Televisión

Carles Porta: "Hay espectadores que quieren true crime en vena y se lo comen todo, pero tenemos que ser rigurosos"

Tor es la "gran obra" de Carles Porta, el genio del true crime. El periodista, una institución del género gracias a programas como Crims, investigó durante 30 años la leyenda negra que rodea a un pueblo del Pirineo donde la lucha por una propiedad desembocó en tres asesinatos. La historia de cien años de rencillas, secretos, casas quemadas y muertes llega esta noche a La Sexta a través de un documental de ocho capítulos que fue un éxito en TV3 y que ya se estrenó en Atresplayer. "Tor es un elemento esencial en mi vida profesional y lo ha condicionado todo. Me ha dado un nombre, un posicionamiento... Es mi gran obra", nos cuenta Porta.

¿'Tor' es especial para ti por el tiempo que te ha llevado y porque es el resumen de una vida dedicada al true crime?

Efectivamente, es mi trabajo más importante, sin duda. Por el tiempo, por lo que representa, por las horas que he metido... es el más difícil y es más importante. Es mi vida.

¿Es el documental que más satisfacciones te ha dado?

Quizás sí. A ver qué pasa en La Sexta, pero es un proyecto de mucho años que empezó con un documental en TV3, un libro, un pódcast, una serie... Suma muchas satisfacciones y mucho esfuerzo, además de algún disgusto. Es un proyecto al que quiero mucho porque fue mi primer hijo.

¿Sin 'Tor' no hubiera existido todo lo que has creado alrededor del género del true crime?

Desde luego Tor es un elemento esencial en mi vida profesional y lo ha condicionado todo. Me ha dado un nombre, un posicionamiento... Es mi gran obra.

En TV3 fue un éxito de audiencia y también está en Atresplayer. ¿Qué supone que ahora lo vea ahora el público en abierto a través de La Sexta??

Es un test. No es un reto porque ya está hecho y yo no tengo que intervenir, pero es un test muy importante por ver cómo respira. Además, en abierto hay una competencia feroz. Estoy tranquilo y esperanzado.

Tienes seguidores incondicionales que ven todos tus programas. ¿Más que espectadores son fans?

No pienso mucho en esas cosas. Es verdad que hay gente que te conoce y se engancha por la forma que tenemos de contar las cosas. Generas un seguimiento que significa una gran responsabilidad, porque la gente se acostumbra a un nivel y un tipo de producto y todo tiene que ser igual o mejor. Estoy tranquilo con Tor porque es lo mejor que he hecho hasta ahora.

¿Pero sientes que hay un 'ejército' detrás que siempre está muy pendiente de todo lo que haces?

Estoy agradecido al retorno que tenemos, porque todo el mundo es increíblemente amable. Pero honestamente no soy consciente de tener una legión de fans o un público muy específico Gracias a la elegancia que tenemos a la hora de narrar, nuestro público es muy amplio y trasversal. Me he encontrado chavales de 12 años y señores de 80 que nos siguen. Pero sí veo que hay un seguimiento cuando hacemos cosas y eso es muy bonito.

¿Te ha ocurrido alguna anécdota con algún seguidor?

Cuando estábamos haciendo Tor, alquilé un piso en Barcelona porque quise vivir a la lado de la sala de montaje y decidí apuntarme a boxeo. El chaval que me atendió me pidió el nombre y el mail. Se lo di e inmediatamente se volvió loco. '¡Joder, eres tú!', me dijo. Fue increíble porque era un chaval muy joven y me desconcertó en positivo.

¿En qué momento está el género del true crime? ¿Crees que se ha relajado la fiebre por este género?

A efectos de cantidad, se ha calmado un poco. Hay una corriente que cuestiona cómo se hacen las cosas y eso es bueno, porque ha permitido que el mercado se autorregule. Hace unos años vieron que este género daba audiencia y todo el mundo lo ha querido hacer y eso me parece normal, pero es muy difícil hacerlo bien. Hay gente que ha pisado el acelerador y se ha salido en la primera curva. Nosotros llevamos 500 horas de true crime sin tener problemas con nadie. El espectador se da cuenta de lo que es bueno y lo que no lo es.

¿Qué se necesita para hacer un buen true crime?

Tener tiempo, un equipo grande y bueno... es muy difícil explicar una serie bien explicada. Otra cosa es hacer reportajes largos y bonitos que se venden como true crime, pero no lo son. Si quieres ser transversal y global, tienes que hacerlo muy bien.

¿Qué te parece las películas y series como La viuda negra o El cuerpo en llamas?

Entrarían dentro del género y me parece bien que se hagan si se consumen. Legalmente puede hacerse, moralmente no sé si debe hacer o cómo debe hacerse. Yo siempre intento casar legalidad y moralidad. La legalidad está presente en muchos sitios, la moralidad desaparece con mucha facilidad. A mi equipo siempre le digo que tenemos que pensar que podrían ser familiares nuestros. Y a partir de ahí, hay que hacerlo con dignidad y elegancia. Si no, no seríamos transversales y nos habríamos quedado en un nivel medio bajo. Hay un determinado público que quiere esto en vena y se lo come todo, pero nuestra vocación es más transversal y global. Queremos llegar a todo tipo de público y para eso tenemos que ser muy rigurosos y muy respetuosos. Y contar historias muy potentes. Si no, eres uno más y no queremos ser uno más.

¿Cómo haces para estar en varias cadenas (TV3, Atresplayer, Movistar...) y que ninguna tenga celos?

Mal, porque todas se ofenden y tienen celos (risas). No, es una cuestión de honestidad desde el primer momento. Y es importante no querer vender más de lo que vendemos. Nos gustaría hacer más proyectos, pero entonces lo haríamos mal y acabaríamos quedando mal con las víctimas, que es con las que nunca podemos quedar mal. Se trata de escoger y tener buenos compañeros de viaje. Y yo los tengo.

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