Bolsa, mercados y cotizaciones
Las cotizadas españolas que sacan sobresalientes y notables altos en cambio climático
- CaixaBank, Cellnex, Telefónica o Acciona destacan por sus puntuaciones
- Las empresas que sacan buena nota en clima puntúan bien también en cuestiones sociales y de gobernanza
María Domínguez
Es una tendencia imparable. La sostenibilidad marca ya el día a día de las empresas, dando la vuelta a modelos de negocio, organigramas y prioridades. Cada vez son más los esfuerzos que las corporaciones destinan a ejecutar, y también a trasladar, este giro que están realizando hacia el 'verde'.
Como parte de esta corriente, en los últimos años se ha multiplicado la relevancia de los proveedores de datos ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno), agencias especializadas en recabar y analizar datos corporativos sobre estas cuestiones extrafinancieras. Su papel es crucial, especialmente de cara a la industria de la inversión, que necesita toda esa información para construir unas sólidas carteras sostenibles. La demanda de fondos sostenibles no hace sino crecer.
Los ratings y puntuaciones que emiten estas agencias han ganado mucha importancia para los inversores, sumándose a las tradicionales consideraciones que emiten los analistas basándose en los criterios fundamentales. Lo adelantaba en 2021 Teresa Casla, CEO de Fonditel, el fondo de pensiones de empleados de Telefónica, durante su intervención en un evento de Spainsif (organización que promueve la inversión sostenible): "En tres o cuatro años", afirmaba, la tendencia es que la sostenibilidad "sea como un commodity". Es decir, el rating ESG "será como una triple A de un bono, como un PER [ratio precio/beneficio] de una acción", apuntó.
Entre los principales proveedores de notas de sostenibilidad se encuentran agencias tan conocidas como S&P Global y Sustainalytics. Pero, en lo que respecta al clima, CDP es la organización de referencia. Sus siglas responden a Carbon Disclosure Project, 'proyecto de divulgación de carbono'. Cada año, recaba información de miles de compañías y evalúa cómo gestionan los riesgos y oportunidades que representa para ella el cambio climático.
Diez cotizadas españolas obtienen la máxima puntuación posible por parte de CDP, una 'A'. Son Iberdrola, CaixaBank, Coca-Cola Europacific, Cellnex, Telefónica, Ferrovial, Acciona, Enagás, Colonial y Logista.
Buena parte de estas compañías con esa etiqueta 'A' presume además de presentar un nivel bajo de riesgos de sostenibilidad, a ojos de Sustainalytics. Son Caixa, Cellnex, Telefónica, Acciona, Enagás, Colonial y la embotelladora de Coca-Cola. Sustainalytics, un proveedor de datos ESG integrado en Morningstar, evalúa el nivel de riesgos ambientales, sociales y de gobierno corporativo que no están siendo gestionados por las compañías y que pueden afectar negativamente al negocio. Se puede decir que, en general, las empresas con notas excelentes en cambio climático están blindadas contra las controversias en ESG.
Entre las empresas que reciben una 'A-' por parte de CDP (la segunda mejor nota posible), también tienen riesgos bajos Inditex, Naturgy, Endesa, Redeia, Grifols, Indra y Sacyr.
La 'pata' ambiental, muy valorada
La relevancia de las puntuaciones climáticas que emiten agencias como CDP queda clara si tenemos en cuenta que es precisamente la E de ESG, la pata climática, la que más interés recibe por parte de empresas e inversores. Así lo revela una encuesta llevada a cabo por Sustainalytics, agencia especializada en información ESG que está integrada en Morningstar.
Según este sondeo, el 53% de los profesionales del departamento de ESG de medio millar de empresas a nivel global afirma que las cuestiones ambientales son "las más importantes", en lo que se refiere a la sostenibilidad, dentro de sus organizaciones. Los esfuerzos todavía se enfocan en mucha mayor medida hacia la E que a la S (los criterios sociales) o la G (los de gobierno corporativo).
