Bolsa, mercados y cotizaciones
Cox e Inmocemento, cara y cruz en sus primeros días cotizados
- La filial de FCC se deja cerca de un 20% de su valor en el parqué
- Cox ha llegado a recuperar este lunes su precio de salida a bolsa
- La salida a bolsa de Cox, en el foco tras retrasarla y fijar el precio en el mínimo
Violeta N. Quiñonero , Carlos Simón García
Madrid,
Después de muchos meses con salidas a bolsa a cuentagotas, la semana pasada coincidieron dos de ellas en el parqué madrileño, uniéndose a la que llevó a cabo Puig a comienzos de mayo. Fue el caso de Inmocemento el martes y de Cox el viernes, que están corriendo distinta suerte en sus primeras sesiones bursátiles.
Así, si Inmocemento se está llevando la cruz, Cox, de momento, refleja la cara. Y eso que el debut del pasado viernes no fue positivo. Empezó con mal pie al perder hasta un 7% de su valor en bolsa tras tocar la campana. Sin embargo, en la sesión de este lunes ha logrado reconducir la situación y, gracias a dispararse en bolsa más de un 7%, ha logrado recuperar casi todo lo perdido.
En el caso de Inmocemento, los primeros días como cotizada no están siendo sencillos. En su caso, se trató de una salida a bolsa a través de un listing y lo hizo con un primer precio de referencia de 4,25 euros. En la primera sesión ya perdió casi un 10% y, en las siguientes, amplió este desplome hasta el 20% actual. La firma nace del spin off que hace FCC de su negocio inmobiliario (Metrovacesa, Realia y Jezzine Uno) y cementero (principalmente Cementos Portland Valderribas)
"Estamos encantados de dar la bienvenida a Inmocemento, que tras el spin-off contará con las ventajas de ser una compañía cotizada propia, como la reputación, la visibilidad, la capacidad de financiarse de forma recurrente y el acceso a inversores nacionales e internacionales. La Bolsa ofrece a las empresas cotizadas una amplia gama de posibilidades en función de sus necesidades y planes futuros", explica Javier Hernani, anterior consejero delegado de BME.
En cuanto a su accionariado, según el folleto presentado a la CNMV, el principal accionista es Control Empresarial de Capitales, propiedad de Carlos Slim, con un 69,6%, el propio magnate mexicano, con un 11,92%, Melinda French con un 4,25% y Esther Koplowitz con un 3,22%.
Una colocación complicada
Este viernes, tras un proceso de colocación complicado (se retrasó incluso el día del debut, inicialmente previsto para el jueves 14), Cox dio el toque de campana. Aunque el primer cambio fue ligeramente positivo para la compañía (una subida residual del 0,1%), los inversores no tardaron en deshacer sus posiciones y, en los peores momentos de la jornada, la energética llegó a cotizar cerca de un 15% por debajo del precio de salida (de 10,23 euros, la parte baja de la horquilla proporcionada).
En el proceso de salida a bolsa, la empresa redujo hasta en dos ocasiones el tamaño de su operación. Primero, rebajó de 200 millones a 175 millones de euros el capital que esperaba captar. Después, contrajo la opción de sobre-adjudicación del 15% al 10%. Tras estos dos recortes, Cox fue capaz de cerrar los libros incluso con sobredemanda. Así, la compañía ha captado en total 185 millones de euros.
La financiación conseguida a través de esta OPS irá destinada a dos necesidades de capital, según señalaban desde la empresa en su folleto de salida a bolsa. Por una parte a sus proyectos estratégicos, que son equivalentes al 42,37% de su pipeline de generación de energía; y, por otro lado, a las oportunidades que identifican en el negocio de concesión de agua y a las de transmisión.