Televisión

David Valldeperas: "Es posible un 'Ni que fuéramos' en TVE; si nos lo piden, lo haremos encantados"

El equipo de Ni que fuéramos ha cumplido la palabra que dio antes del verano, cuando prometió que daba por enterrado Sálvame y su pasado en Mediaset para centrarse en el futuro. "Hemos dejado a un lado el dolor y nos hemos dedicado a lo que mejor sabemos hacer: entretener". Habla David Valldeperas, cerebro de este experimento que nació en Youtube y continúa en TEN con una audiencia que dobla la media de un canal que hasta hace poco estaba escondido en cualquier parte de la TDT.

Es un programa humilde, de bajo presupuesto, que se emite desde un piso a pocos metros de la "cadena de enfrente", pero Fabricantes Studio lo compensa tirando de ingenio e imaginación para crear esa narrativa costumbrista (y surrealista) marca de la casa. "No nos queda otra", admite el director. Por ejemplo, como no tienen imágenes de Telecinco, suelen explicar lo que ocurre en sus programas haciendo un teatrillo con muñecos, y el resultado suele ser tronchante.

Ni que fuéramos también tiene a su favor a los colaboradores, tan entregados a la causa como cuando estaban en Sálvame. Están en plena forma y María Patiño y Belén Esteban comprobaron que siguen teniendo "el cariño de toda esa gente" el día que visitaron La Revuelta de Broncano. Diez minutos en TVE que les acercó más a la cadena pública. Quién sabe si acabarán saltando de Canal Quickie a La 1.

Prometisteis dejar atrás el pasado (Sálvame) y lo habéis cumplido. Esta temporada, Ni que fuéramos ha cambiado de actitud y ya no ataca a Mediaset como antes. ¿Qué habéis ganado y qué habéis perdido con esa decisión?

Empezamos con un tono más crítico, pero al final todo se supera. Esto es como una ruptura amorosa. A nosotros nos gusta hablar de las tramas de nuestro universo, y es verdad que muchas de ellas siguen en Mediaset, pero sí hemos dejado a un lado ese dolor que teníamos y nos hemos dedicado a lo que mejor sabemos hacer: entretener.

¿En qué fase del duelo estáis?

Ya está hecho y lo hemos superado. Yo creo que se nota.

Estáis saliendo adelante a pesar de que tenéis muchas trabas, porque no tenéis imágenes de archivo ni de los programas de Telecinco que comentáis... ¿La imaginación es el mejor recurso para sobrevivir?

No nos queda otra. Tenemos que hablar de ciertos personajes y el soporte visual que tenemos es el de las agencias. Nos tenemos que inventar cómo transmitir al espectador lo que queremos contar y un buen día se nos ocurrió hacerlo, por ejemplo, con muñecos. Y las marionetas nos han salvado de muchas situaciones.

Y ha generado momentos surrealistas...

Exacto. Además, he descubierto que María Patiño es una gran ventrílocua. José Luis Moreno caló hondo en ella (Risas).

No tener una gran cadena detrás, ¿os limita porque no tenéis un 'escudo' o sentís más libertad de actuación?

Siempre hay límites, porque trabajamos para el público y sabemos que hay límites que no se pueden atravesar. Nos dirigimos a todos los públicos, de edades diferentes, y tenemos que aplicar el sentido común.

¿Y tenéis más cuidados con algunos temas porque no tenéis el respaldo de un gran medio?

No, no. Hacemos lo que nos gusta hacer y como nos gusta hacerlo, como antes.

Ni que fuéramos está logrando unos datos de audiencia notables -rebasa el 3%- en un canal minoritario como TEN. ¿Qué necesita el programa para seguir creciendo?

Imaginación. Para que siga avanzando hay que dejarse llevar por la imaginación. Siempre estamos pensando en nuevas cosas, cada día es un programa nuevo y cualquier cosa puede ocurrir.

¿Miráis de manera distinta las audiencias por estar en una cadena pequeña?

La tele depende de las audiencias, lo tenemos muy claro, pero no es la misma presión estar en una gran cadena que en otra más pequeña. Pero cada día tienes una nota y siempre quieres un poco más.

