Soraya Arnelas (42) se encuentra en un momento de ilusión por sus próximos proyectos laborales, en un sector en el que la cantante lleva más de 20 años. Este martes ha acudido al programa de Espejo Público para repasar su trayectoria profesional y hablar sobre algunas presiones estéticas a las que se enfrentan los artistas.
La cantante se vuelve a encontrar en un buen momento, después de que hiciera pública la triste noticia de que había perdido al hijo que esperaba con el empresario Miguel Ángel Herrera (34). Ahora ha anunciado que intentará tener un tercer hijo pronto: "Ya es mi última oportunidad".
En el espacio de Antena 3 la conversación, a parte de hablar sobre su trayectoria, ha puesto el foco en las críticas a las que se ha enfrentado en los últimos meses su compañero Lucas, del dúo de Andy y Lucas. Concretamente el cantante, después de que no se parara de hablar sobre su nariz, reconoció que se había sometido a una rinoplastia y no había seguido las indicaciones de los médicos. "Nos exponemos mucho a las críticas y con las redes sociales eso ocurre mucho más", reconocía sobre este tema
Los cambios a los que se ha sometido Soraya Arnelas
"Soy una mujer que me gusta mucho cambiar. Me he visto de pelirroja, de rubia, de morena. Nunca he tenido miedo a los cambios y de hecho cuando me operé del pecho y de la nariz lo dije públicamente", apunta. "Yo creo que ahora mismo hay cosas más importantes en mi vida. Seguramente en redes sociales habrá gente que dirá 'mirala que se ha hecho' o '¿cómo ha envejecido?".
Sin embargo, tiene en cuenta que los golpes que ha recibido durante su vida le han hecho aprender y "a quitar hierro a ciertas situaciones que a veces le ponemos un dramatismo que no lo necesita".
Explica que la única presión estética que ha tenido, y sobre todo por salud, era la del tamaño de su pecho: "Cuando salí de Operación Triunfo tenía una 120 de pecho. Mi madre siempre me decía 'cariño cuando empieces a ganar dinero hazte una operación de pecho, redúcetelo porque eso no es salud".
"Estoy operada tres veces de reducción de pecho. No he tenido nunca complejo y si los he tenido me los he quitado de enmedio", apunta. "La primera me dice el médico que me lo reduce, pero me pone un pequeño implante para que queden en su sitio, lo cual quedó peor todavía... una cosa que rebosaba y yo dije que no", sigue. "Me someto a la segunda para una noventa y yo como soy bajita, mido 1,63, dije que dejaba pasar un año y ya me ponía un poquito menos. Con eso me he quedado y estoy contentísima".
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