Infraestructuras y Servicios
Los empresarios reclaman mejoras fiscales y en infraestructuras en Cataluña
- Critican las subidas tributarias sin consultar con las compañías y piden medidas para atraer el talento
- Illa anuncia 500 millones en préstamos para jóvenes para pagar la entrada de la primera vivienda
Eva Contreras
El empresariado constata la mayor confianza en Cataluña de la mano de la estabilidad de las instituciones y el "racionalismo económico" favorecido por el Ejecutivo de Salvador Illa, pero exige acabar con las desventajas tributarias. Para mejorar el atractivo a los negocios y que la región recupere el peso empresarial reclaman mejoras fiscales, redoblar la apuesta por las infraestructuras, por el talento y eliminar burocracias.
Son algunas de las conclusiones compartidas durante el "V Foro Empresarial: El resurgir empresarial de Catalunya" organizado por elEconomista.es, en una mesa integrada por los presidentes del Banco Sabadell, Josep Oliu; del Grupo Damm, Demetrio Carceller; de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; y el consejero delegado de Merlín Properties, Ismael Clemente.
Abrió fuego el presidente de Foment del Treball apuntando que el empresariado siempre ha manifestado públicamente que el Gobierno de Illa, "no estaba en condiciones en esta legislatura de bajar los impuestos a pesar de que pensamos de que en Cataluña se vive un cierto infierno fiscal porque la presión es muchísimo más elevada que el resto de las comunidades españolas". Admitió que el Ejecutivo se encuentra condicionado por "su suporte parlamentario", en relación a los Comunes y ERC que "van en la dirección contraria", pero afeó que se adopten medidas sin mediar diálogo alguno con el empresariado y anunció que Foment va a "intentar influir en el Parlamento" buscando "una rebaja fiscal".
"Que determinados impuestos, como la tasa turística se incremente el 100% y sin contar con los empresarios.., esto hay que hablarlo al menos. Hay que intentar pactar con los diferentes grupos empresariales. Tampoco entendemos el Impuesto de Transmisiones patrimoniales (ITP) pase del 10% al 20% para determinados tenedores cuando en España está al 7-6%", criticó. "Para generar riqueza y para que ésta sea compartida, ha de contar con los empresarios que somos los que hacemos las inversiones", elaboró.
El presidente de Sabadell coincidió en que no hay un "level playing field" frente a lo que pagan los contribuyentes en el resto de España y sugirió dar la vuelta a esa realidad para fomentar la implantación y desarrollos de los negocios en la región. "Más que un campo de juego igual, incluso en algún caso, tendríamos que utilizar la fiscalidad para intentar atraer a aquellas empresas o aquellas cosas que pensemos que están en el futuro en desarrollo económico del país", sugirió.
"Nosotros lo que buscamos son las mejores condiciones para poder operar en lo que son nuestros negocios", agregó el presidente del Grupo Damm reconociendo que favorece "aquellos sitios en donde somos recibidos con los brazos abiertos y las actuaciones son favorables a nuestros intereses". No obstante, precisó que el compromiso del grupo con Cataluña es absoluto y continuará invirtiendo como llevan haciendo desde hace 150 años.
El consejero delegado de Merlin Properties estimó que la fiscalidad empresarial no es tan determinante para implantar un negocio o no en Cataluña, aunque también apostó por homologarla a la baja. "Siempre se pretende homologar pidiendo a otra regiones que la suban y yo pienso que habría que bajarla porque si la elefantiasis en el tamaño del Estado es infinita, pues el Estado se convierte, como diría Hobbes, en una especie de Leviatán insoportable para el individuo". Clemente reclamó en este punto abrir "un diálogo sensato y serio" para "ir matizando el exceso de tamaño, el exceso de importancia y de influencia que tiene el sector público en la sociedad y en la economía".
Entre los retos de Cataluña, el primer ejecutivo de Merlin Properties apuntó la necesidad de reforzar las infraestructuras.Señaló la importancia de ampliar el aeropuerto de El Prat como ya anunciado el Gobierno de Illa, abogó por ampliar el puerto de Barcelona y mejorar la burocracia, eliminando las capas "políticas" que se han ido incorporando con el tiempo.
