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A la caza del multimillonario: Timur Turlov o cómo escapar del último hombre cuerdo de Wall Street

  • Turlov es el fundador, CEO y máximo accionista de Freedom Finance
  • El informe Hindenburg provoca al día siguiente una caída de las acciones de un 15%
  • Destrozó las fortunas de los multimillonarios Gautam Adani y Carl Icahn
Timor Turlov, fundador, CEO y máximo accionista de Freedom Finance

Alejandro Serrano Martínez
Madrid,

Cuando Nate Anderson, fundador de Hindenburg Research, pone el foco en un multimillonario, cuidado. Este comecocos es una firma de investigación de inversiones que se especializa en ventas en corto. Se fundó en 2017 para analizar los mercados de acciones, crédito y derivados y su misión es buscar "desastres provocados por el hombre", como irregularidades contables, mala gestión y transacciones no reveladas con partes relacionadas. Su objetivo declarado es el de descubrir los desastres corporativos antes de que "atraigan a más víctimas desprevenidas".

Su lista negra es bastante larga, con unas 30 empresas apuntadas desde 2020, haciendo caer sus acciones alrededor de un 15% en el promedio en el día siguiente. Cuenta con un historial de exposición de irregularidades corporativas, incluidas las del fabricante de camiones eléctricos Nikola Corporation, y de apostar sabiamente en inversiones cortas y largas, como lo hizo con Twitter durante el largo drama de adquisición de la compañía por parte de Elon Musk.

Su siguiente objetivo fue Gautam Adani, un empresario indio que llegó a situarse a finales de 2022 como la tercera persona más rica del mundo, con una fortuna estimada de 121.000 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg, llegando a ganar 40.000 millones de dólares en 2022. Dueño de Adani Group, fue acusado por Hindenburg Research de "manipulación de mercado descarada, fraude contable y estafa más grande en la historia corporativa". A raíz del informe, Adani llegó a perder 60.000 millones, situándose en el puesto 21.

En mayo, Hindenburg Research volvió a la carga con su nuevo objetivo: el legendario inversor Carl Icahn. La firma especializdaa en ventas en corto desveló una posición en contra de Icahn Enterprises, el fondo cotizado en bolsa dirigido por el activista empresario, haciendo caer el precio de sus acciones y estableciendo una batalla entre dos de los inversores más temidos de Wall Street. Hindenburg declaró en un informe que creía que Icahn Enterprises estaba sobrevalorada y que algunos de sus activos privados tenían un valor inflado. Las acciones del grupo de Icahn cayeron un 15% tras la publicación del informe, reduciendo su capitalización bursátil a 15.000 millones de dólares. "Icahn ha estado usando el dinero obtenido de nuevos inversores para pagar dividendos a antiguos inversores", recuerda.

Timur Turlov, la excepción

En agosto, la firma de Nate Anderson se marcó un nuevo objetivo. En este caso se trataba de Timur Turlov, fundador, CEO y máximo accionista de Freedom Holding, un corredor de bolsa con sede en la Unión Europea y que cotiza en el Nasdaq de Estados Unidos. Según Hindenburg Research, sus acusaciones iban desde fraude y manipulación del mercado hasta elusión de sanciones. Días después, las acciones de la empresa alcanzaron un récord.

Turlov contó la dificultad de resistir a las garras de esta firma de investigación, y describe el proceso como "una lección muy costosa y de calidad de Hindenburg". Para el empresario nacido en Rusia, el ataque fracasó porque creó una oportunidad de compra que no podían perder los propios clientes que también eran accionistas. "No es así como me gustaría que creciera nuestra capitalización", dijo Turlov en una entrevista en Almaty, la antigua capital kazaja a la que considera su hogar. "La razón es que lo que provocó el aumento del precio de nuestras acciones no fue nuestra fuerza, sino el error de otra persona".

Aunque las acciones que cotizan en Nasdaq continúan volátiles, en el global han subido casi un 45% en este 2023 y han ganado aproximadamente un 11% desde la última sesión de negociación antes de la publicación de Hindenburg el 15 de agosto.

Finalmente, según cuenta Turlov, el asunto se decidió una vez que los clientes de Freedom se convirtieron en compradores. La venta masiva terminó después de dos días y las acciones despegaron el 18 de agosto, disparándose más del 25%. Lo que sucedió, según indicó Turlov, se conoce como short squeeze, lo que significa que los operadores que apostaban contra su empresa tuvieron que cubrir sus posiciones a un precio más alto, provocando un repunte de las acciones. A finales de agosto, las acciones alcanzaron un récord de poco más de 100 dólares por acción.

Para Turlov, el mayor error de Hindenburg fue "subestimar nuestra estructura accionarial y el nivel de confianza que nuestros clientes tienen en nosotros".