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Los hedge funds toman posiciones en el uranio ante "un aumento dramático del 100% o más"

  • Varios fondos creen que podríamos estar cerca de una "edad dorada nuclear"
Central nuclear (iStoc)

elEconomista.es, Bloomberg

El despertar del uranio ha llamado la atención Wall Street, que está viendo que toda la cadena de suministro de la energía nuclear y la propia industria podrían vivir una escalada frenética en el parqué. La materia prima está superando los 80 dólares por libra, el máximo en más de 15 años, con una subida del 125% desde 2020 y los hedge funds han comenzado a aumentar su exposición a las acciones vinculadas a la materia prima esperando un repunte al calor de estas subidas de precios.

Diversos vehículos han apostado por hacerse fuertes en este sector. Matthew Langsford de Terra Capital, Arthur Hyde de Segra Capital, Barry Norris de Argonaut Capital Partners y Renaud Saleur de Anaconda Invest se encuentran entre los gestores que apuestan por empresas de uranio como Cameco, Energy Fuels, Ur-Energy y NexGen. Langsford, que dirige un fondo dedicado a los recursso naturales, defendía estas perspectivas en declaraciones a Bloomberg alegando que "las acciones podrían experimentar un aumento dramático, 50%, 100% o posiblemente más".

Langsford ha estado ampliando posiciones en NexGen Energy y Denison Mines. Por su parte, NexGen está explorando una nueva mina de uranio en Canadá con potencial para producir el 25% del suministro mundial. Esta iniciativa sería "muy importante para la industria nuclear en la década de 2030, la que podría terminar siendo la edad de oro de la energía nuclear", dijo Langsford.

El atractivo del uranio ha aumentado a medida que Europa trabaja para desconectarse del gas ruso. Sin embargo, dado que Rusia posee aproximadamente el 8% de los recursos de uranio convencional recuperable del mundo, Occidente se ha visto en la necesidad de realizar un giro aún mayor en el suministro de energía.

Esto se ha mezclado con la necesidad de cumplir con objetivos climáticos respecto a las energías fósiles. De hecho, Europa ha calificado de energía verde debido a que no emite dióxido de carbono. De hecho, la Agencia Internacional de la Energía dice que la capacidad nuclear del mundo debe ser del doble para mediados de siglo para que el mundo pueda cumplir estos objetivos. Estas situaciones han disparado la puesta en marcha o la ampliación de reactores en Europa, pero también en Asia y África. Por su parte, China está levantando una auténtica flota nuclear. Un tormenta perfecta sobre el precio de la materia prima.

"Estamos más centrados en los mineros de uranio en los mercados públicos", dijo Hyde, gestor de cartera de Segra Capital. "Para que la oferta y la demanda de este mercado se equilibren, necesitamos que entren en funcionamiento nuevos activos". El experto añade que "si se va a aislar a Estados Unidos, Europa y Canadá del ciclo mundial del combustible, que depende en gran medida de Rusia y China, la mejor manera de hacerlo es construir nuevas minas, nueva capacidad de conversión, nuevas capacidad de enriquecimiento".

"Una vez que los gobiernos se den cuenta de lo inútil que es la energía que depende del clima, pasarán a la energía nuclear"

El uranio pasa por un proceso largo antes de llegar a las plantas, desde extraerlo y molerolo hasta en enriquecimientos, pasando por su conversión en gas flúor. Todo el proceso, llamado ciclo del combustible nuclear, puede llevar años y puede depender de cadenas de suministro que se extienden a lo largo de varios países. Hyde dice que la sensibilidad política en torno a esas cadenas de suministro impulsará a Occidente a buscar nuevas formas de lograr la independencia. Un problema logístico que estos fondos ven como una oportunidad. "Una vez que los gobiernos se den cuenta de lo inútil que es la energía que depende del clima, pasarán a la energía nuclear", dijo Norris fundador y director de Argonaut, quien ha puesto en corto las reservas de energía solar, eólica y de hidrógeno y ha comprado acciones en Cameco. "

Sin embargo, no todo serán historias de éxito y de enriquecimiento. Todos estos fondos advierten de que las subidas serán desiguales y que buscarán oportunidades de ponerse en corto en empresas de este sector que, consideran, tendrán un peor desempeño. Saleur de Anaconda, por ejemplo, dice que ahora está considerando vender en corto a Cameco Corp. como cobertura, después de que ganó más del 70% este año.

El sector en su conjunto gana un 30% en lo que va año

El sector en su conjunto ha ganado un 30% en el ETF de Global Xuranium, sin embargo, Hyde, gestor de Segra, dice que "existe capital relativamente perezoso que invierte en una historia macro convincente sin hacer mucho trabajo a nivel de empresa". Y a medida que crece el número de compradores, algunos apuntarán a las acciones equivocadas", afirmó el experto. "Muchos de los matices de los mercados de combustible nuclear siguen siendo incomprendidos", concluyó el experto.

A pesar de todo, la energía nuclear tiene riesgos. "Hay dos barreras principales para que se le considere un contendiente serio en la carrera hacia el cero neto: el escepticismo en torno a la seguridad de los reactores y la eliminación de desechos radiactivos, y el costo", dijo Nilushi Karunaratne de BloombergNEF. Ese escepticismo es parte de la razón por la cual "la cantidad de reactores en operación hoy ha cambiado poco desde las consecuencias inmediatas del accidente de Fukushima en 2011, ya que los retiros han superado a las nuevas instalaciones que entran en funcionamiento".

Además, los planes nucleares no son unánimes. En Alemania, por ejemplo, se puso fin a su programa de energía nuclear después de 2011, cuando la entonces canciller Angela Merkel respondió al trauma global causado por la fusión de Fukushima. Desde entonces, esa decisión ha generado críticas y, posteriormente, Alemania era profundamente dependiente de los combustibles fósiles de altas emisiones suministrados por Rusia. Sin embargo, pese al giro radical de las relaciones con Rusia el actual gobierno no apuesta por la energía nuclear.