Bolsa, mercados y cotizaciones
El crédito corporativo es la mejor opción en deuda ante la falta de rentabilidad
- Los diferenciales se han estrechado sustancialmente desde máximos
Carlos Jaramillo
Tras las turbulencias vividas durante los momentos más duros de la crisis del Covid-19, que llevaron los spreads de la deuda de inversión en Europa a máximos de 2011 y en Estados Unidos de 2009, los inversores han recuperado buena parte de las pérdidas a este lado del Atlántico y al otro incluso se logran ganancias del 2% en lo que va de año con el interés en mínimos históricos -en el 2%-, según los índices de Bloomberg y Barclays. Sin embargo, hay gestores que ven una oportunidad en este segmento, especialmente teniendo en cuenta el desplome de rendimientos en los bonos soberanos.
"La rentabilidad más baja de la deuda gubernamental es el catalizador de la búsqueda de interés (...) Sin embargo, los clientes han estado un tanto cautelosos con el crédito por el miedo a un final del ciclo y la crisis, pero estas preocupaciones se están diluyendo a medida que salimos de la situación", indica Tom Ross, gestor de fondos de deuda corporativa en Janus Henderson.
A día de hoy, el grado de inversión europeo ofrece un diferencial de 141 puntos básicos frente al bono alemán, lo que supone una rentabilidad ligeramente por debajo del 1%, aún lejos de los mínimos históricos del 0,5%. Mientras, en Estados Unidos este gap es de 140 puntos básicos pero el interés alcanza su nivel más bajo, en la zona del 2%. Eso sí, el spread que ofrece con el T-Note está todavía lejos de los 92 puntos básicos que llegó a tocar en el arranque del año. "A medio plazo deberíamos esperar que el riesgo medio de la prima de crédito se mueva ligeramente por encima que antes de la crisis, pero debería terminar siendo inferior a los niveles actuales. Esto deja espacio para oportunidades con un limitado descenso gracias a la liquidez y al apoyo de los bancos centrales", indica Alain Krief, director de Renta Fija en Edmond de Rothschild.
Una de las demostraciones del apetito inversor por este activo es el hecho de que con un ritmo de emisiones récord a uno y otro lado del Atlántico, los diferenciales apenas se han visto presionados al alza. Así, en una segunda mitad de año en la que se podría esperar una ralentización en las colocaciones, el escenario técnico podría servir de apoyo. "Aunque la oferta ha sido muy fuerte y podría continuar siéndolo, la demanda ha sido extremadamente alta tanto con las compras directas de los bancos centrales y por la de clientes que buscan rentabilidad en un mundo en el que ha desaparecido", indica Tom Ross.
Algunos analistas ven una oportunidad importante en aquellas compañías que el mercado ve como desahuciadas
Mientras, desde Société Générale creen que "los fundamentales ahora son positivos, ya que el mercado descuenta completamente un crecimiento económico débil pero infraestima el apoyo que puede suponer la política fiscal europea. La parte técnica es menos positiva, ya que la rentabilidad ha caído y esperamos menos flujos de otros activos como resultado. Las valoraciones fueron un lastre en noviembre, luego un apoyo en marzo y ahora son neutrales".
Otro de los grandes temas durante la crisis del coronavirus ha sido las bajadas de rating y la cantidad de compañías que pasarían del grado de inversión al high yield, con las agencias rebajando sus calificaciones a ritmos no vistos desde la crisis de deuda en Europa y desde 2009 en Estados Unidos.
Punto de entrada atractivo
En este contexto, algunos analistas ven una oportunidad importante en aquellas compañías que el mercado ve como desahuciadas. "Hay algunas oportunidades en los fallen angels, pero las reales están en elegir las que recuperen el grado de inversión. Aquellas que sean capaces de reparar su balance durante los próximos dos años", indica Ross. En este sentido desde Mellon creen que "aunque los diferenciales de estas firmas han caído desde los niveles de triple dígito vistos en marzo, las cotas actuales todavía son más elevadas que en su media histórica y ofrecen un punto de entrada atractivo para los inversores".
El interés de los índices de alta rentabilidad europeos rozan el 5% y en Estados Unidos se sitúan en el 6,2%. Así, los diferenciales escalan al entorno de los 540 puntos básicos en el Viejo Continente -frente a los 365 en los que arrancó el año- y en los 680 en EEUU -empezó el año en 325 puntos básicos-. "Consideramos que el riesgo de impago que está descontando el mercado excesivo. Las quiebras serán, por supuesto, más altos que la media del 1,5% visto en los últimos meses, pero esperamos que se mantengan por debajo del 5%" indica Alain Krief.