"Se le superpuso una gigantesca capa política que todo lo pesa, todo lo aprieta y todo lo convierte en ideología y se complicó todo. Y esos funcionarios pasaron a no tener tanta capacidad de decisión como tenían históricamente y eso hay que volverlo a liberar", reclamó.
El presidente del Grupo Damm coincidió en aconsejar "incrementar la inversión en infraestructuras" con la colaboración pública-privada por medio de las concesiones y mejorar la logística. De manera específica y para el Grupo Damm juzgó "fundamental" solucionar el problema del agua para que el grupo pueda reforzar su inversión, ya que la producción de cervezas precisa de agua y "no podemos estar a expensas de que llueva o no llueva".
Y, por último, apremió a "crear un ambiente para atraer talento". "A mí me está costando encontrar gente de mucho talento para venir a vivir a Barcelona y no me está costando nada para que vayan a vivir a Málaga y eso me sorprende y me hace reflexionar sobre qué tenemos que hacer", desveló.
"10.000 euros invertidos en Sabadell cuando se lanzó la opa hoy son 18.000 y en el BBVA, 13.000"
Banco Sabadell se aferra al recorrido de su proyecto en solitario para repeler la opa de BBVA. "Imagínese que hubiésemos invertido 10.000 euros el 29 de abril de 2024, que es cuando se planteó la opa, ahora valen aproximadamente 18.000 y si hubiésemos invertido en el BBVA en aquel momento ahora tendríamos 13.000", expuso ayer el presidente del banco, Josep Oliu.
Al ser cuestionado sobre la operación y cómo espera que actúe el Gobierno, se limitó a señalar que "el Gobierno y, sobre todo su ministro de Economía, es una persona muy seria" y "harán un trabajo serio" después de haber recogido las opiniones y temores de "mucha gente", pero sin querer entrar a elucubrar sobre su resolución final.
Sin embargo, sí detalló que desde que se lanzó la opa "el entorno ha cambiado muchísimo" y se ha producido una "reacción social", que debería tener en consideración el Ejecutivo al evaluar si se dan riesgo de interés general en la transacción para intervenir.
El banquero centró el discurso defendiendo el valor del Sabadell. Al respecto recordó que el consejo del vallesano rechazó la fusión con BBVA en 2020 al considerar que "aquel valor, en los términos que se planteaba por la otra parte, no eran convenientes a nuestros accionistas". "Imagínese si no eran convenientes que 10.000 euros invertidos entonces hoy son 98.000. Tampoco nos hubiese ido mal invirtiendo con BBVA, pero esos 10.000 hubiesen sido 48.000. Creo que nosotros, desde el punto de vista de la responsabilidad frente a los accionistas, tomamos la decisión correcta. Hemos multiplicado por nueve", resumió.
A tiempo presente y desde que BBVA lanzó la opa hace ahora un año, refirió que esos mismos 10.000 euros son 18.000 hoy y deslizó que el vallesano ultima una nueva hoja de ruta "donde presentará unos planes de cara al futuro para Cataluña y para el resto de España, con foco en la empresa y el crecimiento". Oliu reconoció que la última palabra en una opa corresponde al accionista, augurando que no saldrá si BBVA no mejora la oferta ya que el Sabadell cotiza hoy un 8% por encima del canje. "¿Cuál va a ser la oferta? Si es esta no va", pronosticó.
A la hora de decidir expuso que el inversor también tendrá que dirimir si quiere "vender un proyecto de empresas en España y de éxito de España, para comprar un proyecto que también es de éxito, pero cuyo foco no es español, sino emergente en el 70% de su composición" en alusión al peso de geografías como México y Turquía en las cifras de BBVA. En su opinión, "la sociedad civil catalana" y empresarial ve a Sabadell como un "elemento esencial" para configurar la cohesión empresarial y territorial por un modelo de trabajo de proximidad en la relación. "Si el Sabadell desapareciera ellos se quedarían huérfanos", zanjó.
