Infraestructuras y Servicios
Fainé sale al rescate de Florentino con la compra de los derivados 'malditos' que amenazaban con pérdidas millonarias a ACS
- La constructora elimina los riesgos y se anotará 520 millones de caja
- La firma catalana invierte 983 millones por el atractivo dividendo
- Criteria compra el 9,4% de ACS y se convierte en su segundo accionista
Javier Mesones
Jugada maestra de Florentino Pérez en ACS. Criteria Caixa, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, ha irrumpido en el capital del gigante de las infraestructuras con una participación del 9,361%, lo que le convierte en el segundo accionista tras su fundador y presidente, que ostenta el 14,16%. Ha pagado 983 millones de euros para hacerse con 25.431.299 acciones de ACS que estaban en manos del banco galo Société Générale a través de dos derivados contratados en 2020, en plena pandemia. La operación permitirá a ACS eliminar el riesgo ligado a estos instrumentos financieros, que han quedado cancelados.
ACS contrató los derivados en 2020, cuando su cotización se había hundido por el Covid-19. Los contratos abarcaban originalmente un máximo de 24 millones de acciones cada uno con una opción de compra (call) a favor de ACS, según el caso, a 14, 17,5 y 19,5 euros por acción y una opción de venta (put) a favor de Société Générale a 10, 14,5 y 16,5 euros. Este viernes, los títulos del grupo que lidera el también presidente del Real Madrid cerraron a un precio de 40,84 euros, tras anotarse una subida del 2,77% (el 20 de marzo de 2020 llegó a tocar los 13,38 euros).
En diciembre de 2020 sustituyó los derivados originales (reverse collar) por dos dos contratos forward sobre acciones propias, liquidables exclusivamente en metálico por diferencias. Estos propiciaron que en 2023 el grupo de infraestructuras se anotara un beneficio de 360,88 millones de euros gracias a la escalada de la acción en bolsa (en 2022 la cifra fue de 123,73 millones). Al cierre del último ejercicio, el valor razonable de estos contratos ascendió a 520 millones de euros (239,17 millones de euros en 2022), con un efecto contable sobre la caja de la compañía, que ahora se verá así reforzada efectivamente en esta cantidad. Con la escalada que ha registrado la cotización de ACS en los últimos años, el riesgo de que ese efecto positivo tornara en negativo, ante una caída de la acción, era latente.
Para Société Générale, de igual modo, la venta a Criteria supone liberarse de unos derivados que comenzaban a tener un peso relevante en su balance, toda vez que en los últimos cuatro años los ha ido renovando y reestructurando, con el consecuente incremento de tamaño.
ACS, además, gana un socio industrial de prestigio como Criteria después de que su accionariado haya perdido varias referencias en los últimos años como las familias March y Fluxá. Y la entidad catalana, por su parte, desembarca en un grupo con una política de dividendos atractiva y con un plan de negocio en el que estima crecimiento de sus beneficios a doble dígito en los próximos años. Entra de lleno así en el negocio de la construcción y las infraestructuras con una posición de gran relevancia en el accionariado de ACS. Una participación con la que tendrá un asiento en el consejo de administración del grupo que encabeza el también presidente del Real Madrid. Lo ocupará el presidente Isidro Fainé.
Hasta ahora, Criteria no figuraba en el capital ACS. Su entrada en la constructora se enmarca en su apuesta por invertir en compañías con dividendos estables. "La política de retribución al accionista de ACS, con un dividendo estable y creciente, previsto en su nuevo Plan Estratégico 2024-2026, encaja en la estrategia de CriteriaCaixa de buscar opciones de inversión con enfoque de largo plazo que maximicen la rentabilidad por dividendo", señaló ayer Criteria en un comunicado.
Beneficios crecientes
En su plan estratégico 2024-2026, ACS contempla repartir unos 2.000 millones de euros en dividendos entre 2024 y 2026, frente a los 600 millones de euros de 2023. Una política de retribución al accionista creciente que viene sustentada por unas previsiones que contemplan beneficios netos de entre 850 y 1.000 millones en 2026, con un incremento anual del 14%, además de unos ingresos que oscilen entre los 43.000 y los 48.000 millones de euros, con un crecimiento anual del 9%.
La remuneración, que la materializa a través de scrip dividend (da a elegir entre efectivo y acciones), es uno de los mayores atractivos que encuentra Criteria en su inversión en ACS. Con el 9,4%, a la entidad catalana le corresponderán cerca de 60 millones de euros este año y la cantidad irá al alza en los próximos ejercicios, según las proyecciones anunciadas por el grupo.
Ahora bien, frente a los dividendos, Criteria compra a un precio que coquetea con los máximos desde 2019. No en vano, tras subir este viernes un 2,77%, los títulos de ACS cotizan en 40,84 euros, su nivel más alto desde el 30 de abril de 2019. Y lo hace sin que el mercado encuentre recorrido para la acción. Al menos así lo atestigua el consenso de analistas, que concede un precio objetivo de 38,40 euros, es decir, un 6% inferior a su cotización de ayer. La recomendación es la de mantener, con tres expertos con consejo de compra, uno de compra moderada, nueve de mantener y dos de venta.
Para ACS, no obstante, la acción está devaluada. Su consejero delegado, Juan Santamaría, fijó en marzo el valor fundamental de la compañía en 50 euros. Con ACS, Criteria da un nuevo golpe de efecto en la bolsa española. En las últimas semanas, ha irrumpido en el accionariado de Puig en el marco de su salida a bolsa, ha incrementado su posición en Telefónica hasta el 5%, con pretensión de duplicar este porcentaje hasta el 10%, y ha anunciado que crecerá en Colonial hasta el 17% vía ampliación de capital. Además, está en negociaciones con la emiratí Taqa para lanzar una opa (oferta pública de adquisición) conjunta sobre Naturgy, en la que ya es el primer accionista y estudia opciones para entrar en el fabricante de trenes Talgo.
Ofensiva industrial
Criteria, que también es el accionista de referencia de CaixaBank, ha potenciado así su presencia en sectores estratégicos como telecomunicaciones y energía, al tiempo que ha impulsado su posición en otros como retail, real estate y, ahora infraestructuras. En este ámbito, no obstante, ya cuenta con actividad al ser la propietaria del grupo de aparcamientos Saba.
El desembarco de Criteria en ACS implica, asimismo, que el grupo que encabeza Fainé vuelva a tener bajo su perímetro de influencia a Abertis, la concesionaria de autopistas participada al 50% por la italiana Mundys y el grupo de construcción. Ambas se hicieron con Abertis hace cinco años a través de una oferta pública de adquisición (OPA) conjunta. Entonces, Criteria era su accionista de referencia y salió de su capital tras 16 años.
Florentino Pérez e Isidro Fainé vuelven ahora a cruzar sus caminos. Ambos crearon precisamente Abertis en 2002 -entonces Acesa-, convirtiéndolo en uno de los mayores operadores de autopistas del mundo. En el marco de la crisis financiera, ACS fue desinvirtiendo en la concesionaria hasta su salida definitiva en 2012 -enmendada seis años después con la opa referida-.