Ana Rosa y Sonsoles, vuestras rivales, presentan programas que se parecen mucho y están estancados en el 10%-11%. ¿Crees que les desestabilizáis?

Me encantaría que eso fuera una realidad y que les robásemos aunque fuera una décima, pero creo que somos muy pequeños para afectarles. Somos una oferta diferente y el que decide es el espectador.

¿Por qué dirías que ellas no despegan en audiencia?

No lo sé, sinceramente. Creo que la televisión cada vez está más fragmentada, con una oferta mayor, y ya no existen las grandes audiencias de antes.

Y ahora Sonsoles y TardeAR son programas más rígidos o serios, como quieras llamarlo. ¿Han renunciado al humor y os han dejado el surrealismo a vosotros?

Cada uno hace el programa que quiere. Nosotros tampoco hacemos humor, porque no somos cómicos, simplemente utilizamos el costumbrismo y llevamos a la televisión nuestra forma de comportarnos en casa. Eso hace que el programa sea menos encorsetado y que la gente se identifique con los colaboradores.

Los colaboradores están tan entregados como en Sálvame. ¿Cómo se les motiva en un programa con menos presupuesto y cachés más bajos?

A ellos les gusta mucho hacer lo que hacen. Les da igual estar en un plató de 200 metros o en un piso, como ahora. Les gusta entretener de una forma original y se entregan y emocionan. Creo de verdad que se olvidan de que están en un plató, igual que les pasaba antes en Mediaset.

¿Quién es el que más te ha sorprendido?

Todos. Desde Belén, con la cocina; Matamoros, que se pone negro con los minutos de oro y de plomo; Víctor, que lo da todo cuando sale a la calle; Marta Riesco, que ha sido un descubrimiento como reportera... Están todos muy entregados al proyecto.

¿Esperabas que Marta Riesco cuajase tan bien y tan rápido en Ni que fuéramos?

Era una gran reportera y este programa le ha permitido mostrarse tal y como es. No se siente tan rígida -trabajar en Mediaset no es lo mismo que hacerlo en Canal Quickie- y ha sabido adaptarse y sacar su naturalidad. Y eso ha atrapado al espectador.

¿Cómo valoras a Pipi Estrada y Aída Nízar, los fichajes de esta temporada?

Tienen una personalidad muy marcada y cada uno aporta su manera de contar las historias.

¿Aída tiene que encontrar todavía su sitio en el programa?

Está adaptándose, no solo al sitio, sino al 2024.

¿Eso qué quiere decir?

Aída se hizo muy conocida en su época por lo que hacía, pero la Aída de 2024 no es la misma de hace diez años.

¿Por qué nunca ha estado Carlota Corredera en Ni que fuéramos?

Porque está en otros proyectos. Cuando empezamos con esto, Carlota ya llevaba unos meses fuera de Sálvame y estaba poniendo en marcha otras historias. Pero a mí también me gustaría que estuviera en NQFS. No hay ningún problema y no quiere decir que no pueda ir en algún momento.

María Patiño está más entregada que nunca como presentadora. ¿Qué has descubierto de ella? ¿Te ha demostrado algo nuevo?

Me ha sorprendido su capacidad de superarse, de entrega absoluta, porque ahora sabe que no puede relajarse ni un minuto. Es consciente de que tiene que estar pendiente de todo y no se le escapa ni una. Está entregadísima y se nota. Yo había trabajado con ella como presentadora, pero nunca sola, porque estaba con Terelu Campos o Adela González. Cuando tienes un compañero, compartes esa energía, pero aquí ella está sola y ha asumido el papel estupendamente.

Tira del carro como nadie y eso el espectador lo ve.

Y tiene una dualidad que pocos presentadores ofrecen: además de presentar, también opina y eso enriquece mucho el producto. Tiene mucha información y mucho background. Y siempre intenta dar visiones diferentes a las que estamos acostumbrados.

Está pasando algo parecido con Belén Esteban, que se ha reinventado a pesar de que se ha dicho tantas veces que era una colaboradora acabada.

