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El BCE prolongará su decisión del 2024 al año que viene: otros 75 puntos básicos de recorte de tipos

  • Desde HSBC consideran que los grandes bancos centrales seguirán la misma senda
  • Batir el 2,5% de inflación será clave en la eurozona para la primera bajada de tipos
  • La fortaleza de la economía de EEUU impulsará al dólar frente al euro
Sede del Banco Central Europeo. Dreamstime

Sergio Fernández
Madrid,

El mercado se está resignando a valorar un 2024 en el que no habrá tantos recortes de tipos de interés como se esperaba al comienzo del año. Y, mientras, ya hay voces que consideran que en 2025 tampoco se producirá una bajada de tipos acelerada. El economista especializado en la eurozona de HSBC, Fabio Balboni, considera que tras los 75 puntos básicos de reducción que se verán de aquí a diciembre el Banco Central Europeo aflojará su política monetaria en igual medida de cara al año que viene.

La mayor parte de expertos encara la reunión del Banco Central Europeo (BCE) de esta semana con la seguridad de que Christine Lagarde no anunciará el primer recorte de tipos. Tampoco habrá menciones a que sea el momento de iniciar la flexibilización de la política monetaria de la eurozona. "En nuestra opinión, creemos que el BCE se quedará en el mensaje de que 'todo dependerá de los datos'", explicó Balboni.

Las previsiones de HSBC están en tres recortes de 25 puntos básicos este año, como también baraja el consenso de mercado que recoge Bloomberg. Y todo apunta a que no será hasta el cierre del primer semestre del año cuando llegue el pivote en la política monetaria europea que baje los tipos del 4,5% actual (4% en el caso de la tasa de facilidad de depósito). "Esta previsión se alinea con la que siempre hemos mantenido. No hay motivos para ver reducciones en abril y este año la Semana Santa viene antes, lo que empuja a los precios ligados al turismo a subir antes de lo esperado", explicó el experto de HSBC.

La evolución de la inflación en la eurozona muestra una tendencia a la baja que, sin embargo, se ha ido ralentizando a medida que los precios de la energía han caído de contribuir a la baja. El índice de precios al consumidor de la eurozona se sitúa en el 2,6% en febrero, con los datos provisionales, lo que deja 60 puntos básicos de diferencia con el objetivo que persigue Lagarde: el 2% que permite hablar de inflación controlada. De hecho, desde HSBC consideran que batir ese 2,5% sin recaídas puede ser la señal que esperan desde el BCE para comenzar con su ajuste a la baja de tipos de interés. De ahí que inviten a revisar también la evolución de la inflación salarial en la zona euro, principalmente del lado de los servicios.

No obstante, que el Banco Central Europeo esté pensando en mantener una política monetaria más restrictiva por más tiempo del esperado al comienzo del 2024 por la gran parte de expertos no significa que no vayan a acompañar a la misma. La mejor previsión de crecimiento de la zona euro, aun con la recesión de economías como la alemana, irá ligada al actual sistema de instrumentos de financiación. "La actual senda de Quantitative Tightening se mantendrá en otros dos o tres años y mientras se bajen los tipos. Algo que no será así en Estados Unidos", matizó Fabio Balboni.

Y es que el precio oficial del dinero en Estados Unidos no tiene la necesidad de caer tanto como en el caso europeo. En la actualidad, la diferencia es de 100 puntos básicos. "Creemos que el BCE y la Reserva Federal de Estados Unidos irán a la par. No así el Banco de Inglaterra que postergará a agosto su decisión de recortar tipos. Pero la senda es parecida para todos los bancos centrales", explicó el responsable de HSBC.

Eso sí, matiza que el caso de Estados Unidos estará condicionado por las elecciones que se producirán este año y que pueden incluso relanzar una política fiscal más expansiva. Con todo, desde la entidad consideran que la economía estadounidense mantendrá la fortaleza vista hasta la fecha y que eso permitirá al dólar mantener su pulso frente a otras divisas como el euro. Más aún si todos los bancos centrales alinean sus recortes de tipos esperados no solo este año, sino también de cara al siguiente.