Bolsa, mercados y cotizaciones

El BCE tiene en su mano terminar con la penuria de los bancos en bolsa

  • La inflación y los tipos al alza se han convertido en agua bendita para el sector
  • Pero Frankfurt tiene que decidir entre entidades rentables...
  • ... o garantizar las condiciones financiación ultra bajas para la economía

Francisco S. Jiménez

Los bancos han vuelto a resurgir de sus cenizas después de quince años de arrastrarse por el mercado. El sector sube desde noviembre un 70% gracias al rally en los tipos de interés, pero aún así está lejos de los niveles previos a la anterior crisis económica. El BCE tiene que decidir este jueves si dejar suelta las riendas de la inflación o sacrificar a los bancos para seguir garantizando buenas condiciones financiación para la economía.

Fuente: Bloomberg

La inflación se ha convertido en agua bendita para los bancos en bolsa. En lo que va de año, el sectorial europeo sube más de un 20% y desde los mínimos del pasado mes de octubre avanza por encima del 70%. A pesar de que los valores bancarios están siendo de los más favorecidos por el actual contexto económico y bursátil, si se amplía el foco a un periodo de quince años, cuando en 2007 tocaron su máximo histórico, las pérdidas acumuladas son todavía del 80%.

Sectorial de bancos europeos en lo que va de año

Fuente: Bloomberg

La crisis financiera de 2008, la crisis del euro y ahora la pandemia dibujan un viaje lleno de quiebras, provisiones y ampliaciones de capital mil millonarias y grandes operaciones corporativas para sobrevivir. Pero la condena más dura para los bancos han sido los tipos negativos que durante los últimos años han anulado la capacidad de los bancos de generar capital y rentabilidad en su negocio.

Sin embargo, en la actual salida de la crisis se están cruzando los factores necesarios para que termine el castigo a los bancos. Las expectativas de recuperación gracias a las vacunas están alimentando las perspectivas de inflación y elevando los tipos reales de interés. Para una entidad financiera significa que en un futuro próximo la banca podrá captar más dinero y realizar préstamos a mayores intereses. El negocio de toda la vida de los bancos ofreciendo rentabilidad.

A pesar de que el BCE todavía mantiene su política de tipos cero, el sector está viendo en el horizonte la tierra prometida de tipos positivos. Varios bancos de inversión ya cuentan en sus pronósticos que el bono americano alcance a final de año el 2%. Societe Generale, Citi y Goldman han revisado estos días sus previsiones. Goldman Sachs sitúa al bund en territorio positivo.

"Mayores intereses en la economía implica un incremento de los costes financiación para las empresas y hogares, en un momento muy delicado"

Pero este escenario plantea un problema para el BCE, que tiene mañana reunión de tipos. Mayores intereses en la economía implica un incremento de los costes financiación para las empresas y hogares, en un momento muy delicado. Mientras EEUU se encuentra en la rampa de salida de la recuperación, la economía europea corre el riesgo de caer de nuevo en una caída del PIB en el primer trimestre del año.

El BCE necesita condiciones de financiación bajas para apuntalar la recuperación en paralelo al proceso de vacunación de la población. Los primeros espadas de la institución se han mostrados preocupados por el riesgo que supone un crecimiento rápido de los tipos reales. "Esperamos que el BCE haga hincapié en el compromiso de mantener unas condiciones de financiación favorables y que, si es necesario, recurra a las compras de activos en el marco del programa de compras de emergencia (PEPP), en consonancia con su esquema de control flexible de la curva de rendimiento (LYCC), para respaldar las palabras con acciones", comenta Konstantin Veit, gestor de PIMCO.

"Si queremos evitar un rápido aumento de los rendimientos europeos y evitar apagar la recuperación demasiado pronto, el BCE debe mantenerse activo y seguir comprando valores públicos como estaba previsto", añade Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM . Sin embargo, según, los datos publicados por la institución este lunes muestran que el BCE adquirió menos de 12.000 millones de euros netos en bonos durante la semana (hasta los 878.000 millones de euros), una cantidad que se encuentra muy lejos de los casi 35.000 millones que llegó a comprar en alguna de las primeras semanas del programa, pero que también queda por debajo de la media de 14.000/15.000 millones de las últimas semanas.

Durante las dos últimas semanas, el BCE lo que ha hecho ha sido reducir el ritmo de las compras de bonos semanales, enviando un mensaje un tanto contradictorio a los mercados.

La actuación del BCE mañana será clave a corto plazo para el sector, pero a medio va a influir las restricciones sobre dividendo, limitando la retribución a los accionistas al 15% de las ganancias de los ejercicios 2019 y 2020 hasta el próximo mes de septiembre.

La fecha de la imposición coincide con el final del verano, cuando la recuperación de la economía ya debería estar lanzada y buena parte de los europeos vacunados. La mayoría de entidades financieras han anunciado la vuelta a los niveles de retribución previos al covid. "En este sentido y en un entorno de recuperación económica no vemos razones que deban llevar al BCE a extender más tiempo la limitación actual", comenta Nuria Álvarez, analista de Renta 4.

Incluso firmas como BBVA, UBS, Credit Suisse, BNP Paribas, Nordea, Barclays, Standard Chartered e ING han anunciado fuertes programas de recompra, que debería atraer de nuevo a los inversores a los valores bancarios. Suele ser un factor alcista para los valores a medio y largo plazo, siempre que sea lo suficientemente ambicioso y atractivo.

Otro de los catalizadores a medio plazo para la banca son la caída de exigencias de capital por los reguladores, una vez que se ha completado el refuerzo de solvencia mínimo marcado en Basilea III. Según las previsiones de Bank of America, el sector bancario europeo tienen potencial para lanzar programas de recompra por 70.000 millones de euros, prácticamente la mitad del excedente de capital que atesora la banca europea, estimado en 145.000 millones, fruto de menores peticiones regulatorias y menores provisiones.