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Bonet (Banca March): "La inflación subyacente frenará la llegada al objetivo de los bancos centrales"

Un bloque de monedas frena el efecto dominó. Dreamstime

Sergio Fernández
Madrid,

Los bancos centrales han dejado claro recientemente que su lucha contra la inflación no ha terminado y eso retrasa los esperados recortes de tipos de interés tanto en Estados Unidos como en la eurozona. El objetivo que persiguen los responsables de las principales políticas monetarias es situar el IPC en el 2%. Sin embargo, desde Banca March consideran que la inflación subyacente frenará la llegada a este nivel en 2024.

"Como ocurre con el colesterol, la inflación subyacente será más persistente y bajará a partir de ahora a un ritmo mucho más lento", ha explicado el director de estrategia de mercado de Banca March, Joan Bonet. A juicio del responsable de la entidad, la evolución de los precios ligados a la energía contribuyeron a un rápido descenso de la inflación gracias a la normalización de los precios del petróleo y del gas tras el inicio del conflicto en Ucrania. Sin embargo, el efecto base de la energía dejará de contribuir a la baja a partir de este año y los precios del petróleo apuntalarán de nuevo la inflación.

"No esperamos que los bancos centrales consigan llegar a su objetivo del 2% este año. En Europa podría cerrarse el 2024 con el indicador en el 2,7% y en Estados Unidos en el 2,8%", prevé Bonet. Además, los precios de los alquileres aportan más a los índices de precios en la actualidad, según apuntan desde la entidad, y la tensión geopolítica y el precio de los fletes puede suponer otra traba a la caída de los precios, en particular en Europa.

La otra gran preocupación del mercado es ahora la fortaleza del empleo a escala global. El último dato del mercado laboral de Estados Unidos fue un jarro de agua fría para el mercado que espera un rápido recorte de tipos de interés. Sin embargo, con la tasa de desempleo en Estados Unidos en el 3,7% la economía del país muestra una fortaleza récord. El paro por debajo del 4% en Estados Unidos durante más de dos años supone la mayor anomalía del mercado laboral estadounidense en cincuenta años.

"Un mercado laboral tan fuerte no ocurre solo en EEUU. El desempleo es hoy más bajo en todo el mundo que antes de iniciarse la subida de tipos en Europa, Canadá. Japón, Australia, Brasil...", comenta el responsable de inversiones de Banca March. De hecho, el responsable de la entidad considera que el empleo tendría que deteriorarse antes de que la Reserva Federal comenzara a recortar los tipos de interés. Su previsión es que el desempleo en Estados Unidos cierre el 2024 medio punto por encima del actual hasta situarse en el 4,25% (por encima incluso de las previsiones de la Fed al cierre del año).

Esto afectará a la toma de decisiones del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de Estados Unidos. En Banca March se muestran más conservadores que la expectativa del consenso de mercado que recoge Bloomberg. En sus previsiones contemplan tres recortes de tipos para cada banco central en este ejercicio. "Creemos que la Reserva Federal actuará primero, probablemente en la reunión de junio, y el BCE irá detrás", estima Bonet.

Sus proyecciones se basan también en la evolución de los ciclos pasados y en cómo se desarrolló el ajuste de las políticas monetarias respecto al incremento de los precios y al crecimiento de las economías. Desde Banca March recuerdan que cada ajuste de tipos estuvo seguido de una recesión en la práctica mayoría de los casos. "Los tipos estuvieron altos siete meses y medio de media después del último alza. Y once meses después de pausar los tipos la curva de deuda comienza a aplanarse. Eso nos sitúa en junio de 2024".

No obstante, Bonet recuerda la peculiaridad de este ciclo en el que no solo el empleo y el consumo se muestran fuertes, sino también en el crecimiento que se espera para la economía global, del 2,5% para este año según sus previsiones. No descartan una recesión, aunque sea con carácter leve. "Lo que está claro es que la fortaleza actual de la economía no permite bajadas de tipos, en contra de lo que quiere el mercado que sigue pensando en un recorte casi en cada reunión de los bancos centrales planificada para este año", opina Bonet.

La vuelta de la correlación inversa del mercado

A diferencia de lo ocurrido en 2023, la moderación de los precios tenderá a devolver la correlación negativa entre los bonos y la renta variable. Es decir, la volatilidad dará paso a que cuando la bolsa sube el mercado de deuda ofrecerá menor rentabilidad (suben los precios de los bonos).

En principio, la renta fija seguirá dando buenos resultados en 2024, según apuntan desde Banca March, por permanecer durante buena parte del año los tipos de interés en su punto más alto de las dos últimas décadas. Además, la rentabilidad esperada seguirá superando a la inflación mientras que desde la firma se decantan por el crédito con grado de inversión en Europa y en geografías emergentes.

Por el lado de la renta variable la pausa tras alcanzar el tipo máximo de referencia suele traer un buen comportamiento de las bolsas, según Banca March, aunque también suele haber periodos de transición en entornos de mayor volatilidad que comienzan después del primer recorte de tipos. Así, sus recomendaciones pasan por sobreponderar en tecnología, el sector salud y por geografías más en Estados Unidos y economías emergentes.