiembre de 2022 y octubre de 2024, registró caídas constantes, hasta los 196 puntos, según avanzaba la desinflación. Con la crisis de precios ya controlada y la Fed a punto de bajar los tipos, el indicador se estancó, registrando subidas microscópicas, inferiores al 1%, hasta marzo de este año. Ahí podía haber acabado la crisis. Pero Trump impuso aranceles a los automóviles y el indicador despegó de nuevo con alzas del 4,9% en abril y un 6,3% este mes de junio.
El incremento de los precios de los automóviles usados coincidió en 2020 con el despertar de la inflación. Si a principios de ese año el IPC estadounidense crecía a un raquítico 0,1%, con el paso de los meses el crecimiento se disparó. En mayo de 2021 el índice ya superaba el 5%, y en junio de 2022 tocó techo en el 9,1% interanual. Pocos meses antes, al cierre de 2021, el índice de coches usados había tocado techo.
El incremento de los precios de los coches usados puede terminar salpicando a la Reserva Federal, en un momento en el que Trump está presionando a la institución para que baje los tipos de interés, en contra de la opinión mayoritaria de los miembros del banco central, que temen un posible repunte inflacionista en los próximos meses. El aumento de los precios de los vehículos puede ser una señal adelantada de que estas presiones inflacionistas llegarán en los próximos meses, y encaja con la reticencia que están mostrando algunos los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto a bajar tipos con agresividad en los próximos meses.
Según los datos que maneja la agencia Bloomberg, los inversores han borrado en julio un recorte de tipos en la hoja de bajadas que se espera para la Reserva Federal. Si al cierre de junio se descontaban cinco recortes de 25 puntos básicos en los próximos 12 meses, ahora se ha borrado uno de ellos, y los mercados ya esperan que haya 4 bajadas en los próximos meses. Así, descuentan que habrá un movimiento a la baja en una de cada dos reuniones de la Fed: la primera sería en septiembre, la segunda en diciembre, la tercera en marzo y la última, en junio.