Bolsa, mercados y cotizaciones
El petróleo se hunde más de un 7% ante la inesperada avalancha de crudo de la OPEP y la guerra arancelaria
- Los precios del crudo Brent pierden los 65 dólares y tocan mínimos de cuatro años
- Si la OPEP+ cumple su nueva hoja de ruta, podría sobrar un millón de barriles por día
- La OPEP+ quiere aprovechar para recuperar cuota de mercado de forma rápida
Vicente Nieves
El mercado del petróleo ha recibido un jarro de agua fría. Justo cuando parecía que la OPEP+ iba a mantener una reapertura cautelosa de los grifos, el grupo liderado por Arabia Saudí y Rusia ha decidido acelerar su retorno al mercado con una contundencia inesperada. En mayo, ocho países del grupo añadirán de golpe 411.000 barriles diarios a la oferta global, lo que equivale a tres veces el ritmo mensual que habían prometido hasta ahora. Esto, junto a una demanda que se va a ver lastrada por la guerra arancelaria iniciada por EEUU podría crear una enorme sobreoferta en el mercado, que llegue a superar el millón de barriles diarios en los próximos trimestres. El precio del petróleo está reaccionando con importantes caídas: en la jornada del jueves, el crudo corrigió un 6,42%, mientras que este viernes el petróleo pierde más de un 7%, cayendo por debajo de la zona de los 66 dólares, mínimo no visto desde agosto de 2021, todavía con la crisis del covid resonando con fuerza. En dos sesiones, el crudo se ha dejado casi un 13%. Aun así, hay quien pide calma dentro del sector y aseguran que este movimiento será solo temporal. Sin embargo, la incertidumbre es máxima y las bolsas siguen cayendo a plomo en la jornada.
La decisión, anunciada tras una reunión virtual de los países con recortes voluntarios adicionales, supone adelantar dos incrementos de producción que estaban previstos para más adelante. En lugar de avanzar con pequeñas dosis mensuales —como se venía haciendo desde abril—, la OPEP+ ha pisado el acelerador, dando entrada de forma anticipada a buena parte del petróleo que mantenía fuera del mercado desde 2023. La OPEP+ ha abierto las compuertas del crudo mucho más de lo que preveían los mercados y la propia Agencia Internacional de la Energía (AIE), que había pronosticado que la OPEP+ se quedara en los 138.000 de aumento que había anunciado anteriormente.
Este cambio de rumbo tiene implicaciones inmediatas. En primer lugar, porque deja desfasadas últimas previsiones de la AIE en su informe de marzo, que no contemplaban nuevos aumentos adicionales por parte de estos ocho países y ya anticipaban un mercado con exceso de oferta. En su informe más reciente, la AIE estimaba que la oferta conjunta de crudo de la OPEP+ rondaría los 41,7 millones de barriles diarios en 2025, apenas 120.000 más que el promedio de 2024. Ahora, este incremento será, al menos, de 300.000 barriles más.
El nuevo ajuste anunciado por la OPEP+ equivale a incorporar de golpe tres incrementos mensuales. En lugar de los 138.000 barriles diarios previstos para mayo según el calendario de desescalada, el grupo pondrá en el mercado una cantidad tres veces superior. En total, se sumarán 1,23 millones de barriles diarios entre mayo y julio, si se mantiene el ritmo, según advierten desde Rystad Energy en un comentario recién publicado. La organización ha dejado abierta la posibilidad de pausar o revertir el aumento si las condiciones del mercado lo requieren.
Con este incremento súbito, el suministro efectivo se va a situar bastante por encima de los niveles previstos por los analistas. Solo el aumento anunciado para mayo (411.000 barriles diarios) ya desborda por completo los ajustes marginales previstos en los modelos de la AIE. Esto altera por completo el equilibrio estimado entre oferta y demanda, y pone en jaque la narrativa de un mercado ajustado que venían defendiendo algunos productores.
De hecho, con este nuevo escenario, los cálculos apuntan a que podría producirse un exceso de oferta de hasta un millón de barriles diarios cada trimestre durante el resto del año. Esa cifra representa una sobreoferta significativa que podría ejercer una presión continuada a la baja sobre los precios, en un contexto en el que el crecimiento de la demanda global sigue siendo moderado y vulnerable a las tensiones comerciales.
El jueves negro del petróleo
El desplome del precio del petróleo en la jornada del jueves —con una caída del 6,5% tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de Donald Trump— ya había encendido las alarmas. Pero el movimiento de la OPEP+ no ha hecho sino intensificar el pesimismo. Este viernes el Brent prolonga la corrección y cotiza ya más cerca de los 60 dólares que de los 70 dólares por barril, niveles no vistos desde verano de 2021.
El comunicado oficial de la OPEP+ insistía (quizá con cierta ironía) en que los fundamentos del mercado siguen siendo "saludables" y que este aumento anticipado tiene carácter flexible, es decir, que podría pausarse o revertirse si las condiciones lo exigen. Pero la señal enviada es clara: los países productores quieren recuperar cuota de mercado con rapidez, y están dispuestos a asumir el riesgo de un nuevo desequilibrio temporal.
