La primera semana de La familia de la tele fue catastrófica. Ni los más pesimistas esperaban que los cinco primeros días del nuevo Sálvame de TVE acabasen con un irrisorio 5,9% de share, que es la cuota que registró el tramo principal del programa el viernes pasado. Fue la puntilla a una semana negra en términos de audiencia, pero también en críticas, porque las protestas se han hecho cada vez más intensas y su origen está en el seno de la cadena pública.
Periodistas veteranas como María Escario, sindicatos y el Consejo de Informativos se han manifestado contra La familia de la tele. También ha roto su silencio el expresidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, que sigue sin entender por qué la cadena pública de José Pablo López tiene que telecinquear para competir.
Ninguna de estas críticas tendría demasiado peso (probablemente ni siquiera se hubieran producido) si La familia de la tele estuviera arrasando en audiencia, pero no es el caso. El programa arrancó el lunes con un desangelado desfile de carrozas que fue una nefasta carta de presentación para un magacín que no mejoró una vez empezó a emitir dentro del plató (7,4% el martes en su tramo principal). Las alarmas se encendieron el miércoles con un 6,2% y el viernes se produjo el bajón definitivo (5,9%).
La familia de la tele ya está por debajo de los datos que cosechaba El Cazador a esa mismos hora y no aprovecha el arrastre de La Promesa, la única serie que funciona en La 1. El rechazo de la audiencia es llamativo y, cuando termina la serie, el público se va de TVE. Hasta 5 puntos cae de golpe cuando empieza La familia de la tele. Los beneficiados son Jorge Javier Vázquez y Sonsoles Ónega, que han mejorado su audiencia. El primero, al que muchos daban por muerto ante el estreno de La Familia, les dobla en share y Mediaset aprovechó el timming para anunciar la semana pasada la renovación de El Diario por 92 entregas más (unos cinco meses). Belén Esteban, María Patiño y Kiko Matamoros habían dado por seguro que iban a ganar a su excompañero, pero finalmente ha sido el de Badalona quien se ha impuesto.
Después de solo cuatro programas de La familia de la tele, TVE comenzó a tomar las primeras medidas ante la debacle. Primero eliminó la emisión de La familia de la tele en RTVE Play durante La Promesa (sigue en Valle salvaje) y después decidió alargar el primer tramo, el de la sobremesa, y recortar media hora el segundo (el viernes fue de 19:00 a 20:30). Habrá que ver lo que pasa este lunes, porque TVE sigue emperrada en ofrecer el programa en formato contenedor, una apuesta que ha sido fallida, y no informa del horario que van a tener los diferentes tramos y las series que incluye ese paraguas (la programación solo indica que el contenedor va, como siempre, de 15.50 a 20.30).
'La familia de la tele', un programa sin tensión
También habrá que ver cómo evolucionan los contenidos, probablemente lo que más falló la semana pasada. No hubo chicha ninguno de los días, el programa apenas dio informaciones y mucho menos bombazos. Hubo temas que se trataron muy por encima, ninguno en profundidad, y faltó tensión y expectación. Ni rastro de esas sensación que teníamos en Sálvame, cuando no sabíamos qué iba a pasar a continuación, aunque estábamos seguros de que iba a ser emocionante y, sobre todo, inesperado. Te quedabas pegado porque sabías que si te movías, te lo perdías. Aquí eso no ocurre.
El fichaje de Isa Pantoja tampoco aportó nada y posiblemente lo más jugoso fue la entrevista que Marta Riesco consiguió con Carlo Costanzia por el hecho de ser el novio de Alejandra Rubio, rostro de Mediaset. El desparpajo de Marta es lo más fresco de La familia de la tele aunque fue ella quien se llevó las críticas del Consejo de Informativos cuando fue enviada a Roma. Probablemente hay muchos motivos para que los trabajadores de TVE critiquen la presencia de La familia de la tele en TVE-incluso de otros programas como Malas lenguas, que sí entran en el terreno de Informativos- pero ese era el menos trascendental. Esta semana, Marta Riesco estará en Basilea (Suiza) para cubrir Eurovisión.
En La familia de la tele casi todos los colaboradores tuvieron una actitud desdibujada. Los presentadores tampoco funcionaron. María Patiño debería tener mucha más autoridad y protagonismo, como en Ni que fuéramos, pero queda diluida bajo la fórmula de los tres conductores. Y el problema principal es que no existe química entre ellos. Se nota especialmente entre Inés Hernand y María, muy distanciadas en pantalla. Aitor Albizua al menos ayuda a que el programa vaya algo más ordenado (reconduce algunas situaciones), pero se le ve fuera de lugar y tampoco tiene conexión con María (o María con él, de hecho el otro día le cambió de nombre varias veces).
En medio de esta situación comienza la segunda semana de La familia de la tele en La 1. La prueba de fuego para un equipo que se la juega por sobrevivir y comenzar una lenta remontada, o bien firmar su debacle definitiva. El tiempo (y el share) lo dirá.
Relacionados
- José Pablo López, nombrado empleado del mes de Telecinco y Antena 3 gracias a 'La familia de la tele'
- Inés Hernand se pronuncia sobre las malas audiencias de 'La familia de la tele': "Lo teníamos todo, pero algo pasa"
- Protestas en TVE contra 'La familia de la tele' por "mermar la imagen" de la cadena: el Consejo de Informativos exige "respeto" a José Pablo López
- María Patiño ya no oculta las malas audiencias de 'La familia de la tele': suelta un comentario en TVE que lo dice todo