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La Fed tiembla ante el Buffett de los 80: "La inflación es una gigantesca lombriz corporativa"
Javier Collado Sánchez
La inflación vuelve a protagonizar las pesadillas de los bancos centrales. El temor a que un auge de los precios frene la tan anhelada recuperación económica para superar la crisis del coronavirus es la comidilla de los decisores de la política económica, pero también de los inversores y de los empresarios.
La Reserva Federal de EEUU no parece inquietarse en público sobre el 4,2% de incremento del IPC en el mes de abril y recuerda que su objetivo de inflación del 2% es una meta promedio, por lo que no prevé tomar medidas para reducirla por el momento.
Sin embargo, los bancos centrales tendrán que tener cuidado. Ya lo advertía el magnate de la inversión Warren Buffett hace 30 años: "la inflación actúa como una gigantesca lombriz corporativa", lo que puede poner en riesgo cualquier intento de resurgimiento de la economía si crece demasiado.
De esta forma, en su carta a los accionistas en 1982, el consejero delegado de Berkshire explicaba que "esta lombriz consume de forma preventiva su dieta diaria de dólares de inversión, independientemente de la salud del organismo anfitrión. Independientemente de los beneficios de una empresa, esta tiene que gastar más en cuentas por cobrar, inventarios y activos fijos para solo igualar el volumen unitario del año anterior".
Buffett explicaba por entonces -cuando la inflación estaba por encima del 10% interanual- que el auge de los precios es más perjudicial cuanto menos próspera es la empresa, porque el sacrificio de efectivo para hacer frente a la subida de costes puede significar "sacrificar el volumen de ventas, la posición competitiva a largo plazo o la solidez financiera".
Por ello, el magnate ya señalaba hace tres décadas que la inflación puede perjudicar más que el impuesto sobre la renta, puesto que puede hacer perder poder adquisitivo pese a tener inversiones con rendimiento positivo.
Además, advertía de cómo la subida de precios ralentiza la economía no solo por la caída de la inversión y el gasto, sino porque se retrae el dinero en circulación: la empresa podría necesitar el dinero líquido a corto plazo y tener dificultades para financiarse.
La Reserva Federal no volverá a reunirse en el Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) hasta dentro de tres semanas, cuando desvelará además sus proyecciones económicas para los próximos meses y años. En las realizadas en abril, estimaban que EEUU terminaría el año con una inflación del 2,4%, casi dos puntos menos de lo que han reflejado los últimos datos. Deberán señalar entonces si es el momento de empezar a enfriar la economía -o dar pistas de que se hará en el futuro próximo- para evitar que la "gigantesca lombriz" siga fagocitando a las empresas.