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Los extranjeros ahorran 13.600 euros al año en impuestos con la 'Ley Beckham'
- Hacienda deja de recaudar por estos contribuyentes 134 millones por ejercicio
Eva Díaz
Los contribuyentes (habitualmente extranjeros) acogidos en España a la conocida como la Ley Beckham ahorran de media al año 13.600 euros en impuestos. No obstante, por estar acogidos a este sistema solo pagan por lo que ganan en España y no por su fortuna a nivel mundial, por lo que el ahorro para ellos es mayor al margen del IRPF, como en el Impuesto de Patrimonio. Este régimen tributario especial para impatriados permite a aquellos que no hayan residido en nuestro país en los últimos cinco ejercicios y bajo determinadas condiciones, tributar por el Impuesto de la Renta de No Residentes (IRNR) en vez de por el IRPF. El principal beneficio de este régimen es que existe un tipo fijo para las rentas de trabajo del 24%, a menos que superen los 600.000 euros, cuyo exceso se tributa al 47%.
En la actualidad, en España hay casi 10.000 contribuyentes impatriados acogidos a este sistema, lo que supone que Hacienda deja de recaudar por ellos unos 134 millones de euros al año, según recoge el informe titulado 'Evasión fiscal global 2024' elaborado por el Observatorio Fiscal de la Unión Europea.
No obstante, atendiendo a este mismo documento, de los quince países de Europa -incluye a Reino Unido- que tienen regímenes fiscales más laxos para residentes extranjeros con el objetivo de atraer empleo cualificado o simplemente riqueza, España se sitúa en la décima posición del ahorro fiscal medio anual que consiguen los contribuyentes que se acogen a estos sistemas. Quedan muy por delante países como Grecia, donde los trabajadores no residentes pueden ahorrarse 156.900 euros de impuestos al año; Italia, con 128.000 euros de media de ahorro, o los portugueses, donde los extranjeros se ahorran 32.600 euros de media al año en impuestos.
Precisamente, el Gobierno de Portugal anunció este mes que eliminará las exenciones fiscales a los extranjeros (el régimen de residentes no habituales, similar a la Ley Beckham de España) a partir de marzo por la crisis de vivienda del país.
Portugal aprobó este régimen en 2009 que permite que los ingresos de trabajadores tributen al 20%, aunque si proceden de una fuente extranjera están exentos. También aplica bonificaciones a los dividendos o propiedades inmobiliarias. Las condiciones para acogerse a él son realizar actividades de gran valor añadido o ser inversor de alto nivel. Las personas que se acogen a este sistema están cubiertos durante diez años. El conjunto de las Administraciones que tienen estos sistemas dejan de recaudar al año 7.500 millones y los contribuyentes ahorran 34.300 euros.
Régimen español
La Ley Beckham permite a los contribuyentes tributar solo por las rentas obtenidas en España (menos las de trabajo) y, aunque el usuario está sujeto al Impuesto de Patrimonio y al de grandes fortunas, sólo tributa por bienes en España.
La norma, pese al nombre, realmente se corresponde al régimen especial de impatriados que se establece en el artículo 93 de la Ley del IRPF. Las condiciones que exige a los contribuyentes para acogerse son que no hayan sido residentes en España en los últimos cinco años y que el desplazamiento se produzca por un contrato de trabajo o como consecuencia de ser nombrado administrador de una entidad. También que la actividad económica que realizan esté calificada como emprendedora o que sea un profesional altamente cualificado.