Bolsa, mercados y cotizaciones
¿Está muerto el Ibex 35? El desafecto de los inversores por el selectivo tiene explicación
Joaquín Gómez
Pensar que un inversor que tiene su cartera por el mundo lleva ganado en el año un 20% y el que está en el Ibex 35 poco más de 10% provoca frustración. Y esta se hace más grande cuando leemos en elEconomista que si se logra formar un Gobierno ordenado tras las elecciones de este fin de semana (todos entendemos lo que el mercado cree ordenado) solo el 60% de los expertos piensa que se recortará parte del retraso que el Ibex 35 sufre frente a Europa.
No paro de preguntarme en las últimas semanas por la desafección que sufre la bolsa española, y a la conclusión que llego es que no tiene regeneración.
La banca vive instalada en la destrucción creativa de pagar parte de la crisis con los tipos en mínimos. La única reflexión que uno se puede hacer es construir una horquilla del rango en el que van a seguir cotizando por debajo de su valor en libros para tratar de comprar bajo y vender en lo alto, pero siempre por debajo del valor contable.
En el caso de Telefónica, las dudas sobre su crecimiento recuerdan que lo que no es coyuntura es estructura. Los años en los que la operadora llegó a presentar un ebitda de más de 20.000 millones de euros son de finales de la pasada década. En los próximos se moverá entre 16.000 y 17.000 millones. Siempre que no venda más cosas por la presión de reducir su apalancamiento, lo que lógicamente también mermará su beneficio bruto.
En lo poco que veíamos visibilidad de crecimiento, en las eléctricas, que han funcionado de escándalo por el enorme atractivo que ofrece su rentabilidad segura frente a la renta fija, parece que se ha frenado la fiesta alcista. Los inversores están preparando la reestructuración de carteras para el próximo año y están empezado a cambiar cosas que habían ido muy bien por lo que nadie compraba (Arcelor, Acerinox o Ence). No van a retroceder mucho, pero ya no tienen fuelle.
El Ibex 35 ni siquiera defiende el atractivo de otras épocas de Latinoamérica. La esperanza de que pueda reconstruir la enorme diferencia de rentabilidad que le lastra frente a la bolsa europea en los últimos tiempos se encuentra como en ese primer viaje de Colón: cerca de cruzar el punto de no retorno (las carabelas solo tenían 40 días de autonomía), con la tripulación amotinada y sin señales de maderos o aves que hagan pensar que se puede avistar tierra.
En la tripulación del Ibex 35 hay pocos 'pinzones' que defiendan que el patrón de viaje es el correcto. Si pensamos en compañías que, bien por el crecimiento de su negocio o bien por su posicionamiento en mercado, habría que inventarlas si no existieran, podemos contar el resultado con los dedos de la mano.
La creación de valor en el selectivo es cosa de Cellnex, Amadeus, Grifols, Ferrovial o las inmobiliarias Merlin o Colonial.