Esta inclinación también se nota en las carteras. Según un reciente estudio de Spainsif, los factores climáticos son los más tenidos en cuenta dentro de las diferentes estrategias de inversión sostenible. El 73% de las entidades encuestadas por este Foro de la inversión sostenible aplican filtros de exclusión en base a criterios ambientales; un 60% los tiene en cuenta al establecer sus políticas de voto en juntas, y un 55% en las de implicación (el llamado diálogo activo con los accionistas). Spainsif entrevistó a un total de 47 entidades que operan en España, 26 nacionales y 21 internacionales.
Al mismo tiempo, del mismo estudio se desprende que el buen gobierno es el criterio menos tenido en cuenta en las diferentes estrategias de inversión sostenible. Por poner algunos ejemplos, solo el 30% de las entidades encuestadas incluyen aspectos de gobierno corporativo en sus estrategias de inversión de impacto (frente a más de un 40% que lo hacen con los factores ambientales y con los sociales). En cuanto a las de inversión temática, solo un tercio de firmas aplica la G (un 42% lo hace con la S y un 38% con la E).
Más allá del verde
En cualquier caso, hay interés también por las otras dos siglas del famoso acrónimo. S&P es otro de los proveedores más reconocidos en lo que respecta a puntuaciones de sostenibilidad. Las notas que ofrece van del 0 a al 100, a más puntuación mejor, y son relativas a los tres pilares, tanto el climático como el social y el de gobernanza.
Llaman la atención las buenas puntuaciones que obtienen Iberdrola e Indra (ambas, con 89 puntos sobre 100), Acciona (con 88) y Enagás (con 87). Empatan con 86 puntos CaixaBank, Telefónica, Santander, Naturgy y Endesa. Y todavía por encima de los 80 enteros encontramos a Coca-Cola Europacific Partners y a Redeia.
Por su parte, Cellnex, Inditex y Ferrovial sacan un notable, al obtener 77, 72 y 71 puntos, respectivamente, de esta agencia.
Cada vez más oferta de fondos
El patrimonio en fondos ESG (los que invierten en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno) continúa engordando en España, y ronda ya el 35% del total en este país. Lo afirmó recientemente Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
"En la industria de inversión colectiva, el factor de sostenibilidad empieza a tomar cuerpo y protagonismo de forma muy clara", explicó. A mediados de octubre estaban registrado 251 fondos de inversión sostenibles en la CNMV. "Eso supone, en conjunto, algo menos del 35% del patrimonio de los fondos españoles, algo más de 100.000 millones de euros, destinados a inversiones vinculadas de alguna forma u otra con la sostenibilidad", detalló Buenaventura.
El dato crece de forma notable -a mediados de año el porcentaje estaba en el 24%-, pero no tan veloz como lo hace el correspondiente a la industria europea. De acuerdo con los datos de Morningstar, a cierre de junio el porcentaje de fondos sostenibles a la venta en la UE representaba el 50,9% del total.
Gran esfuerzo para las empresas
El engranaje regulatorio de las finanzas sostenibles en Europa está a pleno rendimiento. Los dos últimos años han sido de intenso trabajo en empresas, así como en las gestoras de activos. Se ha sacado adelante la parte fundamental de la taxonomía verde europea, que establece qué actividades son verdes y cuáles no a la hora de integrarlas en las carteras de inversión responsable. Este camino hacia la regulación y la normalización está suponiendo arduos esfuerzos para las corporaciones.
Los ejecutivos españoles ven la implantación de la sostenibilidad como una obligación, y más de la mitad de ellos -un 53%- considera que los costes que genera superan a los beneficios que reporta. Así de crudos son los datos de un sondeo del Instituto de Investigación Capgemini, que, en el marco de un estudio global, encuestó a medio centenar de ejecutivos de empresas españolas. Ese 53% registrado en este país es idéntico al porcentaje que arroja el conjunto de mercados analizados (que son 12: Australia, Canadá, Francia, Alemania, India, Italia, Japón, Países Bajos, España, Suecia, Reino Unido y EEUU). En el estudio participaron 668 compañías.
No es esta la única afirmación demoledora que lanza este estudio. Otra de sus conclusiones es que casi la mitad de los ejecutivos españoles (un 47% de ellos) piensa que las iniciativas de sostenibilidad suponen una carga financiera que es necesario soportar para poder hacer negocios; y el 36% confiesa no contar con "un argumento empresarial claro" a la hora de cumplir con la sostenibilidad.