El restaurante del amor, First Dates, abrió sus puertas una semana más para acoger citas, y como no podía ser de otra manera, volvió a soprender a sus espectadores. Esta vez, Alberto (60), un experimentado mécanico de aviones que ha recorrido el mundo con sus viajes, acudía al programa de Carlos Sobera para encontrar a una compañera con sus mismo valores. Sin embargo, su cita con Paloma (62), una extrovertida taxita con una "maravillosa familia" que parecía provenir de un mundo diferente al suyo, no tenía pinta de que acabara con buen pie.
Alberto, que ha tenido tres relaciones, le confesaba a Carlos Sobera que buscaba una mujer "simpática, educada, aventurera, moderna y comprensiva". Pero, el presentador de First Dates sentía que Alberto tenía "pelazo de conquistador" y él le confesaba que "era su gran losa": "Tengo un poco de aspecto de picaflor pero en realidad no soy así", aseguró el mecánico.
Paloma, al conocer a Alberto, descubrió que vivían muy cerca y que, incluso, compartían profesiones. Pero eso no fue suficiente para que ambos solteros revelaran diferencias notables, según avanzaba la conversación. "¿Que es lo que te gusta?", le preguntó Paloma a Alberto. "No soy futbolero. Alguna vez puedo ver un partido pero no tengo equipo", apuntó el mecánico, amante de los deportes de motor como la Fórmula 1 o MotoGp. En cambio, Paloma sí mostró su interés futbolístico: "A mí sí que me gusta". Alberto continuó y le preguntó: "¿De qué equipo eres?". "Yo soy del mejor", contestó la taxista.
"¿Del Real Madrid?", insistió Alberto a Paloma. Pero, la madrileña sorprendió a su cita cuando se descantó seguidora del Atlético de Madrid: "Yo soy del Atleti. He metido la pata porque como no entiendo... no sé cuál es el mejor equipo", añadió para aliviar la tensión.
Alberto sobre Paloma: "Tenemos difícil encaje"
Tampoco coincidieron en su modo de entender el amor. Ella tenía claro que buscaba una relación estable, ya que había estado más de 20 años sola. Pero Alberto había salido de una relación hacía pocos meses y prefería convivir. De igual modo, los hobbies tampoco sirvieron para unir a los solteros. Paloma confesaba que le gustaba jugar al billar, al dominó o al Mus. Sin embargo, para Albert sus aficiones eran "un poco clásicas": "Yo soy más actualizado", apuntó el mecánico.
A pesar de todas la diferencias entre ellos, Alberto quiso pagar la cena a su cita. "¡Qué caballero! Pues la próxima vez me toca a mí, ¿no?", respondió ella entusiasmada, pensando que Alberto querría repetir la cita. "Eh... No necesariamente, pero sí, no lo sé", contestó Alberto. "O sea, que va a haber próxima...", insistió la soltera. "Bueno, vamos a ver...", zanjó el mecánico sin saber muy bien qué contestar.
Efectivamente, Alberto reconoció en la decisión final que no quería tener una segunda cita porque pensaba que tenían "difícil encaje": "No, porque somos diferentes. Estamos jugando partidos diferentes, en otras ligas", reconoció el soltero. Paloma, por su parte, tenía claro su respuesta: un sí rotundo. Pero ni la cercanía de sus casas ni la similitud en profesiones sirvieron para convencer a Alberto de tener su segunda cita con la taxista.
. @carlos_sobera, impactado con el cabello de un soltero: "Tienes pelazo de conquistador" #FirstDates23Ohttps://t.co/yMHH2EOuyr
— First Dates (@firstdates_tv) October 23, 2023