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La refinanciación del 15% de la deuda en 2021 costará 1.500 millones menos

  • El próximo año, vencen más de 160.000 millones en bonos y letras al 1,2%
  • Las nuevas emisiones tendrán un interés en torno al 0,25% que se exige de media en 2020
Foto: Archivo.

Daniel Yebra

El Estado rebajará la factura de los intereses de la deuda el próximo año en cerca de 1.500 millones de euros gracias a la presencia récord del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado de bonos y a los fondos de recuperación económica de la Unión Europea (UE), y a pesar del sobreendeudamiento de hasta el 120% respecto al PIB que se prevé para el cierre del presente ejercicio.

La refinanciación de los 160.000 millones de euros de deuda de España que vencen en 2021, alrededor del 14% del total -más de 1,1 billones-, será inevitable por el fuerte aumento del gasto público como consecuencia de la histórica recesión provocada por la pandemia, pero el coste medio será muy inferior, rebajando la carga financiera del Estado.

Una factura de los intereses que este 2020 de hundimiento de la actividad económica apenas superará el 2% del PIB, según calcula Oxford Economics, quedándose muy lejos del 3,5% que alcanzó en 2013, tras la crisis de deuda de la eurozona y el rescate bancario.

Evolución del coste de la deuda española

El mercado, en el que todavía no había irrumpido el BCE con sus programas de compras masivas de deuda, fue mucho más exigente entonces con España, que en 2011 emitió 24.000 millones de euros a diez años a un interés del 5,5%. Ese papel vence en 2021 junto con otros tres bonos a costes mucho mayores a los que afronta ahora el Tesoro Público, a cuyas nuevas emisiones apenas se les ha exigido de media un 0,25% en 2020.

De los 160.000 millones de deuda de España que vencen el próximo ejercicio, 87.000 millones se concentran en cuatro bonos a medio y largo plazo a un interés medio del 1,73%. El resto son letras colocadas a intereses inferiores que dejan el coste de este bloque en el 1,2%, casi un punto porcentual por encima de la media que se le exige hoy al Tesoro. 

"Independientemente de lo que valgan en mercado esos bonos [tras subir por precio estos últimos años y reducir su interés], el Tesoro no se beneficia de esa situación: está obligado a pagar lo que pactó al emitirlos, 5%, por ejemplo; en la renovación deja de tener ese compromiso y adquiere uno nuevo por el tipo al que consiga emitir", explica Enrique Lluva, responsable de fondos de renta fija de Imantia Capital.

"Toda la deuda se está refinanciando a tipos mucho más bajos de los que se emitió hace años así que salvo catástrofe inesperada de subida enorme del tipo de interés, supondrá que el coste medio siga bajando", coincide Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics.

Más deuda, pero más barata

Estas inmejorables condiciones de financiación, que toda apunta a que se mantendrán o incluso serán todavía más favorables durante el próximo ejercicio, según los últimos mensajes lanzados desde el BCE, sitúan a España en una situación totalmente diferente respecto a otras crisis. Un contexto que solo cambiaría "si la recesión económica  diera paso a una depresión larga y profunda o si la institución monetaria se retirara del mercado de deuda abruptamente", observa José Manuel Amor, socio director de análisis económico y de mercados de AFI, quien recuerda que "el coste medio de toda la deuda en circulación cayó en junio por debajo del 2% [por primera vez en la Historia] ".

"Obviamente refinanciar tanta deuda siempre tiene un componente de riesgo", advierte Ángel Talavera, de Oxford Economics. "Si el mercado pierde el apetito por los bonos españoles por el motivo que sea entonces ocurrirá que la demanda cae y hay que emitirla a tipos más altos, pero ahora mismo no hay razones concretas para esperar que España no pueda refinanciar esos 160.000 millones a tipos favorables", continúa.

Crece la bola de nieve

"El Estado soporta mucha más deuda, pero mucho más barata", añade el experto de AFI. "Es una bola de nieve, que sigue creciendo", lamenta, por su parte, Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School, quien lo describe como "una ilusión de deuda gracias al paraguas del Banco Central Europeo".

"El Tesoro viene alargando la vida de la cartera de bonos para poder ir atendiendo los vencimientos", incide José Manuel Amor, de AFI. "Cada vez se ha ido financiando a más largo plazo: en 2011 la media era a 6,5 años, en agosto de 2020, de 7,73, lo cual aporta estabilidad y genera una sensación de que el problema no existe", añade el profesor del EAE Juan Carlos Higueras, quien concluye que, "en algún momento, el BCE tiene que subir los tipos de interés, y cuando eso ocurra y España salga al mercado sin guardaespaldas, se va a examinar a fondo el ritmo de la recuperación económica y la incertidumbre política".

Papel verde para bajar el coste

El Tesoro Público sigue teniendo pendiente la primera emisión verde de deuda, que ya anunció a principios de 2020 que lanzaría a lo largo del año, pero que la pandemia de coronavirus le ha obligado a retrasar. Mientras diversas fuentes del mercado la sitúan en 2021, otros expertos señalan que el Tesoro no ha aparcado su idea de colocarlo en el presente ejercicio. En lo que sí coinciden es en que la entrada de este gran emisor en mercado abrirá la llave de paso para que estas colocaciones realmente ganen envergadura en España.

La emisión gubernamental podría tener un tamaño de más de 5.000 millones, estiman. La característica principal de este tipo de bonos es que deben estar ligados a la financiación de proyectos que generarán beneficios climáticos o sociales. Y lo interesante para los emisores es que actualmente es una tendencia que arrastra mucha demanda, lo que rebajaría aun más el interés que se le exige al Estado, aunque ya se encuentre en mínimos históricos.