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Las Letras del Tesoro cierran la última subasta del año en el 2,2%, mínimo de 26 meses

Banco de España. Foto: Dreamstime.

elEconomista.es

El Tesoro Público ha emitido este martes Letras a 6 y 12 meses por última vez este año. Ya no habrá más subastas de este activo, que tanto han demandado los inversores minoristas, hasta enero. El interés medio al que se han colocado los títulos a un año se ha quedado en el 2,207% (el marginal en el 2,228%), frente al 2,61% de la emisión anterior, y lejos de como se vendían en diciembre de 2023. Entonces se podía conseguir un 3,3%, lo que implica una caída de 110 puntos básicos.

Este interés medio es el más bajo en 26 meses, desde octubre de 2022. El pasado mes de junio ya se vio un claro punto de inflexión. Fue a partir de ese momento cuando estos activos empezaron a ofrecer menos rentabilidad de lo que daban en el año anterior. Es decir, que para aquellos a los que les vencían sus Letras a 12 meses se veían con la imposibilidad de renovarlas a tipos igual de atractivos.

En el caso de las Letras a 6 meses también se ha producido una caída en la rentabilidad que han logrado los inversores. El interés medio se ha situado en el 2,55%, frente al 2,84% de la subasta celebrada en el mes de noviembre. Este descenso era esperado, teniendo en cuenta que en el mercado secundario, en el que se intercambia la deuda después de ser emitida, se estaban exigiendo ya rendimientos similares a los de esta colocación del Tesoro.

En esta subasta con la que despide el año, el Tesoro ha captado un total de 4.784 millones de euros con una demanda en torno a los 8.615 millones. Y aunque esta sea la última de Letras a 6 y 12 meses aún queda varias emisiones programadas, entre ellas otra de Letras el día 10, en este caso a 3 y 9 meses.

Las perspectivas apuntan a que el interés de estos activos siga bajando ante las bajadas previstas por parte del Banco Central Europeo (BCE), aunque los expertos consideran que buena parte ya se habría descontado.

Hay que recordar que las Letras se venden con un descuento sobre su valor nominal, es decir, que realmente los inversores no reciben un pago a modo de cupón como ocurre en un bono, sino que desembolsa menos dinero del que recibe y es ahí donde se recibe ese interés de forma implícita. Esto tiene implicaciones, por ejemplo, a nivel fiscal. Las Letras no tienen retenciones como sí ocurre en otros productos de inversión como los depósitos, por lo que en la Declaración de la Renta hay que incluirlas y no viene ya por defecto un 19% aplicado (en su caso se consideran un rendimiento del capital mobiliario).