Bolsa, mercados y cotizaciones

Jackson Hole puede provocar que la bolsa ceda un 10% por sus beneficios

  • Se justificaría una caída hasta las 20 veces por PER, la ratio a la que empezó a cotizar la vacuna
  • Las ganancias empresariales esperadas por la recuperación ponen límite a las ventas

Daniel Yebra

"Jerome Powell [presidente de la Fed] haría bien en mantener todas las opciones abiertas y evitar hacer una declaración clara este viernes en el encuentro de banqueros centrales en Jackson Hole", advierte Yves Bonzon, CIO de Julius Baer. El riesgo de corrección en las bolsas es elevado con Wall Street en máximos históricos y Europa, del año, y cualquier mensaje interpretable sobre la mayor o menor intensidad del tapering (retirada de estímulos monetarios) en Estados Unidos –su anuncio se da ya por descontado sea en septiembre, en noviembre, o incluso este mismo fin de semana– podría servir de excusa para una recogida de beneficios generalizada.

De momento, ni el impacto de la variante Delta del Covid en la recuperación económica, ni la amenaza regulatoria en China, sobre todo respecto a las compañías tecnológicas, ni siquiera las distintas informaciones sobre el fin de las compras de deuda de la Reserva Federal (Fed) por la inflación y la mejora del mercado laboral han sido motivos suficientes para desencadenar una corrección en los principales índices de Wall Streey y del Viejo Continente, que escalan cerca de un 40% desde que a finales de octubre de 2020 empezó a cotizar la vacuna contra el coronavirus –con el anuncio de Pfizer sobre su tratamiento como principal hito a principios de noviembre–.

Precisamente, la aceleración de la reconstrucción en la economía real tras la pandemia la ha permitido la vacunación, junto a los estímulos fiscales, hasta el punto de que efectivamente se espera una retirada del apoyo monetario en Estados Unidos –la potencia occidental con el ciclo más avanzado– para los próximos meses, que concluiría con la subida de los tipos de interés de referencia.

Una recuperación que, a nivel microeconómico, es evidente en los últimos beneficios presentados por las empresas cotizadas a uno y otro lado del Atlántico, y también en los previstos para este 2021 y para 2022.

Unas ganancias que justifican las subidas de las bolsas y que limitan una posible corrección a alrededor del 10%, si se tiene en cuenta la ratio PER, que mide las veces que los beneficios están recogidos en el precio de las acciones –y en su caso de las compañías presentes en los índices en conjunto–, de la referencia de Wall Street, el S&P 500.

El selectivo estadounidense presenta actualmente un multiplicador de beneficios de 22,5 veces si se tienen en cuenta las estimaciones para 2021 y y de 20,5 veces si se cogen las previsiones para 2022 (ver gráfico). Cuando empezó a cotizar la vacuna, el PER se encontraba en 20 veces, hasta donde esta ratio justificaría una recogida de beneficios si en Jackson Hole algún mensaje se malinterpreta.

El Ibex, sin sobrecompra

El riesgo es algo mayor para el tecnológico Nasdaq 100, aunque se explicaría solo por su perfil de alto crecimiento, según el mismo análisis, y es similar para el EuroStoxx 50. Mientras, en el Ibex 35 no existiría riesgo, es decir, no habría sobrecompra según cotizan las expectativas de beneficios para este ejercicio y para el próximo, lo que tendría en la menor recuperación desde los mínimos de marzo de 2020 un buen argumento, pero su dependencia de las referencias internacionales es irremediable.

"Las empresas son optimistas sobre la salud financiera de sus clientes: en general, confían en su capacidad para repercutir la subida de precios, gracias en parte al exceso de ahorro de los hogares", incide Álvaro Cabeza, experto de UBS AM Iberia. "La demanda de las compañías se ve favorecida por los altos niveles de actividad actual, la necesidad de reponer los inventarios que se redujeron durante la primera fase de la recuperación y la imposibilidad de hacerlo en algunos casos debido a las limitaciones de la oferta", añade.

Incertidumbres

"Las preocupaciones sobre las valoraciones de las acciones y el mercado inmobiliario entran en conflicto con los informes sobre la falta de oferta de crédito a las pequeñas empresas y, de forma más destacada en los últimos comentarios de la Fed, los riesgos a la baja para la economía por la variante Delta del coronavirus", observa Yves Bonzon, de Julius Baer. "Esto último se hace más visible cada día: los datos de alta frecuencia sobre el tráfico aéreo o las reservas en restaurantes están disminuyendo a medida que los consumidores estadounidenses vuelven a ser más cautelosos", concluye.

Casi pleno de sorpresas positivas

Un 94% de las empresas tecnológicas del Nasdaq 100 que han presentado sus resultados del segundo trimestre de 2021 batieron las expectativas de los analistas. Sin duda, es una señala de fortaleza, que se repite en la mayoría de bolsas, aunque de forma menos apabullante. "Los planes corporativos son particularmente importantes en esta etapa: a medida que la política fiscal se vuelve menos expansiva, se necesita un sólido relevo del crecimiento público al privado", apunta Álvaro Cabeza, de UBS AM Iberia.