Valoriza rompe la puja para quedarse con la 'joya' de la firma quebrada de depuradoras DAM
Ángel C. Álvarez
Valencia,
La quiebra de Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM), el grupo valenciano especializado en la gestión de depuradoras que llegó a operar 200 instalaciones en España e incluso en países como Italia y Colombia, ha despertado el apetito por la que era una de sus principales joyas: su planta de valorización de lodos y biogás en Carcaixent (Valencia).
El administrador concursal designado por el juzgado que aprobó el concurso de acreedores de DAM inició el proceso de venta de esa instalación, denominada La Vintena. Un traspaso que ha generado el interés de una decena posibles compradores, desde fondos a grupos vinculados al medio ambiente y el ciclo integral del agua.
A falta del visto bueno judicial, todo apunta a que el nuevo dueño de la planta de lodos y biogás será el grupo Valoriza, que ha roto por completo la puja al superar ampliamente las ofertas del resto de competidores. El grupo especializado en servicios medioambientales y gestión de residuos, ahora en manos de fondos de Morgan Stanley, está dispuesto a pagar 12,5 millones de euros por la filial Valorización y Biogás La Vintena.
Su oferta incluye subrogarse la totalidad de los trabajadores de la planta, lo que supone asumir 300.000 euros de deuda con esa plantilla. El administrador concursal de la concursada ha propuesto al juzgado mercantil que Valoriza sea quien finalmente se quede el principal activo de DAM, con el visto bueno también de los empleados.
Los competidores
Además del previsible ganador, La Vintena atrajo a otros nueve grupos. La planta se ubica junto a la principal depuradora de la comarca de La Ribera, en Carcaixent, lo que asegura su materia prima de lodos. Un aluvión de ofertas que permitió al administrador concursal una subasta con un sistema de pujas que permitió incrementar notablemente las cifras iniciales.
Tras Valoriza, el mayor importe fue ofrecido por la castellonense Facsa, de Grupo Gimeno, que precisamente ha apostado por el biogás como área de negocio para crecer en toda España. Además, en el proceso concurrieron dos viejos conocidos de DAM. Por un lado, la valenciana SAV, especializada en residuos, que era su socio en la mayoría de concursos hasta 2021, cuando su ruptura precisamente fue uno de los detonantes que precipitó los problemas financieros de DAM.
Por el otro Ciclagua, la filial de agua de Simetria, grupo constructor y de servicios de la familia Batalla, que tiene como principal ejecutivo a Santiago Amores, que fue director general de DAM. De hecho, aún socio con el 0,2% de la empresa quebrada, según refleja el informe del administrador concursal de la compañía.
También han participado en la puja el fondo Sandton, que en la oferta presentada incluía un ambicioso plan de inversiones para ampliar la capacidad de producción de biogás de la instalación valenciana. En total la firma con sede en Luxemburgo preveía destinar alrededor de 23 millones, sobre todo para enfocarse a las energías renovables, pero también para mejoras en las plantas de tratamiento líquidos y de transferencia.
Entre los candidatos que han concurrido también figuran Global Omnium, dueño de Aguas de Valencia, y empresas dedicados a los residuos, como Prezero y la manchega Gesreman. Además, completan el listado el family office Iskander y una pequeña firma de análisis de agua, Analaqua.
Deudas por 55 millones
Depuración de Aguas del Mediterráneo (DAM) entró en concurso con deudas que suman más de 55 millones de euros, según recoge informe del administrador concursal nombrado por el juzgado mercantil, que cifra en cerca de un millar los acreedores existentes, desde trabajadores y proveedores a las propias administraciones públicas, con más de 2 millones de euros por deudas tributarias y de la Seguridad Social.
Como publicó elEconomista.es, el concurso de acreedores se solicitó el pasado verano, después de que no fructificasen los intentos de venta precisamente de su negocio de residuos y biogás. En sus últimas cuentas anuales, de 2023, la empresa de depuración de aguas llegó a registrar pérdidas por 22,6 millones de euros frente al beneficio de 2 millones de euros del año anterior.
Contratos a pérdidas
Entre los motivos que el administrador concursal incluye entre las causas de la insolvencia, a la reducción de los ingresos y el incremento de los costes en los últimos años, también apunta que "las empresas del grupo han aceptado contratos con rentabilidades insuficientes para cubrir sus costes, lo que ha generado pérdidas" y las "importantes inversiones en terceros países, en los que o bien por su situación política o económica no se han obtenido los beneficios esperados".
El grupo había conseguido concesiones de varias plantas en Italia y también había llevado su actividad a países como Colombia, donde entre otros consorcios formó uno para el mantenimiento de redes de aguas en cárceles, y Panamá. La mayoría terminaron con reclamaciones en los tribunales por incumplimientos.