Bolsa, mercados y cotizaciones
Varios inversores demandan a Roaring Kitty por manipular las acciones de GameStop y provocar pérdidas
- Un grupo de inversores ha presentado una demanda en un tribunal de Nueva York
- Acusan al influencer de inflar las acciones en beneficio propio y recoger beneficios
- Las acciones meme han resurgido desde que Keith Gill volvió a las redes sociales
elEconomista.es
La vuelta de Roaring Kitty a las redes sociales ha trastocado los mercados. Keith Gill, el analista e influencer conocido por ser uno de los instigadores de la locura de las acciones meme, volvió hace un mes y medio a internet. Aunque solo han pasado semanas desde su reaparición, esta no ha estado exenta de polémica, ni de volatilidad, lo que ha provocado grandes pérdidas a algunos accionistas de GameStop. Ahora, un grupo de inversores se ha unido para presentar una demanda contra el 'gatito que ruge' en un tribunal de Nueva York.
La pesadilla de muchos volvió a X, antes Twitter, el 13 de mayo. Ese día volvió la locura a Wall Street y GameStop, una cadena de videojuegos que, en bolsa, es una de las conocidas como acciones meme. Sus títulos llegaron a dispararse un 110%, aunque a cierre la subida fue algo menor, de entorno al 70%. Desde ese día, la volatilidad se ha adueñado de la empresa, lo que impide operar con normalidad a los inversores, defienden los demandantes en una querella presentada el 28 de junio.
Le acusan de violar la ley del mercado y manipular el precio de las acciones desde las redes sociales para disparar los precios y beneficiarse. Gill ha publicado diverso contenido desde que ha vuelto a internet, en lo que parecen pistas veladas a los inversores minoristas para coordinar sus movimientos. Aunque en la mayoría de ocasiones sube GIFs, a principios de junio publicó un pantallazo de su bróker en el que se veía que tenía cinco millones de acciones de GameStop y opciones de compra.
Desde que Roaring Kitty vuelve a estar al mando de los minoristas, la compañía se ha revalorizado en torno a un 30% en bolsa. Pero la euforia ha afectado a otras acciones meme, como a la de vehículos eléctricos Faraday Future Intelligent Electric o a la de productos para mascotas Chewy. Ayer, esta última se disparaba un 20% en premarket para después desinflarse durante la sesión.
"Como resultado de los actos erróneos que ha llevado a cabo el acusado y las precipitadas caídas en bolsa que ha causado, el demandante y el resto de personas a quienes representa han sufrido pérdidas significativas", se lee en la demanda presentada a nombre de Martin Radev, que incluye a un grupo de damnificados.
Pero esto no es nuevo. Es otro capítulo más dentro de la locura de las acciones meme que surgió en 2021 y que ha resurgido con fuerza otra vez. Hace tres años, GameStop se disparó para finalmente desplomarse. Muchos individuos quedaron atrapados en esta volatilidad y algunas gestoras también, como fue el caso de Melvin Capital, que tenía posiciones cortas contra la de videojuegos.
Entonces, Gill tuvo que comparecer en el Congreso de EEUU y siempre ha defendido que nunca ha tenido la intención de mover a los inversores minoristas en beneficio propio. Por otra parte, Robinhood, la plataforma desde la cual operaban muchos de los seguidores de esta corriente, limitó las compras de GameStop.
"Después de que el movimiento de las acciones meme desatara el caos en el mercado financiero y varios hedge funds perdieran miles de millones de dólares atrapados en posiciones cortas, Gill tuvo que testificar ante el Congreso", recuerdan los denunciantes. "El demandado ha participado en un esquema en el que inflaba los precios y recogía beneficios", concluyen.