Además, la decisión tiene un componente disciplinario. Parte de la lógica detrás de este ajuste acelerado es facilitar que los países que han estado produciendo por encima de sus cuotas puedan realizar recortes de compensación más visibles en los próximos meses. La Secretaría de la OPEP espera recibir estos nuevos planes de compensación antes del 15 de abril, y ya ha advertido de que serán publicados.
Desde la agencia Bloomberg también señalan que los principales indicadores petroleros apuntan a un equilibrio en el mercado en el que la oferta va a ser la clara dominante, después de que la OPEP y sus aliados sorprendieran al mercado con un drástico aumento de la oferta, justo cuando la preocupación por la demanda global se agudizaba. Es una suerte de tormenta perfecta sobre el petróleo: una demanda a la baja y un aumento de la oferta en toda regla. El resultado solo puede ser una caída del precio del crudo.
Los diferenciales a lo largo de la curva para el Brent, referencia mundial, se están estrechando con intensidad, siendo el desplome más pronunciado para los futuros a largo plazo. Esto quiere decir que el mercado está empezando a cotizar un exceso de petróleo inminente, por eso baja más el precio de la parte corta de la curva (los futuros más inmediatos) porque se prevé que va a sobrar mucho petróleo en un mes o dos. El diferencial a seis meses se situó en 2,80 dólares por barril el jueves, frente a los 3,53 dólares del miércoles. La estructura que se conoce como backwardation está desapareciendo rápidamente.
¿Qué intenta la OPEP+?
Pese a todo, todavía hay quien cree que este movimiento es solo una 'jugada temporal' para recuperar cuota de mercado de la OPEP y estar bien posicionada para el momento en el que los productores ajenos al cártel empiecen a tener problemas de producción (no puedan cubrir costes). Mukesh Sahdev, director global de mercados de materias primas – petróleo en Rystad Energy, considera que este movimiento ha sido cuidadosamente calculado por el cártel. "La OPEP+ ha hecho una jugada oportunista al aumentar la oferta en mayo, aprovechando el estancamiento previsto en la producción fuera de la OPEP", explica Sahdev. El experto sostiene que el grupo está respondiendo a señales de debilidad en el suministro global, pero también buscando reafirmar su papel de árbitro principal del mercado petrolero.
A pesar de la reciente caída del precio del crudo, desde Rystad Energy no se espera que dure demasiado. "Con posibles interrupciones de suministro derivadas de sanciones y aranceles —tanto a vendedores como a compradores—, los precios del petróleo no se mantendrán por debajo de los 70 dólares durante mucho tiempo", señala Sahdev. La combinación de una demanda estacional más fuerte en los meses de verano y los riesgos geopolíticos persistentes, como las tensiones militares o nuevas medidas comerciales, actuarán como soporte natural para el precio del crudo, según la firma noruega.
"El mensaje es doble", apunta Sahdev. "Por un lado, se lanza una señal clara para reforzar el cumplimiento de cuotas por parte de los países miembros; por otro, se quiere evitar un superávit que amenace la actual estructura de backwardation del mercado". Esta estructura, donde los contratos a corto plazo son más caros que los de largo plazo, es vista como una muestra de fortaleza de la demanda inmediata y de escasez relativa de oferta. Sin embargo, esta estructura está desapareciendo rápidamente, tal y como apuntaban desde la agencia Bloomberg.
La reunión ha sido una sorpresa
Antes de la reunión, la mayoría de analistas preveían que la OPEP+ seguiría un camino gradual, sumando unos 122.000 barriles diarios mensuales de media entre abril de 2025 y septiembre de 2026. Esa hoja de ruta habría permitido una reincorporación lenta de los recortes voluntarios, facilitando la absorción por parte del mercado. Sin embargo, la aceleración decidida esta semana refleja un cambio estratégico más agresivo.
Para Rystad Energy, esta medida confirma las previsiones que manejaba la consultora desde marzo, cuando ya advertía de un desajuste entre la oferta y la demanda durante la primavera y el verano. "La OPEP+ está intentando adelantarse al mercado y posicionarse antes de que la brecha entre oferta y demanda empiece a reducir los inventarios de forma significativa", explica Sahdev.
El escenario, sin embargo, no está exento de incertidumbres. Aunque los fundamentos apuntan a una recuperación de la demanda en los próximos meses, factores como la evolución de la política monetaria en EEUU, la recuperación desigual en Asia y la posibilidad de nuevos aranceles cruzados entre grandes economías podrían afectar al consumo de energía. Además, la capacidad de absorción del mercado ante este volumen adicional dependerá en buena medida de cómo reaccionen los principales importadores.
El 5 de mayo será la próxima cita clave. Ese día se celebrará una nueva reunión para decidir el nivel de producción de junio. Hasta entonces, los mercados estarán atentos a cualquier señal de rectificación por parte del cártel, o a posibles intervenciones unilaterales de países como Arabia Saudí. Pero el daño ya está hecho: el mercado ha sido sorprendido con una avalancha de petróleo que nadie esperaba.