Eso siempre lo ha dicho quien la envidia. Belén es una fuente inagotable de energía, es muy poliédrica y te atrapa cocinando, contando una noticia, en la calle... en cualquiera de sus facetas. Una figura como la de Belén es irrepetible, manteniéndose durante tantos años con esos índices de popularidad. Es muy completa. Tan pronto se desnuda y muestra sus sentimientos frente a la cámara como se enfada en directo. Se olvida de que está en un plató.

Lo está demostrando en la sección de cocina...

Se cabrea porque quiere hacerlo bien. Disfruta de su momento. En el fondo, demuestra lo perfeccionista que es.

María Patiño y Belén Esteban dijeron que La Revuelta fue un chute de energía porque comprobaron que el público seguía con ellas. ¿Cómo explicas en solo 10 minutos consiguieran revolucionar un programa?

Solo hay que ver cómo entraron: con una olla de judías para ofrecérselas a Broncano. La gente se identifica mucho con ellas porque actúan de una forma natural, no hay un guion detrás y eso les hace muy auténticas. Ahí reside la conexión de los espectadores con los colaboradores. Fueron 10 minutos pero, claro, tú estás cenando, pones la tele, ves a dos personas muy famosas entrando con una olla, se pelean entre ellas, ser ríen... la gente reconoce en ellas ciertas actitudes de su entorno.

¿Y si TVE os pide un programa con ellas y el resto de colaboradores de NQFS?

Pues se lo prepararíamos encantados de la vida.

¿Es posible un Ni que fuéramos en TVE?

¿Por qué no? Claro. Nosotros hacemos programas a la medida del cliente y adaptaríamos Ni que fuéramos a lo que debería ser un programa en una televisión pública.

¿Crees que TVE está abierta a esta opción tras el fichaje de Broncano y después de que le haya levantado el veto a Belén?

No sé lo que piensan los directivos de TVE, pero están abriendo la puerta a contenidos que antes no se veían en esa cadena y eso les está llevando a nuevos púbicos. Tienen que estar muy satisfechos con el trabajo que están haciendo porque la TVE de hoy es muy diferente, y mucho mejor, que la de hace unos años. Y no es una opinión personal, porque los datos nos dicen si lo estamos haciendo bien y mal y los datos son los que están diciendo que lo están haciendo muy bien.

¿Tú te esperabas este éxito de Broncano?

Nadie lo esperaba, pero había mucho público que no pasaba a esa hora por TVE y ahora es una ventana que la gente quiere seguir viendo.

¿Cómo ves a Jorge Javier en Telecinco, ahora que ha dejado de presentar programas de corazón?

Es el mejor presentador. Además, es un placer dirigirlo porque siempre hace mejor lo que a ti te pasa por la cabeza. Aporta mucho y esa conexión entre director y presentador es imprescindible.

Supongo que en tu época de director de Sálvame intentaste convencer alguna vez al hijo de Carmen Borrego de que se sentara en un plató. ¿Qué te parece que haya dado el paso ahora?

Cuando estábamos en Sálvame, él trabajaba en la tele en Producción y era impensable que hablara. Su historia era desconocida. Pero las circunstancias han ido cambiando y ha decidido dar el paso y es estupendo, porque tenemos una trama más. Y encima, de la familia Campos, que es una fuente inagotable.

Ya hay cuatro Campos en la tele. ¿A quién te gustaría tener en Ni que fuéramos?

Me encantan las cuatro, pero tengo cariño especial a Terelu, porque hemos trabajado mucho y hemos disfrutado un montón. Me encantaría tenerla en Ni que fuéramos, pero ahora nos toca estar en sitios diferentes.

¿Seguís sin noticias de Terelu?

No, yo tengo buena relación con ella. Terelu es muy profesional y sabe lo que son las relaciones profesionales y el trabajo. Nos conoce y la conocemos perfectamente.

¿Crees que Bárbara Rey va a terminar sentándose en un plató para hablar del rey Juan Carlos?

No lo sé. Ojalá, porque sería una buenísima entrevista si estuviera dispuesta a contar todo lo que siente y todo lo que ha pasado durante estos años.

¿Crees que van a salir más fotos? No sé si tuviste sobre la mesa algunas imágenes en tu época de director de Sálvame, aunque no las pudieras publicar.

Me cuentan que saldrá más material, pero no sé cuándo. Pero me consta que hay más cosas.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky