En medio de tensiones con la Casa Blanca y CBS por la cobertura de 60 Minutes (un Informe Semanal), ha caído la periodista que perseguía Donald Trump. En plena crisis corporativa, legal y política sin precedentes para una de las redacciones más influyentes del país, el futuro de CBS News, y en particular de 60 Minutes, permanece incierto. Lo que está claro es que la relación entre la prensa y el poder presidencial continúa siendo una de las tensiones más delicadas en la democracia estadounidense actual.

En una sorpresiva pero creciente crisis institucional, Wendy McMahon, presidenta de CBS News desde agosto de 2023, ha sido forzada a abandonar su cargo este lunes, en medio de un complejo conflicto que involucra directamente al presidente de Estados Unidos, Donald Trump; el emblemático programa 60 Minutes; y Paramount, la empresa matriz de CBS.

La salida de McMahon marca el último giro en una serie de tensiones que vienen sacudiendo a la división de noticias de CBS, tras una demanda multimillonaria presentada por el presidente Trump. El mandatario acusa a 60 Minutes de haber manipulado con fines políticos una entrevista realizada a su entonces contrincante electoral, Kamala Harris. Aunque numerosos expertos legales han calificado la demanda como infundada, Paramount —que está en proceso de vender parte de su conglomerado al estudio cinematográfico Skydance— ha considerado un posible acuerdo extrajudicial con la Casa Blanca.

En un memorando dirigido a su equipo, McMahon reconoció que "se ha vuelto evidente que la empresa y yo no coincidimos en el camino a seguir". Según fuentes con conocimiento directo de las conversaciones, ejecutivos de Paramount le comunicaron su decisión durante el fin de semana. El conflicto con la Casa Blanca ha tenido un efecto dominó dentro de CBS News. El mes pasado, Bill Owens, productor ejecutivo de 60 Minutes, renunció a su cargo. Personas cercanas a Owens aseguran que fue presionado por ejecutivos de Paramount preocupados por la sensibilidad política de los reportajes emitidos, en particular aquellos críticos con el presidente Trump.

Uno de los últimos puntos de tensión surgió con el episodio final de temporada de 60 Minutes, programado para el 18 de mayo, que contenía un segmento conducido por Anderson Cooper sobre una supuesta orden del gobierno de Trump para realizar despidos masivos en el Servicio de Impuestos Internos (IRS). George Cheeks, director ejecutivo de CBS y codirector de Paramount, evaluó reemplazar toda la programación del domingo con un especial en horario estelar, lo que habría eliminado la emisión de 60 Minutes. Aunque la idea no prosperó, generó incomodidad en la redacción.

Finalmente, los productores decidieron retirar el segmento del IRS por "razones periodísticas", tras recibir nueva información del propio organismo que requería verificación adicional. "Nuestro equipo continuará informando sobre estos nuevos detalles y emitirá la historia en el futuro", explicó el programa en un comunicado. La presión sobre McMahon no era nueva. Desde hace meses, ejecutivos de Paramount habían expresado preocupaciones por su liderazgo. Las críticas se enfocaban en la caída de audiencia de CBS Evening News tras una reestructuración, así como en su gestión de una polémica entrevista realizada en octubre por el presentador Tony Dokoupil, donde cuestionó al escritor Ta-Nehisi Coates por sus opiniones sobre el conflicto israelí-palestino.

Además, críticos internos argumentaban que la línea editorial de 60 Minutes se había vuelto "abiertamente política", lo que exponía a la empresa a un escrutinio público más severo. Y todo esto ocurría bajo la atenta mirada del presidente Trump, quien ha mantenido una relación tensa con CBS News durante años.

El pasado 4 de mayo, 60 Minutes emitió un reportaje que incluía opiniones de juristas que acusaban al presidente de actuar ilegalmente mediante órdenes ejecutivas dirigidas a bufetes de abogados. La reacción de los abogados de Trump fue inmediata. Según fuentes con conocimiento de las negociaciones, consideraron que CBS intentaba usar el reportaje como estrategia de presión en las conversaciones de conciliación. En respuesta, se planteó la amenaza de una nueva demanda por difamación contra CBS y Paramount. "Los intentos de CBS y Paramount por subvertir el proceso legal mediante mentiras y difamaciones podrían requerir acciones legales correctivas adicionales, que el presidente Trump se reserva el derecho de emprender", advirtió Ed Paltzik, uno de los abogados del mandatario.

Las negociaciones para resolver el pleito de 20 mil millones de dólares siguen sin avances significativos. Una sesión de mediación a finales del mes pasado terminó sin acuerdo, dejando la situación en un punto de máxima tensión. El propio presidente Trump ha utilizado sus redes sociales para criticar duramente al programa. El mes pasado calificó como "fraudulenta" una emisión reciente de 60 Minutes y pidió a los reguladores federales retirar la licencia de transmisión a CBS. "CBS está fuera de control como nunca antes, y debería pagar un precio alto por ello", escribió.

Ante este clima de incertidumbre, la cadena ha añadido nuevas capas de supervisión al trabajo editorial de 60 Minutes, algo que ha provocado la frustración de varios productores. En una emotiva reunión en abril, Bill Owens advirtió que alterar la independencia del programa representaba "una pendiente resbaladiza" que comprometía la integridad del periodismo de investigación.

La salida de McMahon será efectiva en las próximas semanas, durante las cuales apoyará el proceso de transición. CBS anunció que Tom Cibrowski, recientemente nombrado presidente de CBS News, y Jennifer Mitchell, presidenta de CBS, asumirán conjuntamente la dirección interina de la división.

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