Internacional

Bruselas inicia el procedimiento legal para sancionar a Reino Unido por romper el acuerdo de Brexit

  • La Comisión considera que Londres no cumple con los acuerdos sobre Irlanda
  • Y ofrece un mes para que el país rectifique antes de elevarse al TJUE

elEconomista.es

La Comisión Europea ha iniciado este jueves un procedimiento de infracción contra Reino Unido por violar el Acuerdo de Retirada que fija las condiciones del Brexit y le da un mes para que corrija la situación, lo que supone la primera fase de un expediente que en última instancia llegará al Tribunal de Justicia de la UE si las partes no resuelven antes la disputa.

La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha informado en una declaración sin preguntas que este mismo jueves sus servicios han enviado una "carta de emplazamiento" a las autoridades británicas, lo que supone el primer paso de un expediente sancionador.

"La carta invita al Gobierno británico a enviar sus observaciones en el plazo de un mes. Entretanto, la Comisión Europea trabajará duro para la total implementación del Tratado de Retirada", ha concluido Von der Leyen.

La Unión Europea dio al Gobierno de Boris Johnson hasta este miércoles, 30 de septiembre, para enmendar la controvertida Ley del Mercado Interior con la que Londres ignoraría algunas de las disposiciones del acuerdo del Brexit en lo que afecta al control de mercancías a su paso de Irlanda del Norte a Gran Bretaña.

Sin embargo, el proyecto de Ley recibió el aval de la Cámara de los Comunes ayer, el mismo día en que expiraba el plazo europeo para su retirada, y continúa su tramitación parlamentaria.

La Unión Europea interpreta que esta ley es "inaceptable" porque permite a Londres incumplir los compromisos que asumió con la UE respecto al paso de mercancías de Irlanda del Norte a Gran Bretaña, lo que supone una "violación del Derecho internacional".

Von der Leyen ha subrayado en su alocución que esta legislación viola la obligación de actuar "de buena fe" que recoge el pacto de divorcio y ha insistido en que de adoptarse definitivamente en su forma actual, la norma estará "en total contradicción" de lo dispuesto en el protocolo de Irlanda del Norte.

Tras la carta de emplazamiento, las reglas de la UE prevén habitualmente un primer plazo de dos meses para que Bruselas y el Estado miembro resuelvan el litigio.

Si no hay acuerdo, los servicios comunitarios pueden decidir dar el segundo paso del procedimiento, que tiene la forma de un dictamen motivado que da un nuevo plazo para el diálogo y que, de no ser suficiente, permitiría a Bruselas llegar a la última fase, que es elevar el caso al Tribunal de Justicia de la UE.

El inicio del procedimiento legal tiene pocas consecuencias inmediatas, pero pone de relieve la alta tensión durante las negociaciones comerciales que actualmente se negocia. En esta semana, la Unión Europea y Reino Unido mantienen la última ronda de conversaciones para establecer la relación futura de ambos bloques.

El aviso de Bruselas complica aún más la situación, aunque dentro de la dinámica de la Comisión Europea estos procedimientos suelen ser habituales con los estados miembros, cuando se produce una violación de las leyes europeas. La apertura del procedimiento se antojaba inevitable, por ello los dos bloques confían en que haya posibilidades para alcanzar un acuerdo.

La primera respuesta oficial de Downing Street ha sido que responderá a la carta en tiempo y forma. El primer ministro Boris Johnson ha apostado por una salida caótica de la UE, renunciando incluso a prórrogas. Para algunos analistas la estrategia pasa por amenazar a Bruselas con la estabilidad política y social en Irlanda del Norte para sacar arrancar mejores condiciones durante las negociaciones.

La controvertida Ley del Mercado Interior fue aprobada en la Cámara de los Comunes. Ahora se trasladará a la Cámara de los Lores, donde el Partido Conservador de Johnson no tiene mayoría. Aquí es donde los críticos del Gobierno británico esperan que caiga. La derrota de Johnson le arrebataría el control de las negociaciones con Bruselas y abriría la puerta a unas nuevas elecciones.