Infraestructuras y Servicios

Atitlan, del yerno de Roig, se alía con la banca para relegar a los Amodio en OHLA

  • La firma de Roberto Centeno ofrece unos 100 millones para ser primer accionista
  • El mexicano Andrés Holzer ofrece 25 millones en la ampliación de la mano de Amodio
  • La banca aboga porque los Amodio reduzca su poder en la primera línea ejecutiva 
Roberto Centeno, fundador de Atitlan, y Luis Amodio, presidente de OHLA

Javier Mesones

OHLA encara días decisivos para resolver su futuro y evitar que los bonistas puedan tomar el control de la compañía en nueve meses. En el marco de la reestructuración financiera promovida por los hermanos mexicanos Luis y Mauricio Amodio, principales accionistas del grupo, el consejo de administración ha recibido dos propuestas alternativas de nuevos inversores para recapitalizar la constructora.

Atitlan, vehículo de inversión liderado por Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig, ha trasladado una oferta por la que se convertiría en el máximo accionista de OHLA, desplazando a los Amodio de los puestos ejecutivos que actualmente ostentan.

Mientras, el empresario mexicano Andrés Holzer, a través de Inmobiliaria Coapa Larca (INV), ha planteado acompañar a los Amodio en la ampliación de capital de 100 millones de euros que estos han diseñado. La presión de la banca, muy crítica con la gobernanza impuesta por los Amodio, se antoja determinante en la decisión que el consejo de OHLA finalmente adopte.

La constructora anunció el pasado miércoles que propondrá una ampliación de capital con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas por un importe de 100 millones de euros. Con esta cantidad y las desinversiones que tiene en marcha, el consejo de OHLA considera que tendría capacidad suficiente para afrontar el pago del bono, cuyo saldo supera los 400 millones y tiene un primer vencimiento del 50% en marzo de 2025, y situar así la deuda en un nivel sostenible. Los Amodio controlan el 25,96% del accionariado tras invertir 87,4 millones entre 2020 y 2021 -relevaron a Juan Miguel Villar Mir como accionistas de referencia-. Ahora se han comprometido a suscribir la ampliación con una aportación de casi 26 millones de euros, de manera que mantendrían su posición actual.

Hasta los 100 millones fijados como objetivo, faltarían 74 millones. Una parte vendría del respaldo de otros accionistas de OHLA, si bien su capital está muy atomizado -no hay ningún otro inversor que supere el 3%-, por lo que el importe que se conseguiría es una incógnita. Sirva como prueba el quórum alcanzado en la junta general ordinaria que la constructora ha celebrado este viernes, que tan sólo ascendió al 29,6% -copando los Amodio el 25,96%-.

Adicionalmente, los Amodio y sus asesores, capitaneados por Santander, Bestinver, y Alantra, llevan semanas testando el apetito de potenciales nuevos inversores para que se incorporen al capital. Entre ellos figuran nombres como los de Enrique Riquelme, dueño de Coxabengoa, José Elías, accionista de Amper, Atrys o La Sirena, la portuguesa RCP -candidato el año pasado a hacerse con Abengoa- y las mencionadas Atitlan e INV. Esta última ha dado un paso adelante y se ha ofrecido a invertir 25 millones en la ampliación de capital.

En el caso en el que INV no pudiese suscribir el importe asegurado por resultar suscrita la ampliación entre los accionistas actuales, propone aprobar otro aumento sin derechos de suscripción preferente, al mismo precio de emisión que el aumento de capital inicial, por valor efectivo igual al importe asegurado y no suscrito en la ampliación hasta alcanzar los 25 millones. Así, OHLA podría recibir una inyección de fondos superior a los 100 millones.

INV es propiedad de Andrés Holzer Neumann, un reconocido empresario mexicano que ya ha mantenido relaciones empresariales en el pasado con los hermanos Amodio. Según registros públicos, Holzer y Luis y Mauricio Amodio figuran como apoderados de la sociedad Inversiones Amilena INC. Holzer tiene una larga trayectoria vinculada a los sectores de las infraestructuras, la construcción, el inmobiliario o el turismo, y entre las empresas que dirige figura Grupo Industrial Omega.

Esquivar la obligación de opa

La de INV sería, por tanto, la opción preferida por los Amodio, toda vez que se mantendrían como accionistas de referencia y estarían secundados por un socio de su máxima confianza. La participación que tomaría INV dependería del precio de emisión de la ampliación y del volumen que suscribieran los actuales accionistas.

Atitlan Grupo Empresarial, por su parte, ofrece un plan más ambicioso, pero que choca con las pretensiones de los Amodio y que propiciaría una dilución significativa entre los accionistas actuales. Así, Centeno y su equipo proponen entrar en el capital de OHLA a través de un primer aumento de capital sin derecho de suscripción preferente por valor de hasta 75 millones de euros. Con posterioridad, plantea una segunda ampliación con derecho de suscripción que por 75 millones que respaldaría en la parte que proporcionalmente le corresponda. De este modo, Atitlan está dispuesta a aportar alrededor de 100 millones en OHLA para convertirse en su principal accionista.

Los 75 millones del primer aumento representan el 38% del capital de OHLA a los precios actuales de cotización. Su capitalización cerró ayer en 197,3 millones de euros después de anotarse un alza del 5,68%, hasta 0,35 euros. Ese porcentaje supera ampliamente el umbral del 30% por el que estaría obligado a lanzar una oferta pública de adquisición (opa).No obstante, en su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la constructora aclara que ninguna de las dos ofertas recibidas implicaría rebasar el 30%. Atitlan quedará por debajo de este límite, aunque no muy lejos, debido a que previsiblemente agregará un socio para invertir, según informan fuentes del mercado. Asimismo, el precio de emisión considerado para la citada ampliación, en virtud de la cotización de los últimos meses, sería mayor.

Este primer aumento de capital diluiría a los actuales accionistas sustancialmente, de manera que la participación de los Amodio se reduciría por debajo del 20%. En la segunda ampliación, Atitlan aportaría cerca de 25 millones, quedando poco más de 50 millones por suscribir por parte de los actuales accionistas. A los Amodio les correspondería inyectar cerca de 15 millones si quisieran conservar su posición.

El poder en el consejo

Atitlan ha presentado esta oferta después de semanas de conversaciones con la banca acreedora (Santander, CaixaBank, Sabadell, Crédit Agricole y Société Générale). La firma tiene la intención de entrar en los órganos de gobierno y nombrar un nuevo equipo directivo, de manera que los Amodio salgan de la primera línea ejecutiva. Esta es precisamente una de las exigencias de los bancos, que cuestionan la falta de determinación por parte del presidente Luis Amodio para ejecutar acciones clave, como la venta de la filial de servicios Ingesan.

Amodio fue nombrado presidente con funciones ejecutivas hace un año, cuando dimitió el hasta entonces consejero delegado, José Antonio Fernández Gallar, por discrepancias con los inversores mexicanos y, tras 12 meses, no ha nombrado un sustituto. Entonces también se designó a Mauricio Amodio como vicepresidente ejecutivo.

Según fuentes financieras, Atitlan contaría con el plácet de los bancos para liberar una parte sustancial del depósito indisponible de 174 millones que OHLA tiene como garantía de líneas de avales. En el plan de los Amodio se liberarían unos 100 millones. La oferta de Atitlan, en todo caso, es no vinculante y expira el próximo viernes 5 de julio.

El consejo de OHLA tendrá ahora que decidir si acepta su propuesta o la de INV -o si eventualmente llega alguna otra en los próximos días-. Los Amodio cuentan con tres votos en un consejo en el que hay seis vocales independientes, entre los que se incluye la mexicana Ximena Caraza.