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El hachazo fiscal a los planes de pensiones provoca el peor semestre de los últimos 5 años


    Cristina García

    El primer semestre de este año ha sido el peor para los planes de pensiones del sistema individual desde 2017 en cuanto a captaciones de dinero. Los partícipes de estos vehículos han retirado 193 millones de euros entre enero y junio, según los últimos datos disponibles en Inverco, coincidiendo con la entrada en vigor del recorte de los incentivos fiscales de los que gozaban estos vehículos de ahorro a corto plazo.

    Esos reembolsos netos contrastan con los 129 millones que captaron en el mismo periodo de 2020, año en el que el Gobierno anunció que disminuiría la cantidad máxima que un partícipe puede deducirse con su plan de pensiones privado, de 8.000 a 2.000 euros.

    Aún así, el patrimonio de estos productos ha seguido creciendo gracias a la revalorización de sus activos, y se sitúa ya en zona de máximos históricos, al alcanzar los 86.200 millones de euros, 9.700 millones más que a cierre del año pasado. El buen comportamiento de estos vehículos, que consiguen una rentabilidad media del 11% en el último año, gracias al tono positivo que ha mantenido el mercado en los últimos meses, a medida que se descontaba un mayor crecimiento económico gracias al avance en las campañas de vacunación, no ha impedido que los planes de pensiones privados registren las mayores salidas de dinero desde 2017, cuando los partícipes retiraron una cantidad similar (198 millones de euros). Aquel año, tras la victoria de Donald Trump como presidente de Estados Unidos solo unos meses antes, en noviembre de 2016, se caracterizó por un notable aumento del populismo en todo el mundo.

    La recta final del año... clave

    Lo cierto es que, salvo el año pasado, los primeros semestres de los últimos años se han caracterizado por ser flojos en cuanto a captaciones (ver gráfico). La clave para medir el impacto del hachazo fiscal del Gobierno a los planes de pensiones se encontrará en lo que ocurra en la recta final del año, que es cuando se concentran las aportaciones a estos vehículos de ahorro a pesar de que los expertos insisten en el error que ello supone en lugar de sistematizar las aportaciones.

    Durante dos años consecutivos -2019 y 2020-, estos vehículos han logrado atraer más de 1.000 millones de euros a lo largo del ejercicio. Y, en ambos, fue en diciembre cuando se produjo el impulso definitivo en cuanto a aportaciones.

    Para igualar las suscripciones netas de 2020, que fueron de 1.300 millones de euros, los planes de pensiones privados deben captar en los próximos seis meses alrededor de 1.500 millones de euros. Sin embargo, la bajada del importe máximo deducible, desde los 8.000 a los 2.000 euros, dificultará esta tarea, ya que un 7% de los partícipes aportaba más de 2.000 euros, según el Informe Estadístico de Instrumentos de previsión social complementaria del Ministerio de Economía de 2018. (ver gráfico), pues son éstos los que suben realmente el total de aportaciones al sistema puesto que un 67,4% de los españoles no aportó ni un euro a su plan.

    Inverco ha propuesto al comité de expertos para la reforma fiscal aumentar el límite de aportaciones de los planes de pensiones individuales a 5.000 euros desde los 2.000 actuales. Desde la patronal insisten en que, con datos de 2019, aumentar el límite no tendría un efecto presupuestario significativo y permitiría, sin embargo, "incorporar en el colectivo amparado por los límites de aportación a casi un 30% de los aportantes de 2020", en buena parte autónomos, para quien considera "crucial" esta cuestión.

    Más ventajas para los de empleo

    A la par que el Gobierno restó atractivo a los planes de pensiones privados trató de elevar el de los planes de empresa, aumentando la cantidad deducible hasta los 10.000 euros entre los dos productos. El problema es que, a día de hoy, los planes de empresa no están ampliamente instaurados en España y su acceso es limitado. Entre los planes del Ejecutivo también estaba la creación de uno público, al que pudieran adherirse empresas y trabajadores, que, sin embargo, todavía no está puesto en marcha y que impedirá beneficiarse de la deducción de hasta 10.000 euros, por tanto, a quienes no tengan ya un plan en su empresa.

    Desde Inverco piden una deducción del 10% en el Impuesto sobre Sociedades por aportaciones a planes de pensiones de sus trabajadores y exención con posible compensación vía impuestos en base de cotización de la Seguridad Social. A esta petición se suman otras reclamaciones, como nuevos estímulos fiscales para las empresas, la no limitación de la aportación del trabajador al plan, el establecimiento de un sistema de aportación por defecto y que las aportaciones a sistemas de empleo solo sean consolidables si el trabajador se jubila a la edad legal.