"Hay que solucionar el problema del agua. Debemos tener una garantía, como la hay con el marco legal"
El presidente de Grupo Damm, Demetrio Carceller, valoró "el despertar" de la industria catalana frente a una situación previa en la que se encontraba un "poquito dormida y le faltaba un poquito de foco". Sobre los cimientos del giro, el empresario señaló la importancia de que haya estabilidad de las leyes y de las instituciones, y aplaudió la estrategia del presidente de la Generalitat: "El presidente Illa ha dado hoy un ejemplo muy importante de racionalismo económico y tiene el foco en aquello que yo creo que es importante para los empresarios y que es: "vamos a generar riqueza. Luego nos ocuparemos de repartirla, pero vamos a generar riqueza". Eso es lo que las empresas queremos: ir a donde haya un entorno que nos permita generar riqueza", expuso.
Para mejorar el entorno y redoblar la apuesta por la región, apuntó que Cataluña debe abordar tres retos: invertir en infraestructuras, "solucionar el problema del agua" y crear un ambiente de atracción del talento. "Para mí es fundamental el tema del agua. Yo no puedo a estar a expensas de que llueva o no. Tendremos que solucionar el problema del agua para que nosotros sigamos invirtiendo en un negocio como el nuestro, el de la cerveza, que está basado en el agua", explicó. El presidente del Grupo Damm reclamó al respecto una garantía, al igual "que la tenemos en las instituciones y lo mismo que lo tenemos en el marco legal".
Demandó en paralelo "incrementar la inversión en infraestructuras", apostando por la colaboración público-privada por medio de concesiones. Su petición alcanza tanto a proyectos nuevos como la anunciada ampliación del aeropuerto de Barcelona como en infraestructuras ya acometidas que necesitan inversiones. "Ojo, que lo que hicimos durante los años 90 cuando España entraba al Mercado Común ya se está colapsando", señaló.
"Tenemos que crear el ambiente para atraer talento", reclamó a continuación, subrayando con sorpresa que en Cataluña haya más dificultad para reclutar personal cualificado que Málaga. "A mí me está costando encontrar gente de mucho talento para venir a vivir a Barcelona y no me está costando nada para que vayan a vivir a Málaga y eso me sorprende y me hace reflexionar sobre qué tenemos que hacer", desveló.
La apuesta de Damm por Cataluña es absoluta, aunque subrayó los negocios van donde mejor les reciben: "Para nosotros Cataluña es el hub, es decir, es fundamental que vaya bien. Es fundamental tener unas condiciones económicas bárbaras, las mejores posibles". En este contexto consideró también clave "que haya financiación, la máxima posible para las empresas". "Cuando hay estabilidad en las instituciones, cuando hay estabilidad en las leyes y cuando lo que hay es un futuro por delante importante, tú quieres estar donde ocurre eso", argumentó Carceller.
"Hay que prohibir 'sine die' la fusión entre Sabadell y BBVA. Si sale habría 70.000 millones menos en crédito"
La patronal catalana de empresarios Foment del Treball quiere que el Gobierno tumbe la compra de Banco Sabadell por parte de BBVA para evitar una merma en la financiación que dan por segura. "Para nosotros, para Foment del Treball, es una cuestión de interés general y, por tanto, entendemos que el Gobierno de la nación, el Gobierno de España, tendría que implementar toda una serie de medidas que evitaran que esta fusión se produjera. Poner cuantas más trabas, obstáculos y mecanismos financieros estuvieran en su alcance para que no se produjera esta fusión o que se prohibiera sine die", reclamó ayer su presidente Josep Sánchez Llibre durante las jornadas.
"Las empresas, el tejido productivo español, perdería alrededor de 70.000 millones de crédito", deslizó, asegurando que este impacto sería especialmente entre las pymes y autónomos. "Dos más dos nunca son cuatro cuando hay una opa de dos entidades financieras respecto a los clientes" y el crédito que obtendrían si prospera la opa sería "como mucho dos y medio", sostuvo.
A su juicio la crisis interna que encara actualmente el Gobierno no debería afectar a su actuación al respecto ni suavizar la resolución sobre la operación porque "la legislatura no se ha acabado" y no le impedirá tomar "decisiones importantes por el bien del país".
Sánchez Llibre descartó que Bruselas pueda influir, pese a haber pedido explicaciones al Ejecutivo, apoyándose en la explicación del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, de que compete al Gobierno analizar si hay riesgos de interés general en las operaciones corporativas. Tomando de base sus palabras infirió que la opa es "una cuestión interna, doméstica, española y que no tenía por qué interferirse en futuras decisiones que pueda tomar la Unión Europea", zanjó.
Ampliación del aeropuerto
El presidente de Foment elogió, por otro lado, la "valentía" del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, al anunciar una ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat que era una vieja demanda de la "sociedad civil" de Barcelona. La inversión del proyecto, que rondará los 3.500 millones de euros, se traducirá en "un incremento del PIB catalán" que cifró entre el 1,5 y 2% tomando de base los estudios efectuados por la Universidad de Barcelona. "Va a significar ni más ni menos que alrededor de entre 3.500 y 5.000 millones más de PIB, de peso en la contribución económica", valoró, expresando el apoyo a la Generalitat en su hoja de ruta y en la interlocución con Bruselas para que pueda ser una realidad en el año 2031.
Lo que no cuenta con el respaldo de Foment son medidas como la intervención de los alquileres temporales, que provocará que el precio esté topado. "Esto es un atentado contra la propiedad privada porque esta interferencia en los mercados de alquiler y en sus precios no existe en ninguna parte del mundo", explicó antes de indicar que la patronal va a intentar "influir" en el Parlamento de Cataluña con los diferentes grupos parlamentarios para cambiarlo.
"Tenemos el centro de datos más grande de Cataluña y queremos construirle un hermanito al lado"
Merlin Properties redoblará su apuesta por Cataluña. La socimi tiene en desarrollo un centro de datos en la Zona Franca de Barcelona, que alcanzará una capacidad eléctrica de 22 megavatios, y ya proyecta construir otro "al lado" con más del doble. "Nuestra voluntad sería construirle un hermanito al lado de 56 -megavatios-", desveló ayer el consejero delegado de la compañía, Ismael Clemente. El centro iniciado dispone actualmente de una capacidad de 16 megavatios y pasará a 22 el próximo año convirtiéndose así en el "más grande de Cataluña", aunque admitió que será "un centro de datos de bolsillo en términos internacionales".
Por eso apuntó que la socimi está trabajando "mano a mano" con la Generalitat para determinar el emplazamiento del segundo centro con el objetivo de que sea compatible con sus políticas de "cohesión territorial". La compañía cuenta en la región con intereses en sectores inmobiliarios "tradicionales", oficinas y centros comerciales a los que posteriormente ha sumado incursiones en logística y desde 2020 en centros de datos.
Durante su intervención en las jornadas, Clemente avaló que existe una normalización clara en la actividad empresarial en Cataluña después "del susto del 1 de octubre -de 2017- cuando "todo el mundo disminuyó inversiones o, incluso, intentó iliquidizar parte de sus activos" para "no verse excesivamente expuestos" a los riesgos del procés. "Eso, hoy en día ya se ha relajado y se está permitiendo, como permitió en su momento en el País Vasco cuando terminaron los años de plomo, que haya una mayor confianza y por tanto, una mayor inversión y una mayor normalización de la actividad empresarial", apuntó.
Intervencionismo público
A su juicio, la fiscalidad empresarial no es tan determinante para implantar un negocio o no en Cataluña, aunque también apostó por homologarla entre las diferentes autonomías a la baja. "Siempre se pretende homologar pidiendo a otras regiones que la suban y yo pienso que habría que bajarla porque si la elefantiasis en el tamaño del Estado es infinita, pues el Estado se convierte, como diría Hobbes, en una especie de Leviatán insoportable para el individuo".
Clemente reclamó en este punto abrir "un diálogo sensato y serio" para "ir matizando el exceso de tamaño, el exceso de importancia y de influencia que tiene el sector público en la sociedad y en la economía", en alusión al intervencionismo de las administraciones que quedó patente en las propias jornadas donde se trató de la opa a Sabadell o la regulación de la vivienda.
Entre los retos de Cataluña, el primer ejecutivo de Merlin Properties apostó por reforzar las infraestructuras y mejorar la burocracia, eliminando las capas "políticas" que se han ido incorporando con el tiempo. "Se le superpuso una gigantesca capa política que todo lo pesa, todo lo aprieta y todo lo convierte en ideología y se complicó todo. Y esos funcionarios pasaron a no tener tanta capacidad de decisión como tenían históricamente y eso hay que volverlo a liberar", reclamó.